sábado, 24 de diciembre de 2011

Viraje estratégico de Estados Unidos La segunda guerra fría y América del Sur



CARCEL DE ALCATRAZ
24-12-2011
Raúl Zibechi
Alainet
La “guerra contra el terror” inaugurada por George W Bush tras los atentados del 11 S, está siendo desplazada por la “contención” de China, la nueva estrategia delineada por el Pentágono para cercar y, eventualmente, ahogar a la potencia asiática, con el objetivo de mantener la supremacía global. El último viraje del imperio involucra de lleno a Sudamérica.
Noviembre fue el mes en que se plasmó el cambio de rumbo. “En nuestros planes y presupuestos para el futuro, vamos a asignar los recursos para mantener nuestra fuerte presencia militar en esta región”, dijo Barack Obama el 17 de noviembre ante el parlamento australiano. En la edición de noviembre de Foreing Policy, la secretaria de Estado Hillary Clinton hizo algunas precisiones. “Durante los últimos diez años hemos dado ingentes cantidades de recursos a Irak y Afganistán. En los próximos diez años, debemos ser inteligentes acerca de dónde invertimos nuestro tiempo y energía, de forma que logremos la mejor posición posible para mantener nuestros liderazgo”.
En la próxima década, según Clinton, Estados Unidos realizará la mayor inversión “diplomática, económica, estratégica y demás, en la región Asia-Pacífico”. Como en toda estrategia estadounidense, lo militar y lo económico forman una sola política. En lo inmediato, se adelanta el despliegue de 250 infantes de marina en Darwin (norte de Australia), hasta alcanzar los 2.500 militares. Hasta ahora el Pentágono cuenta con bases en Japón, Corea del Sur, Taiwán y Guam, pero al establecerse en Australia forma una tenaza sobre la salida de China al océano Pacífico. Esta política forma parte del objetivo no declarado de formar una “OTAN del Pacífico” para presionar y cercar a China.
El segundo paso no es militar sino económico. Consiste en un ambicioso acuerdo de libre comercio entre varios países del Pacífico denominado Acuerdo de Asociación Trans-pacífico, TPP(1). Hasta ahora se trata de nueve países: Australia, Brunei, Chile, Estados Unidos, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. China es dejada fuera y se consigue romper la ASEAN, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, donde ese país tiene un papel hegemónico.
Según Michael T. Klare, el nuevo centro de gravedad de la política estadounidense supone el abandono de Oriente Medio, que durante medio siglo fue su prioridad, para focalizarse en la que considera su principal adversaria. La lectura del Pentágono sostiene que el talón de Aquiles de la economía china son las importaciones de petróleo que llega al país necesariamente por el Mar del Sur de China, donde Obama prevé su mayor despliegue militar(2).
La respuesta de China sigue consistiendo en apostar al diálogo, pero fortaleciendo sus estructuras defensivas. A diferencia de las potencias occidentales, que ascendieron a caballo de las guerras de conquista (desde España y Portugal hasta Inglaterra y Estados Unidos), el ascenso chino se basa en el comercio y la diplomacia. Esa diferencia es a la vez su potencial mayor, en la medida que no es una potencia agresiva, pero a la vez su debilidad, ya que puede ser desplazada por la fuerza como sucedió en Libia.
Debilidad estructural
La crisis de los Estados Unidos es más grave que la que atraviesa la Unión Europea. “Ahora insolvente se tornará ingobernable, arrastrando a los estadounidenses y a quienes depende de él a conmociones económicas, financieras y monetarias, geopolíticas y sociales violentas y destructivas”, asegura el Boletín Europeo de Anticipación Política (Geab No. 60, 16 de diciembre).
En los próximos cuatro años el país que diseñó el mapa global desde 1945, vivirá siempre según este pronóstico, “parálisis institucional y la desarticulación del bipartidismo tradicional”, una espiral de recesión-depresión-inflación y “la descomposición del tejido socio-político”. Es cierto que semejante pronóstico suena apocalíptico, pero ¿quién hubiera pensado que la agencia S&P llegaría a degradar la calificación del país?
A escala internacional Estados Unidos cada vez tiene menos aliados. Immanuel Wallerstein recuerda que sólo en noviembre y la primera mitad de diciembre la Casa Blanca “ha tenido confrontaciones con China, Pakistán, Arabia Saudita, Israel, Alemania y América Latina” (La Jornada, 18 de diciembre). Los fracasos se extienden: Obama envió al secretario del tesoro, Timothy Gethner a Europa para sugerir alternativas a la crisis y fue olímpicamente ignorado; fue humillado por Pakistán y luego por Irán, ya que al parecer el drone que “aterrizó” en ese país no sufrió un accidente sino que fue bajado por un ciberataque.
Pero la situación más grave es la interna. Un estadounidense de cada seis recibe bonos de alimentación así como uno de cada cuatro niños; el 57 por ciento de los niños vive en hogares pobres; el 48,5 por ciento vive en grupos familiares asistidos por el Estado, frente a un 30 por ciento en 1983 (The Economic Collpase, 16 de diciembre). Llama la atención el agravamiento de la situación social en pocos años: desde 2007 el ingreso familiar cayó un siete por ciento; en zonas de California el precio de la vivienda cayó un 63 por ciento, el precio promedio de una casa en Detroit es de 6.000 dólares y el 18 por ciento de las viviendas de Florida están vacías. Un niño de cada cinco experimenta episodios de vida en la calle.
Todos los días aparecen datos nuevos que revelan el deterioro social y moral del país. La revista Pediatrics, de la Academia de Pediatras, reveló que a los 23 años uno de cada tres estadounidenses ha sido arrestado en algún momento. En 1965 sólo lo habían sido el 22 por ciento a esa edad (USA Today, 19 de diciembre). Según los autores del estudio, esos datos no significan que haya una mayor criminalidad juvenil, sino que “obedece a leyes más estrictas” ante situaciones de escándalo público o consumo de sustancias prohibidas. Concluyen que los arrestos de jóvenes tienen consecuencias nefastas para su desarrollo y alientan “comportamiento violento y conductas antisociales”. Si el estudio discriminara los arrestos que sufren negros e hispanos, los resultados hubieran sido escandalosos.
Un cerco a la integración
En una situación interna e internacional tan grave, el viraje estratégico puede, como señala Klare, llevar al mundo a una situación “extremadamente peligrosa”. En su opinión, compartida por otros analistas, estamos ingresando en una nueva guerra fría que no excluye “el dominio y la provocación militar” con fuerte énfasis en el control de los hidrocarburos del planeta. Si el objetivo de Estados Unidos frente a China consiste en “poner de rodillas a su economía, mediante el bloqueo de sus vías de suministro de energía”, esa política -que no es nueva- es de hecho un anuncio para el resto del mundo. Recordemos dos hechos: Sudamérica aporta el 25 por ciento del petróleo que importa Estados Unidos y los mayores descubrimientos de crudo en la última década están en aguas territoriales brasileñas.
Las exportaciones de Venezuela al país asiático están en el punto de mira. Las inversiones chinas en ese país acumulan 40 mil millones de dólares desde 2007. PDVSA exporta 430 mil barriles diarios de petróleo a China pero las estatales chinas CNPC y Sinopec planean multiplicar por diez su bombeo de crudo en el país hasta llegar a 1,1 millones de barriles diarios en 2014, para lo cual han recibido cinco áreas en la Faja Petrolífera del Orinoco, que requieren unos 20.000 millones de dólares en inversiones cada una (Reuters, 20 de diciembre).
