martes, 21 de julio de 2015

MEMORIA Y CALLEJERO

 


Dicen y dicen bien que la Historia siempre la escriben los vencedores. Por eso sabemos tanto del imperio romano. El devenir histórico se asemeja a las capas o estratos geológicos que capa a capa, generación a generación, realizan la labor inacabable de levantar y hundir cordilleras y excavar lechos fluviales.
La Historia humana es mucho más breve, pero transcurre a veces con violencia volcánica o sísmica, las guerras y revoluciones son a modo de erupciones o terremotos que dejan configurado el entorno a veces para largos tiempos, siglos, a veces para un breve paréntesis. Los terremotos políticos dejan huellas varias y una de ellas, y de las más comunes en el mundo, es en loa humildes carteles que dan nombre a calles y plazas de ciudades y pueblos. En la tradición europea, la religiosidad cristiana colmó durante centurias el nomenclátor de los itinerarios urbanos y vírgenes y santos o trozos de la vida de Cristo o de los santos aparecían y siguen apareciendo hoy todavía en muchos lugares es la memoria inmemorial.. Pero la POLÍTICA Y LA GUERRA han asaltado el callejero y dirigentes de partidos o generales más o menos valientes, más o menos traidores, dese Franco a Pinochet, pasando por los eternos nombre franceses de la Guerra del 14.
Aquí en España y en la Villa y Corte de Madrid, la bien llamada CORTE DE LOS MILAGROS del gran Valle Inclán, no nos faltan ni gorras de plato ni espadines ni espadones para dar y tomar , muchos de ellos hoy casi ilustres desconocidos de cuyas hazañas se ha ido olvidando el rastro.
La gran catástrofe española 1936, 1939 a la que algunos se atrevieron a llamar guerra de liberación, fue un huracán en los callejeros y calles, plazas avenidas y hasta humildes callejuelas vieron sustituidas sus viejas denominaciones por una repetitiva serie de figuras del conflicto civil o de sus promotores hasta el hartazgo, batallas y protagonistas de hechos relevantes para los vencedores, camparon y campan en los itinerarios urbanos españoles y en especial madrileños. En los cinco primeros años de la Transición, se intentó un cierto lavado de cara eliminando rótulos demasiado llamativos empezando por la emblemática GRAN VÍA, por una importante parte norte de LA CASTELLANA y por el PASEO DE RECOLETOS además de la CUESTA DE SAN VICENTE o la calle de SANTA ENGRACIA y tantas otras más.

LLEGÓ EL 24 DE MAYO DE 2015, ¿QUE VA A PASAR AHORA?

Más de 20 años de dominio absoluto del PP llevaron consigo una entendible pereza de cambiar nombres que a esa formación política le eran y le son muy gratos, la memoria es de cada persona, de cada familia o de cada grupo o cultura, no se puede entender que en París se rotule a una avenida con el nombre de Waterloo. Se ha venido hablando y mucho de MEMORIA HISTÓRICA. Se ha dudado al ver levantar monumentos a los dirigentes de las luchas que llevaron a la independencia a los pueblos de América latina como JOSÉ DE SAN MARTÍN o SIMÓN BOLIVAR. ¿Existe en París alguna estatua de BEN BELLA?
Es el momento de proceder con calma y buscar a quien dedicar ese trozo de vida colectiva que son los carteles de calles y plazas para no incurrir en la casi broma que se ha dado en Madrid con tanta proliferación de generales en el callejero, cuando en la Transición se eliminó al omnipresente GENERAL MOLA el nombre de Don Emilio fue sustituido por el de Don Baldomero Espartero espadón de la guerras carlistas, es decir un militar por otro. En el Distrito de Chamberí una calle poco conocida llevaba durante el franquismo el nombre de GENERAL GODED, militar que apoyó el levantamiento en las Baleares, con el cambio político se buscó el nombre tradicional de la vía y apareció el del muy desconocido GENERAL ARRANDO, guerras y guerritas, batallas, emboscadas y cuartelazos asonadas y pronunciamientos, el principal de los cuales fue sin duda el de 1936. .
Tras el cambio municipal del 24M hay que ver cuál es aquella memoria que refleje sin ofender el verdadero sentir del pueblo, los generales ya casi olvidados del siglo XIX como SERRANO , NARVÁEZ u O`DONELL pueden quedarse conde están pues ya forman parte del paisaje urbano. La guerra civil debe ser trascendida, Madrid guarda nombre de personas ilustres que hicieron mucho por este país y esta Villa, siempre habrá discrepancias como vemos hoy en el centenario de Francisco Giner de los Ríos, pero habrá que ordenar el callejero y no nos vamos a quedar solo con nombres de pájaros y de minerales.

José Ramón Montes GATONEGRO

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