viernes, 11 de diciembre de 2009

BERLÍN-LISBOA



Para levantar otros enormes MUROS en PALESTINA, EN LA LARGA FRONTERA DEL RIO GRANDE, EN CEUTA, EN MELILLA, EN LAS AGUAS DEL ESTRECHO y en tantos lugares del mundo.

Origen destino, viaje en el espacio o tal vez en el tiempo, ruta de ir y nunca volver, alegría exultante de algunos, nostalgia y hasta miedo de otros muchos que han visto la imposibilidad de caminar hacia un mundo un poco más justo, hacia una humanidad un poco, solo un poco más humana.

La ciudad madre del BRANDENBURGO, la enorme BERLIN histórica, tantas veces lo fue, al menos en dos tremendas ocasiones, durante el torturado y tortuoso siglo XX, el 8 de mayo de 1945 cuando la potencia abrumadora del EJÉRCITO SOVIÉTICO al mando del Mariscal JHUKOV anegó la feroz resistencia alemana acabando de un modo wagneriano con el OCASO DE LOS DIOSES DEL TERCER REICH, y el menos apoteósico 9 de noviembre de 1989 cuando, según cuentan, murió una época. Es decir que, en definitiva conmemoramos DOS MUERTES, cosa bastante fúnebre por cierto.

Un viaje hacia el oeste u OCCIDENTE, más conceptual que geográfico. Desde la PUERTA DE BRANDENBURGO se ha caminado por una ruta en la que el idioma alemán está en declive, y la lengua francesa se defiende a duras penas con las alentadoras y vitales excepciones del ESPAÑOL y del PORTUGUÉS salvados por la vitalidad cultural y demográfica de AMÉRICA LATINA, ruta por la que lo europeo, pese a las pomposas proclamas, es cada día más atlántico, en el habla, el liberalismo y la guerra de Afganistán.
Desde aquel noviembre brumoso que no BRUMARIO, el calendario corrió veloz hacia MAASTRICHT y desde ese punto con la escaramuza francesa y el incidente neerlandés de 2005, llegó a la bella LISBOA la de los navegantes y desde las orillas del TAJO MARINO, ese almanaque de los mercaderes, tal vez los tataranietos de los viejos piratas de todos los mares, imprimió su impronta mercantil sobre la vida de las sociedades humanas, tal vez para un tiempo de generaciones.

Sin los hechos de BERLÍN no pueden entenderse los acontecimientos de LISBOA que ya hace mucho que olvidó el perfume fuerte de los claveles.
Los eternos liberales, es decir el IMPERIO BRITÁNICO, apoyado circunstancialmente por una Francia resentida por el conflicto de 1870, acusaban a Alemania de pretender una expansión hacia el este, eso que descalificaban con aquello del FAHREN NACH OST, HOY TRAS GANAR LAS tres guerras mundiales, desde BERLÍN proclaman su Victoria derribando una frontera para levantar otros enormes MUROS en PALESTINA, EN LA LARGA FRONTERA DEL RIO GRANDE, EN CEUTA, EN MELILLA, EN LAS AGUAS DEL ESTRECHO y en tantos lugares del mundo. Se habla de PARAÍSOS FISCALES, picarescas excrecencias del GRAN PARAÍSO FORTÍN que es ese original OCCIDENTE que engloba en su extraño mapa a países tan al oeste como el IMPERIO DEL SOL NACIENTE.

BERLÍN 89 tiene entre otras magias después de LISBOA la de imponer la que pudiera llamarse la DOCTRINA NORMANDÍA, que consiste en proclamar que la derrota alemana se debe esencialmente a la acción de las tropas angloamericanas ya que los rusos de entonces mantenían una doctrina oficial tan mala para la SANTA LIBERTAD como la del TERCER REICH por lo que, las decisivas acciones militares de los frentes orientales, ni siquiera los 20 millones de muertos que sufrió el pueblo ruso, han de ser tenidos en cuenta. Ni lamentarse el criminal e inútil bombardeo inglés sobre DRESDE en abril de 1945, lo único importante es, según parece, SALVAR AL SOLDADO RYAN.
Como tras LISBOA ha llegado el ansiado FIN DE LA HISTORIA, dejemos de torturarnos con la memoria y sus interrogantes de justicia, disfrutemos del hermoso ALZHEIMER LIBERAL de la nueva/vieja prosperidad, económica por supuesto, que tras la ya casi olvidada crisis, anuncia triunfante el gran bosque de los ya arbóreos BROTES VERDES.

El avión o el tren de alta velocidad viajaron siempre hacia y por Occidente desde un BERLIN parque temático, hasta una LISBOA que pese a las apariencias, no está gobernada por la sabiduría de SÓCRATES.
Los muros son muchas veces modos de sustentación, como en el caso de las grandes presas hidráulicas que si están bien situadas riegan los campos y producen energía limpia, pero cuando caen viene el desbordamiento .¿ERA BRANDENBURGO UNA PRESA HIDRÁULICA?.

José Ramón Montes

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