El viraje de Obama cuando insiste en que “Estados Unidos es un país del Pacífico”, cuando siempre había sido un país Atlántico, no sólo implica tejer alianzas en Asia sino también en América Latina. El TPP incluye a Chile y Perú y espera involucrar a México. En paralelo, el 5 de diciembre en Mérida los cuatro países de la Alianza del Pacífico (Chile, México, Perú y Colombia) acordaron lanzar el bloque comercial en junio de 2012, crear un mercado integrado con sus bolsas de valores y eliminar las tarifas aduaneras luego de 2020.
Para Andrés Oppenheimer, “veremos una división de facto de América Latina, entre un bloque del Pacífico y un bloque del Atlántico” (La Nación, 13 de diciembre). El análisis conservador desestima la recién estrenada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En efecto, el columnista de La Nación (que además escribe en The Miami Herald y es analista político de CNN en Español) sostiene que en la cumbre presidencial de Caracas hubo apenas “discursos poéticos sobre la unidad regional”, sin ninguna consecuencia económica.
Una de las tendencias más importantes que se ha disparado luego de la crisis de 2008, es hacia la conformación de bloques regionales y comerciales, que redunda en un retorno del proteccionismo. La reciente decisión del Mercosur de elevar el arancel externo del 14 al 35 por ciento, forma parte de esa tendencia que busca proteger a la región ante la exportación de los países centrales de los productos que no pueden consumir internamente.
Con la crisis se redujo la demanda de Europa y Estados Unidos, lo que está provocando que países emergentes como China e India acumulen stocks de mercancías que pretenden colocar a precios muy bajos, lo que está afectando las industrias de la región, en particular a Brasil y Argentina. Ciertamente, los países que no tienen un importante sector industrial, como Paraguay y Uruguay, no se benefician con ese tipo de medidas pero, sin embargo, pueden obtener mayores cuotas de exportación hacia los grandes de la región.
Brasil toma nota
En Brasil ha ganado espacio la convicción de que debe enfrentar nuevas amenazas y que ellas provienen de los países centrales, en particular de los Estados Unidos. Lo interesante es que esa convicción atraviesa a toda la sociedad, arriba y abajo.
Cinco días después del discurso de Obama ante el parlamento australiano, militares brasileños filtraron a la prensa un informe interno del Ministerio de Defensa sobre la situación del equipamiento de las diversas armas. La prensa conservadora tituló que buena parte del material bélico se había convertido en “chatarra” y aseguraba que de las cien embarcaciones de combate de la Marina apenas 53 están navegando y que sólo dos de sus 24 aviones A-4 están operativos (O Estado de Sao Paulo, 22 de noviembre).
La difusión del “informe secreto” se produjo en un momento en que diversos sectores, incluyendo al ministro de Defensa, Celso Amorim, presionan para acelerar el proceso de modernización y equipamiento de las fuerzas armadas, y muy en particular de la Marina encargada de defender la Amazonia verde y la azul, en referencia a las dos principales riquezas del país: biodiversidad y petróleo. Otro de los puntos neurálgicos es la compra de 36 cazas a Francia que lleva más de dos años paralizada. Sin embargo, la prensa no destaca los importantes avances que se están realizando en la fabricación de submarinos con importante transferencia de tecnología.
El general de brigada (retirado) Luiz Eduardo Rocha Paiva, miembro del Centro de Estudios Estratégicos del Ejército con amplia trayectoria militar y formación estratégica, analizó el reciente viraje estadounidense advirtiendo que la “pérdida de espacios” de la superpotencia y sus aliados repercute directamente sobre la región sudamericana y Brasil. Vale la pena reproducirlo extensamente porque refleja la mirada de buena parte de los gobernantes, militares o no, del país. “Los conflictos llegaron a nuestro entorno. El fracaso o éxito limitado de Estados Unidos y sus aliados en áreas distantes resultarán en presiones para imponer condiciones que aseguren el acceso privilegiado a las riquezas de América del Sur y del Atlántico Sur” (O Estado de Sao Paulo, 20 de diciembre).
Rocha Paiva destaca la creciente influencia de China en la región, la presencia de Rusia e Irán en países como Venezuela y concluye: “Los Estados Unidos reaccionarán a la penetración de rivales en su área de influencia y eso afectará el liderazgo de Brasil en el proceso de integración regional y en la defensa de su patrimonio y su soberanía”. Por eso apuesta a reforzar el poder militar defensivo ante la nueva realidad.
Tan interesante como su mirada global es la que hace de la región. “No son los vecinos la razón para reforzar el poder militar del país, sino su ascenso como potencia económica global, la participación destacada en el comercio mundial y la codicia por nuestros recursos y posición geoestratégica. Todo eso sacó a Brasil de su posición periférica y lo colocó en las rutas de cooperación y conflicto”. Concluye advirtiendo que a Brasil le puede suceder en el siglo XXI, lo mismo que a China en el XIX: “Las potencias rivales se pueden unir para presionar y amenazar al país” (3).
Esa percepción sobre las amenazas que enfrenta es compartida por una porción mayoritaria de los brasileños. Un reciente estudio del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA por sus siglas en portugués), entre casi cuatro mil personas, muestra que el 67 por ciento piensa que existe una amenaza militar extranjera por los recursos naturales de la Amazonia. Un 63 por ciento cree que los yacimientos hidrocarburíferos en el mar pueden sufrir ataques militares externos(4).
Más interesantes aún son las respuestas cuando la pregunta gira en torno a qué país puede constituir una amenaza militar en los próximos veinte años para Brasil. El 37 por ciento piensa en Estados Unidos. Muy lejos, Argentina con el 15 por ciento. Debe destacarse que esa era la hipótesis de guerra más probable desde la independencia hasta la creación del Mercosur, incluyendo a la dictadura militar (1964-1985) cuyo despliegue principal era en dirección sur. Esta percepción revela que los cambios en la estrategia militar de Brasil, que se plasmaron en la última década y sobre todo en la “Estrategia Nacional de Defensa”, publicada en 2008, cuenta con un amplio respaldo social.
El posicionamiento estratégico de un país madura en tiempos largos y la aplicación de la nueva estrategia se hace realidad en décadas. El Brasil de arriba y el de abajo coinciden en que el país es vulnerable ante probables amenazas externas. Tal vez esa percepción haya comenzado a cambiar el 8 de diciembre, cuando dos soldadores del equipo franco-brasileño que trabajan en los astilleros de la DCNS (Direction des Constructions Navales) en Cherburgo, de un total de 115 aprendices que están trabajando para transferir tecnología, comenzaron a soldar la última unión de las secciones del primero de los cuatro submarinos Scorpene destinados a Brasil (DefesaNet, 8 de diciembre). En adelante, se fabricarán en el astillero de la Marina en Rio de Janeiro.
Notas
1) El Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económico fue firmado en 2005 por cuatro países: Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur. Los demás, incluyendo Estados Unidos, se fueron incorporando progresivamente.
2) “Jugando con fuego. Obama amenaza a China”, Sin Permiso, 11 de diciembre.
3) Se refiere a las dos guerras del opio cuando Inglaterra y Francia se unieron contra China.
4) “O sistema de indicadores de percepçao social. Defensa Nacional”, IPEA, 15 de diciembre de 2011.
Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Política y energía: lo que apesta en Washington

 


  OLEODUCTO USA

 
Bill McKibben · · · · ·
19/12/11
 
Fue uno de esos incómodos momentos en los que te das cuenta de pronto de que estás en el sitio equivocado, que eres un palurdo de un lugar perdido en una ciudad sofisticada cuyas costumbres no acabas de entender. 
Politico [conocida revista digital norteamericana] patrocinó la semana pasada un simposio de "Análisis del año en Washington" y me invitó a formar parte de los ponentes sobre energía. Así que aunque apenas había pasado tres semanas en Washington este año (y las noches más memorables transcurrieron en su pabellón central de prisión por protestar ante la Casa Blanca para bloquear el oleoducto Keystone XL), me encontré viajando hasta Vermont para compartir escenario con dos miembros de la Cámara de Representantes: Ed Markey (demócrata por Massachusetts) y Lee Terry (republicano por Nebraska).
Estaba un poco nervioso, pues Terry había presentado recientemente un proyecto de ley para forzar una rápida aprobación del oleoducto que invalidara al presidente. Pero hablamos por extenso bastante amablemente, mientras le explicaba en qué estaban equivocadas las cifras de puestos de trabajo que no dejaba de repetir. Markey señaló que el petróleo de las arenas alquitranadas canadienses que se transportaría a lo largo del oleoducto, lejos de incrementar la seguridad energética de los EE. UU. estaría destinado a venderse en el extranjero. Era todo armonía de la de "avenirse a diferir".
Y entonces, de pasada, dije algo que me pareció tan evidente que ni siquiera se me ocurrió que alguien pudiera ponerle objeciones: que eran claramente los grandes intereses petrolíferos los que querían resucitar el oleoducto y que utilizaban a los congresistas a los que subvencionaban generosamente para que así sucediera.
Noté que, a mi lado, Terry se irritaba. Terció rapidamente con algo por el estilo de ¿está usted diciendo que estamos "comprados"? Y de repente me sentí mal, como si verdaderamente hubiese dicho algo incorrecto. Farfullé, intenté decir que no sabía nada de él en particular, que estaba seguro de que al final sería parte de la solución y demás. Pero el hielo quedó en el aire; pareció genuinamente lastimado por que alguien pudiera pensar que se le presentase alguna clase de conflicto.
¿Es realmente posible que la gente de Washington no comprenda lo que el resto del país — izquierda, derecha y centro — cree respecto a ellos: que aceptan dinero de grandes empresas para sus campañas a cambio de gestionar sus peticiones?
Me fui a casa y busqué el nombre de Terry en la base de datos de la Dirty Energy Money Campaign [Campaña sobre el Dinero de Energías Sucias], elaborada por Oil Change International. Koch Industries le había entregado 15.500 dólares, Exxon Mobil le había concedido 25.500 dólares, la Petroleum Marketers Association le había lanzado otros 12.500...Conoco Phillips, Chevron, BP: en total, desde 1999, había obtenido 365.798 dólares de la industria de combustibles fósiles, y en el último recuento, la página de la base de datos dejaba sentado que se "alineó" con los intereses de las energías sucias en el 100% de las votaciones escogidas".
Lo mismo resulta cierto de todos los demás patrocinadores de la legislación que intenta desbaratar la revisión del Keystone y construirlo rápidamente, y al clima que le den. Entiendo que esta clase de corrupción es bipartidista y también que es enteramente legal, pero entiendo  también que todo el mundo, y quiero decir todo el mundo, con que me he encontrado fuera de Washington piensa que huele a podrido. Quiero decir que allí sentado en el estrado me sentía maleducado pero aturdido. ¿Usted cree de verdad que es correcto? ¿Aceptar dinero de gente cuyos intereses tiene luego que juzgar?
No es muy distinto de ir a un partido de fútbol en el que uno de los equipos pagara a los árbitros.
Middlebury College es quien paga mi sueldo. A mi no se me ocurriría, digamos, actuar como juez en un concurso de becas académicas en el que participasen estudiantes de mi universidad. No confiaría en mi mismo a la hora de hacer lo correcto.
Luchar en los últimos meses contra este oleoducto me ha proporcionado una nueva percepción del Distrito de Columbia. Cuando la batalla se libra en campo abierto — cuando la gente oye a los científicos explicar que explotar a gran escala las arenas alquitranadas canadienses equivale a declarar que "en lo esencial no hay más que hacer" en lo referente al clima —  tenemos la oportunidad de imponernos. Pero cuando la acción desaparece tras las puertas cerradas del Congreso, el dinero manda.
Esa es una razón por la que deberíamos contar con una financiación pública de las campañas o idear alguna otra forma de sacar al dinero de la política. Todo ese dinero conduce a malas decisiones políticas, impulsadas por intereses corporativos en vez de por el bien público. Pero hay otra razón que me sorprendió en ese estrado. El honor de estos hombres y mujeres está en juego; es injusto pedirles que se mantengan por encima de tentaciones que el resto de nosotros no podríamos vencer. No sólo soy yo, en cierto plano todos le debemos una disculpa a Terry y sus colegas. Al permitir este sistema, les hemos colocado en una situación imposible.
Soy consciente de que Washington considera normal esa imposible situación y mi postura, ingenua. Pero una encuesta de octubre demostraba que sólo el 9% de los norteamericanos daba su aprobación al Congreso (comparado con un 11% en junio que creen que la poligamia es una buena idea, y un inexplicable 16% que daba su aprobación a BP durante el vertido de petróleo de 2010). Es hora de rescatar a la institución, y el sitio evidente por el que empezar son los cambistas de los pasillos.
Bill McKibben es autor de una docena de libros, el último de los cuales aparecerá publicado con el título: Earth: Making a Life on a Tough New Planet (Times Books, abril de 2010). Ejerce como profesor en el Middlebury College, Vermont. Pueden hallarse archivos de audio en los que pone en evidencia a los negacionistas del cambio climático en: tomdispatch.com.
Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón

Estados Unidos contra el mundo

 

Immanuel Wallerstein

 

LA CASA BLANCA

 

La Jornada

Hubo un tiempo en que Estados Unidos tenía muchos amigos, o por lo menos seguidores relativamente obedientes. En los días que corren, parece que no tiene sino adversarios, de todas las coloraciones políticas. Es más, no parece estarle yendo muy bien en los encuentros con sus adversarios. Tomemos lo que ha estado ocurriendo en noviembre y la primera mitad de diciembre de 2011. Ha tenido confrontaciones con China, Pakistán, Arabia Saudita, Israel, Irán, Alemania y América Latina. No puede uno decir que haya llevado la mejor parte en estas controversias.

El mundo interpretó la presencia y los anuncios del presidente Barack Obama en Australia como un abierto desafío a China, pues le dijo al Parlamento australiano que Estados Unidos estaba decidido a destinar los recursos necesarios para mantener nuestra fuerte presencia militar en esta región. Para este fin, Estados Unidos está enviando a 250 marines a una base aérea australiana en Darwin (y posiblemente aumente este número en el futuro a 2 mil 500 elementos).

Ésta es sólo una de tantas jugadas de despliegue militar semejante en la región. Así, conforme Estados Unidos se retira (o se ve forzado a retirarse) de Medio Oriente –por razones políticas y financieras– muestra sus músculos en la región Asia-Pacífico. ¿Es esto realmente creíble, en un momento en que hay una renuencia creciente del público estadunidense para involucrarse en el exterior y hay exigencias urgentes de que reduzca sus gastos, incluidos los gastos militares? Hasta ahora, la respuesta de China ha sido, virtualmente, no responder, como diciendo que el tiempo está del lado de China, aun en cuanto a sus relaciones con Estados Unidos, o tal vez, especialmente para sus relaciones con Estados Unidos.

Luego está Pakistán. Estados Unidos ha arrojado el guante. Pakistán debe cesar de proteger a sus movimientos islamitas. Debe dejar de socavar al gobierno de Karzai en Afganistán. Debe cesar de amenazar a India con acciones militares en Cachemira. ¿O qué? Ése es el problema. Aparentemente, según documentos filtrados, Estados Unidos pensaba que el último amigo que le quedaba en Pakistán, el actual presidente Asif Alí Zardari, podía correr al líder del ejército, el general Ashfaq Parvez Kayani. En respuesta, el general Kayani hizo arreglos para que el presidente Zardari fuera a Dubai a un tratamiento médico. El golpe potencial, con respaldo de Estados Unidos, falló. Y si Estados Unidos intentara tomar represalias cortando la asistencia financiera, siempre está China para tomar su lugar.

En Medio Oriente, lo que más quiere el presidente Obama es que nada grave ocurra entre Israel y los palestinos, por lo menos hasta ser relegido. Esto no satisface las necesidades de Arabia Saudita o del primer ministro Netanyahu de Israel. Así que ambos continúan agitando el caldero, desde el punto de vista estadunidense. Y Estados Unidos quedó en la posición de pedirles, no de exigirles o controlarlos.

Luego está Irán, supuestamente la principal preocupación inmediata de Estados Unidos (como lo es para Arabia Saudita e Israel). Así que Estados Unidos ha estado utilizando sus más supersecretos aviones no tripulados (los drones) para espiar a Irán. No hay nada sorprendente en esto, excepto que parece que de algún modo uno de estos drones aterrizó en Irán. Digo aterrizó porque el punto clave es por qué y cómo fue que lo hizo. La CIA, de la cual es este drone, ha intentado, de un modo poco convincente, sugerir que hubo alguna falla mecánica que explica la cuestión. Los iraníes han sugerido que lo bajaron mediante una ciberacción. Estados Unidos dice imposible –pero Debka, la voz por Internet de los halcones israelíes, dicen que es cierto. Yo en esto pienso que es probable. Además, ahora que los iraníes tienen el drone, trabajan en descifrar todos sus secretos técnicos. ¿Quién sabe? Pueden publicar los secretos para que todo el mundo los conozca. Y luego, ¿qué tan supersecretos serán los drones?

Ah, sí, Alemania. Como todo mundo sabe, hay una crisis en la zona del euro. Y la canciller Merkel ha estado trabajando muy duro para hacer que los países de la zona del euro acepten una solución que le funcionará a ella, tanto en lo político, al interior de Alemania, como en lo económico al interior de Europa. Ella ha estado presionando en favor de un nuevo tratado europeo que impondría sanciones automáticas a los países de la zona del euro que violen las condiciones de este tratado. Estados Unidos consideró que éste era el enfoque erróneo. La posición estadunidense fue que ésta era una acción de mediano plazo que no resolvía la situación en el corto plazo. Obama envió a su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, a Europa para insistir en sus sugerencias alternativas. No importan los detalles, ni quién es más sabio. Lo importante es señalar que Geithner fue ignorado por completo y que los alemanes siguen en la suya.

Finalmente, los países latinoamericanos y del Caribe se reunieron en Venezuela para fundar una nueva organización, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Todos los países del continente firmaron, excepto los dos que no fueron invitados (Estados Unidos y Canadá). La Celac está diseñada para remplazar a la Organización de Estados Americanos (la OEA), que incluía a Estados Unidos y Canadá, y que suspendió a Cuba. Tomará un tiempo para que la OEA desaparezca y que sólo la Celac se mantenga. No obstante, esto no exactamente lo están celebrando en Washington.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/12/18/index.php?section=opinion&article=024a1mun

Traducción: Ramón Vera Herrera

lunes, 12 de diciembre de 2011

EEUU, Rusia y China El oso ofende al águila, el dragón sonríe



PODER RUSO




Mundo
12-12-2011

M K Bhadrakumar

Asia Times Online,

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Debido a un comentario del lunes, aparentemente inprovisado, EE.UU. convirtió la elección parlamentaria rusa del 5 de diciembre en un tema crucial para los vínculos entre EE.UU. y Rusia. La dramática escalada de la retórica disipa las continuas pretensiones de un “reajuste” de las relaciones del gobierno de Barack Obama.

En una rápida maniobra, Pekín también ha dado un paso para expresar su comprensión hacia Moscú. Las líneas de falla tendrán impacto en la situación regional e internacional respecto a una cantidad de temas en el futuro.

Recapitulemos. La secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton no tardó en comentar respecto a la elección parlamentaria rusa cuando habló al margen de la II Conferencia de Bonn en Alemania el lunes: lanzó dardos hacia el Kremlin y afirmó que estaba “preocupada” por la conducción de la votación y que “el pueblo ruso, como todo pueblo, merece el derecho de que se escuche su voz y que sus votos cuenten”.

Clinton se pronunció antes de que los resultados de la elección estuvieran totalmente disponibles. En realidad el recuento total de los votos de las vastas regiones de Rusia no estuvo disponible hasta el miércoles. Reveló que el partido gobernante Rusia Unida (RU) sufrió un severo golpe al perder hasta 77 escaños de los que tenía en el Parlamento saliente de 450 miembros. RU obtuvo apenas una mayoría simple de 238 escaños.

Clinton lo presentó como si el Kremlin hubiera orquestado una victoria de un 98% al estilo soviético de RU. Mientras, los medios occidentales se pusieron a trabajar para presentar el resultado como una gran “derrota” del primer ministro Vladimir Putin (quien se presenta como candidato a presidente en la elección del 4 de marzo), Clinton argumentó en una dirección diametralmente opuesta, como si la dirigencia del Kremlin pisoteara la opinión popular y consolidara su control del poder.

Curiosamente, Clinton no abandonó el tópico después de sus observaciones en Bonn, sino que lo retomó de inmediato al día siguiente para lanzar otra hiriente reprimenda a la dirigencia rusa desde un podio de alto perfil en el umbral de la puerta de Rusia –Vilna, Lituania– en presencia de toda la comunidad de Estados postsoviéticos y de la Vieja y la Nueva Europa. Su elección del foro de la Organización por la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) fue particularmente simbólica ya que el organismo regional es el heredero de la Guerra Fría del famoso Acuerdo de Helsinki de 1975.

¿Qué provocó el ataque estadounidense? Una explicación simple podría ser que Clinton aprovechó una oportunidad de vilipendiar a Putin y de hacer que su candidatura a la presidencia en el Kremlin en la elección presidencial rusa del 4 de marzo sea difícil y controvertida.

Primavera en pleno invierno

Por cierto, hubo suficientes indicios en las últimas semanas de que Washington se siente molesto ante la alta probabilidad de que Putin vuelva como presidente de Rusia en un período formativo en la política Mundial. Putin significa una Rusia asertiva, una Rusia que negociará duro para influir en los acontecimientos mundiales, una Rusia que reforzará su cooperación y coordinación con China, una Rusia que se opondrá con fuerza al crucial proyecto de EE.UU. en Medio Oriente de restablecer su hegemonía sobre la región en las nuevas condiciones de “democracia”.

El Ministerio de Exteriores ruso ridiculizó rutinariamente la observación de Clinton, pero la reacción de Moscú recién tuvo lugar cuando Putin habló el miércoles después de dejar que la secretaria de Estado de EE.UU. dijera todo lo que tenía que decir. Dijo:

Consideré la primera reacción de nuestros colegas estadounidenses. La secretaria de Estado no tardó en evaluar las elecciones, y dijo que son injustas e inicuas, incluso antes de recibir el material de los observadores de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OSCE). Marcó las pautas para algunos actores en nuestro país y les dio una señal. Oyeron esa señal, y comenzaron su trabajo activo con el apoyo del Departamento de Estado de EE.UU.

Luego Putin siguió afirmando que “cientos de millones” de dinero extranjero se han utilizado para influenciar el resultado de las elecciones de Rusia y que Rusia debe proteger su soberanía.

Cuando dinero del exterior se invierte en actividades políticas dentro de otro país, es algo que nos preocupa… No nos oponemos a que los observadores extranjeros monitoreen nuestro proceso electoral. Pero cuando comienzan a motivar a algunas organizaciones del país, que afirman que son internas pero que en realidad están financiadas por extranjeros... es algo inaceptable. Tenemos que pensar en la mejora de nuestras leyes a fin de responsabilizar a los que cumplen las tareas de un Estado extranjero para influenciar nuestros procesos [políticos] internos.

No cabe duda de que la respuesta es dura, y hay que señalar cuatro cosas. Primero, ha sido una rara acusación personal de la propia Clinton a fin de suscitar inestabilidad en Rusia. Segundo, Putin identificó al Departamento de Estado de EE.UU. dentro del gobierno de Barack Obama por trabajar según un plan de acción. Tercero, Putin dejó entrever que existe evidencia concreta de interferencia estadounidense en manos de los servicios de inteligencia rusos. Finalmente, indicó que Moscú no guardará un perfil bajo en este asunto.

Clinton no se puede quejar de que Putin haya usado un tono personal. La campaña del Departamento de Estado contra Putin había asumido últimamente un tono negativo incluso según los estándares de las tumultuosas relaciones rusas-estadounidenses. Hace una quincena Radio Libertad/Radio Europa Libre (RFE/RL) presentó un informe sobre la vida personal de Putin, con la intención aparente de animar un tsunami contra Putin en la red de los medios sociales en Rusia.

No se puede recordar ninguna circunstancia en la que los medios oficiales rusos hayan llegado a un grado tan profundamente repugnante como para atacar a Bill Clinton durante el clímax del escándalo sexual de Monica Lewinsky. En retrospectiva, EE.UU. parece haber anticipado que los servicios de inteligencia rusos están en posesión de evidencia concreta que apunta a la interferencia estadounidense en la política rusa. El comentario de RFE/RL parece haber sido una táctica de distracción para sacar al águila de la trampa tendida al oso.

El intento de Clinton parece haber ido en general en la misma dirección cuando adoptó una postura moralista y convirtió la elección en Rusia en un tema que marcha un hito en el progreso de la democracia en el Siglo XXI. Desde ese momento, en realidad, al gobierno de Obama no le quedó otra alternativa que la ridícula de animar una erupción parecida a la de la plaza Tahrir en Moscú.

Según la tabulación del New York Times, el jueves por la tarde más de 32.000 personas habían hecho clic en una página de Facebook para decir que se reunirían cerca del Kremlin. El diario lo evaluó cuidadosamente: “Incluso si apareciera la mitad de esa cifra, sería la mayor protesta política desde la caída de la Unión Soviética”.

Pero la llegada de la Primavera Árabe en medio del invierno ruso en Moscú solo puede tener consecuencias previsibles. Pekín también observa ese fenómeno antinatural. Si el New York Times siente que “Putin tiene dificultades para recuperar su base después que su partido, Rusia Unida, sufrió grandes pérdidas en las elecciones del mundo”, los observadores en Pekín han llegado a una conclusión diferente.

Es Putin, ¡estúpido!

Incluso mientras Clinton hablaba en Bonn el lunes, el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hong Lei, extrajo conclusiones exactamente opuestas. Dijo: “Nosotros [China] creemos que la elección será beneficiosa para la unidad social, la estabilidad nacional y el desarrollo económico de Rusia”. Dijo que China respeta la voluntad del pueblo ruso y trabajará con los rusos para impulsar la “exhaustiva cooperación de coordinación” entre los dos países”.

China tomó una decisión deliberada de adoptar ya el lunes una posición clara aunque el revés sufrido por RU en la elección se conocía en Pekín. La agencia noticiosa Xinhua incluso había agregado una nota de advertencia en un conciso comentario con fecha del lunes en Pekín:

A pesar de que es muy probable que gane la elección parlamentaria, muchos desafíos esperan a Rusia Unida de Vladimir Putin, mientras enfrenta una mayoría considerablemente reducida. Algunos analistas citan el lamentable estado de la economía de Rusia como motivo de la baja en el apoyo. Muchos consideran también que el partido ha fracasado en la reducción de la corrupción y no ha cumplido sus promesas de mejorar la eficiencia del gobierno. También ha habido un gran número de críticas al gobierno de Putin en sitios de chateo en Internet y foros en línea.

El martes, sin embargo, Xinhua publicó un comentario completo que rechaza enérgicamente las afirmaciones de EE.UU. y la “descripción caricaturesca” de la “conclusión anticipada de que el partido gobernante en Rusia, Rusia Unida, dirigido por el primer ministro Vladimir Putin, ha ganado las elecciones a la Duma estatal”.

El comentario estima con pequeños matices que el tema crucial no era la ‘democracia’ en Rusia, sino Putin:

Se dice que la visión del mundo de Putin es ‘anti-occidental’… Los políticos estadounidenses no están interesados en ver al ‘hombre fuerte’ en el cenit del poder ruso… la Casa Blanca no se pondrá contenta ante la perspectiva de encarar de nuevo al ‘espinoso’ presidente Putin… La elección en Rusia se ajusta solo a su propio interés, lejos de hacerse eco de las necesidades de los países occidentales. La reacción de la señora Clinton parece comprensible.

Xinhua señaló que las políticas de Rusia no concuerdan siempre con sus propios intereses y que a veces Moscú ha preferido actuar ante algunos temas en línea con la “práctica occidental”, pero incluso entonces, semejantes actos “no podrían constituir un acoplamiento preciso” a la agenda occidental, y por eso continúan las presiones occidentales sobre Rusia. El comentario, a propósito, fue atribuido al columnista del People's Daily, Li Hongmei.

Es bastante obvio que China considera el gran cuadro de la dinámica del poder en la escena mundial. Pekín nunca ocultó enteramente su alta consideración por Putin como defensor consecuente de los imperativos de los lazos estratégicos entre China y Rusia. Pero la actual acrimonia en las relaciones entre EE.UU. y Rusia también tiene lugar en una coyuntura crucial para China.

En diversos frentes, la coordinación con Rusia se ha convertido en un aspecto muy vital de la política regional china. No menos de cuatro veces, altos funcionarios del Ministerio de Exteriores chino viajaron a Moscú para consultas durante el mes de noviembre.

La coordinación rusa-china está en su punto más alto. Su veto “conjunto” en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la resolución respecto a Siria no tiene paralelo. Luego bloquearon la transmisión al Consejo de Seguridad en Nueva York de una resolución adoptada por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. Pekín ayudó a Moscú a lograr que el BRICS adoptara la posición de Rusia respecto a Siria como posición común.

Respecto a Irán, también, los dos países están frustrando las iniciativas de EE.UU. de imponer sanciones adicionales (el enviado ruso ante las Naciones Unidas, Vitaly Churkin, sugirió que es hora de que el Consejo de Seguridad reduzca incluso el régimen de sanciones existente). Respecto a Asia-Pacífico, Rusia está junto a China de acuerdo con la declaración conjunta de los dos países adoptada el año pasado en septiembre.

Rusia y China se oponen ambas al establecimiento de bases militares de EE.UU y la OTAN en Afganistán. Están interesadas en realzar la autonomía estratégica de Pakistán. Trabajaron juntas en la reciente conferencia de Estambul (2 de noviembre) para descarrilar el proyecto favorito de Clinton de la Nueva Ruta de la Seda. Probablemente se llegará a un nuevo nivel máximo cuando el enviado a la OTAN de Rusia, Dmitry Rogozin, viaje a Pekín (y Teherán) para discutir el programa de defensa de misiles (ABM) de EE.UU., que plantea un importante obstáculo en las relaciones entre EE.UU. y Rusia.

Pekín ha estado observando de cerca, pero silenciosamente, el juego de las sombras entre EE.UU. y Rusia respecto a ABM y las consultas de Rogozin deben basarse en silenciosas señales de que Pekín quiere discutir las cosas. Rusia y China tienen intereses específicos respecto al tema de ABM, pero cualquier grado de coordinación, por provisional que sea, formaría un nuevo patrón en la seguridad internacional.

Sobre todo, Pekín cuenta con Putin para que asegure de alguna manera que las negociaciones pendientes respecto a un acuerdo de billones de dólares sobre el gas se concluyan rápidamente. Ante el establecimiento por  parte de EE.UU. de una base militar en Australia y el fortalecimiento de su presencia en Singapur y también su actividad para unir a los países asiáticos a fin de que ayuden a revitalizar su papel de liderazgo, las preocupaciones de seguridad energética de China se están agudizando.

Resumiendo, la trayectoria de la actual acrimonia entre EE.UU. y Rusia y el éxito de Putin al superar el furioso ataque estadounidense contra su carrera política son de extrema importancia para China. Si el águila ha sido realmente atrapada en una trampa que pensaba haber tendido al oso, sería un motivo de alegría para el dragón.

El embajador M. K. Bhadrakumar fue diplomático de carrera del Servicio Exterior de la India. Ejerció sus funciones en la extinta Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía

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Una sombra bélica se cierne sobre Irán

 

TEHERAN AMENAZADA


12-12-2011

 

Txente Rekondo

Gara/Rebelión

Desde el pasado verano se vienen sucediendo los acontecimientos que sitúan a Irán en el centro de una estrategia que sitúan al país a las puertas de un peligroso escenario bélico, e incluso ante una posible agresión militar por parte de Estados Unidos e Israel. Durante estos meses la mayoría de acusaciones contra Irán han estado basadas en hechos e informaciones que con el paso del tiempo se han demostrado falsas, pero que han servido para atacar dialécticamente o con sanciones a aquel país.

Primero fue el supuesto complot iraní para acabar con la vida del embajador saudí en EEUU (más propio de una tragicomedia de Hollywood), posteriormente fueron las acusaciones de que Teherán estaba detrás de las protestas populares en Bahrein (un posterior informe del propio gobierno local desmentiría esa teoría), recientemente el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicó un informe que ha servido de excusa para que tanto EEUU como Gran Bretaña intensifiquen su campaña de sanciones económicas y diplomáticas contra Irán.

Posteriormente el asalto a la embajada británica en Teherán ha provocado la expulsión de los diplomáticos iraníes en Gran Bretaña, al tiempo algunas noticias sin confirmar apuntaban a dos importantes explosiones en la ciudad de Isfahan, que supuestamente habrían afectado a las instalaciones nucleares próximas a esa ciudad iraní.

La última excusa que han utilizado Washington y sus aliados ha sido el informe de la OIEA sobre el programa nuclear iraní. Importantes expertos y analistas de todo el mundo han puesto en entredicho dicho informe, alegando que el sustento del mismo se ha basado en informaciones procedentes de algunos servicios secretos de países nada cercanos al régimen de Teherán. Además, algunas fotografías aportadas son de principio de la actual década, o se hace mención a un programa sobre misiles que Irán ha abandonado hace años, o se intenta vincular al programa nuclear a un especialista ucraniano que trabajó en el país en los años noventa.

Como señalan esas fuentes, la mayor parte del informe hace referencia a actividades anteriores a 2003, obviando lo que la propia inteligencia norteamericana reconoció en 2007, que el programa nuclear iraní ha “sido pacífico desde 2003” y ocultando intencionadamente la colaboración que el gobierno iraní ha estado manteniendo con la citada agencia. Todo hace indicar que la OIEA no ha contrastado la información suministrada por algunos gobiernos (desinformación le llaman algunos), pero su informe ha servido para aumentar la presión en torno a Irán a través de sanciones (lo que algunos definen como una verdadera guerra económica)

EEUU ha aprovechado con rapidez esta nueva coyuntura. Las presiones de los llamados halcones de la política exterior estadounidense, y del propio Congreso, junto a las elecciones presidenciales del próximo año, han contribuido a que la administración de Obama se decante por un nuevo paquete de medidas sancionadoras contra Irán. El hecho de que en esta ocasión se haga hincapié en un supuesto rechazo del crudo y gas iraní puede poner en una complicada situación a terceros países, aliados de EEUU pero que dependen del suministro iraní (en Europa, Grecia, Italia y el estado español, y en Asia, Japón, Corea del sur o India, además del gas iraní que compra Turquía). Y todo ello sin olvidar que China mantiene importantes acuerdos comerciales con Teherán.

No ha tardado mucho tiempo Londres en sumarse a ese guión contra Irán. Las sanciones financieras bajo la excusa del informe de la OIEA han sido el detonante de los acontecimientos posteriores que han traído consigo el cierre de su embajada en Teherán y la expulsión de todos los diplomáticos iraníes del Reino Unido. Las posteriores manifestaciones en Irán, asalto a la embajada incluido, hay que enmarcarlas en ese contexto y en una historia de enfrentamientos y desconfianzas entre ambos países. La población iraní no olvida el papel que jugó Londres en su día “en el golpe de estado contra Mohammed Mosaddeq y todos los crímenes del viejo colonialismo británico contra Irán”.

Por ello son muchos los que ven en estas maniobras un evidente intento de “cambio de régimen”, más todavía al hilo de lo que ha acontecido en Libia, o lo que están intentado repetir en Siria. No obstante, la mayoría de analistas coinciden en apuntar que la situación no es la misma en Irán y difícilmente se podrá repetir el citado guión. Al contrario, son cada vez más las voces que apuntan a que esta campaña de aislamiento contra Teherán está encaminada a incrementar la “iranofobia”, como previo paso para otro tipo de actuaciones contra el país.

La campaña de guerra psicológica y bélica contra Irán está en marcha. Por un lado está la parte más visible y retórica, con ataques y acusaciones públicas y sobre todo con una constante amenaza de pasar de las palabras a los hechos. Pero por otro lado está la guerra encubierta o sucia que llevan practicando desde hace tiempo EEUU e Israel contra Teherán. Sabotajes industriales, guerra cibernética o eliminación física de personalidades iraníes ligadas al programa nuclear o al aparato militar son algunos aspectos de esa estrategia.

Si bien la respuesta de Irán está siendo comedida, evitando una escalada bélica o una respuesta que sirva de excusa a una posterior agresión a mayor escala, ello no ha evitado que el gobierno iraní haya desmantelado estos meses una importante red de espías que trabajaban para EEUU, lo que ha supuesto a su vez un duro golpe para la CIA en el país y en la región. Los dirigentes iraníes barajan varios posibles escenarios en torno a una agresión militar por parte de EEUU. Una ataque aéreo a gran escala, seguido de una operación masiva terrestre; una agresión limitada para forzar a Irán a unas negociaciones a la baja; o una guerra encubierta para debilitar la capacidad operativa militar iraní. El tercer escenario (una guerra de inteligencia) es el que barajan en Teherán, donde la orquestación de una guerra psicológica buscaría “arrebatar algunas de las cartas que a día de hoy tiene Irán” en una hipotética futura negociación”.

También en los despachos norteamericanos llevan tiempo analizando las consecuencias de una agresión militar contra Irán, y la mayoría de los asesores de la administración coinciden en resaltar que un ataque israelí “serían diez veces peor” que uno de EEUU. Las hipotéticas respuestas de Irán inquietan en Washington, donde barajan todo un abanico de escenarios. Un ataque iraní contra instalaciones petrolíferas de Arabia Saudí (unido a un levantamiento chiíta en la zona), bajo el pretexto de que Israel habría usado el espacio aéreo saudí apara el ataque; ataques contra territorio israelí y contra instalaciones militares, creando un clima de inseguridad en Israel; convertir Iraq y Afganistán en un polvorín, con las dramáticas consecuencias que ello traería para las fuerzas occidentales…son algunas de las hipótesis que preocupan sobremanera a los impulsores del actual guión contra Irán.

El escenario internacional está moviéndose en torno a estas hipótesis. El dominio regional tiene muchos pretendientes (Irán, Arabia Saudí, Turquía o Egipto) y las alianzas en ese contexto son evidentes. El pulso que Irán mantiene con EEUU, Israel y Arabia Saudí se presenta en diferentes lugares, desde Siria, al Líbano, pasando por Iraq o Afganistán. La excusa actual, en torno a la capacidad nuclear de Irán, se caería por sí misma, sobre todo si vemos el doble rasero ante Israel (no ha firmado el tratado de no -proliferación de armas nucleares, impide cualquier inspección internacional, y su capacidad cuantitativa es mucho mayor y más peligrosa).

La caída de Siria debilitaría a Irán, que perdería un aliado estratégico, y los sabotajes y la guerra sucia buscarían una mayor vulnerabilidad de Teherán ante la configuración del nuevo panorama regional. En un reciente informe, se señalaba que EEUU tiene tres opciones: aceptar el programa nuclear iraní, intentar un acuerdo sobre el uso pacífico del mismo, o una acción bélica. Probablemente de los tres éste sea el que tenga las consecuencias más terribles e impredecibles, y por ello sería la opción a evitar. No obstante, la sombra bélica sigue planeando sobre Irán, conforme a un guión elaborado hace tiempo en Washington o Tel Aviv.

TXENTE REKONDO.- Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes

Europa da tumbos por un peligroso callejón sin salida

 

Larry Elliott · · · · ·

 

11/12/11

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Europa camina sonámbula hacia una prolongada depresión. La perspectiva de que 2012 sea testigo de la fractura de la eurozona es real. Los mercados financieros ya están empezando a desechar lo que parece el ultimísimo intento, bien que más sofisticado, de seguir dando largas. Gran Bretaña se ha aislado en los márgenes de la Unión Europea, tal vez el cambio más significativo de una cumbre que definitivamente no significa un antes y un después en la crisis de la moneda única. Pero al menos los intereses de la City de Londres han quedado defendidos. Por ahora.

En resumen, la cumbre que se suponía iba a salvar la unión monetaria ha estado bastante cerca del desastre. En los prolegómenos de las conversaciones, los mercados esperaban un final feliz a la saga de la deuda: un acuerdo que preparase el terreno para que el Banco Central Europeo acudiera al rescate de Italia y España, asediadas por los patrulleros de los bonos. Lo que han conseguido, en cambio, es un cisma político, reformas sin perfilar y una absoluta carencia de pensamiento económico novedoso.

Los mercados, francamente, fueron siempre optimistas de un modo absurdo respecto al resultado de la cumbre, pero aun así, ésta podía haber tenido resultados positivos. Tres cosas hacían falta para que fuese un éxito: debía darse una estrategia de crecimiento que fuera más allá de las invocaciones a una austeridad todavía mayor y a reformas estructurales a largo plazo; era preciso un verdadero compromiso por parte de los estados miembros de poner sus finanzas públicas en orden, y el BCE tenía que mostrar su buena disposición a hacer lo que fuera necesario para rebajar el interés de los bonos en la atribulada periferia del área del euro.

No se ha conseguido ni uno de esos objetivos. Lo que hacía falta era una hoja de ruta de una situación que amenaza a Europa con uno y acaso dos años de crisis. En cambio, lo que tenemos es un anteproyecto para evitar la próxima crisis, suponiendo que la unión monetaria sobreviva hasta entonces.

El pacto fiscal es ferozmente deflacionario en su concepción. Europa va a contar con su propia norma de presupuesto equilibrado, tan cara a los conservadores fiscales norteamericanos, que impedirá que los países rebasen el 0,5% de déficit presupuestario en el PIB una vez tenido en cuenta el estado del ciclo económico. Esto les da cierto margen de maniobra para mantener un déficit presupuestarios en recesión, pero no tanto, porque no se permitirá que el déficit se disparen por encima del 3% del PIB, sin que importe lo duras que lleguen a ser las condiciones. Se trata de un techo puramente arbitrario y está muy por debajo del déficit real de buen  número de países de la eurozona.

Hay más, sin embargo. Los países se verán obligados mantener sus niveles de deuda por debajo del 60% del PIB, y el plan estriba en que reduzcan anualmente su deuda bruta en una ventésima parte de la diferencia entre el nivel real de deuda nacional y el límite del 60%. Tal como apunta James Nixon, deSociété Générale, puede que ésta demuestre ser la más draconiana de todas las nuevas normas.

Estos frenos restringirían gravemente la libertad de acción de cada país a la hora de gestionar medidas políticas fiscales independientes, que es, para empezar, la razón por las que las propuso Angela Merkel. La idea de Berlín es que la moneda única andaría bastante mejor si todo el mundo siguiera las mismas reglas, reglas alemanas.

La pregunta del millón es si todos los países acatarán lo que equivale a una versión endurecida del pacto de estabilidad y crecimiento ya existente, cuando no lo han hecho en el pasado. Algunos de los países más pequeños, como Finlandia, ya han expresado sus reservas respecto al mecanismo propuesto para desencadenar las sanciones contra aquellos países que se estime han violado las normas, mientras que Nicolas Sarkozy no muestra grandes deseos de tener que esperar a la aprobación de Merkel para promulgar el presupuesto francés. Habrá mucho regateo antes de concluir un acuerdo y los

mercados estarán inevitablemente muy en alerta ante cualquier signo de recaída.

Por último, está el papel del BCE. Adelantándose a la cumbre, su nuevo presidente, Mario Draghi, afirmó que si los participantes pusieran en orden la casa fiscal europea, se darían después "otros elementos". Se suponía que esto significaba que el BCE ampliaría su balance para comprar cantidades sin límite de bonos italianos y españoles, reflejando los programas de ajuste cuantitativo del Banco de Inglaterra y la Reserva Federal norteamericana. Draghi declaró el jueves, empero, que no era eso lo que tenía pensado.

¿A qué lleva todo esto? No es el gran bazuka que los mercados esperaban y que nunca tuvo probabilidades de existir. Merkel quiere mantener unido el euro, pero no está preparada para adoptar acciones que cree dañarían de modo fundamental la economía alemana. La compra sin límite de bonos por parte del BCE parece incluirse en esa categoría.

Tenemos lo que Steen Jakobsen, economista jefe del banco Saxo bank, llama "prolongar y fingir": el "gran plan" todavía no está a punto, pero ya se ha establecido una fecha límite en marzo para entregar uno.

Para ese entonces, la eurozona habrá entrado en recesión e italianos y españoles andarán intentando elevar el espeso tope de 500.000 millones de euros para financiar sus deudas.

Los países de la periferia de la eurozona se enfrentan a una elección binaria: o se vuelven más como Alemania o intentan abandonar la moneda única de la forma más ordenada y digna posible.

Jakobsen ha declarado: "Preveo una "reunión de cardenales" en 2012, entendiendo por ello que tras un notable bajón del mercado de valores, la UE clausurará el mercado de bonos durante una semana o dos y resolverá quién está dentro, a qué precio y cual es la pérdida".

Europa esta ya a las puertas de una desagradable doble recesión, pero no lo dudemos, cerrar los mercados para un cónclave de cardenales podría señalar un absoluto desastre.

David Cameron le habrá ahorrado a la City de Londres una tasa sobre las transacciones financieras, pero el resto del país quedará devastado. En ese momento la cumbre aparecerá bajo su verdadera luz: otro bandazo más para Europa en un callejón sin salida y una victoria pírrica para Gran Bretaña.

Larry Elliott dirige la sección de economía del diario británico The Guardian y es coautor, junto a Dan Atkinson, de The Gods That Failed: How the Financial Elite Have Gambled Away Our Futures (Vintage) [Divinidades fallidas: Cómo la élite financiera se ha jugado nuestro futuro].

Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón

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