sábado, 12 de marzo de 2016

Se joden a los pobres



“Mientras en los bancos ganamos miles de millones a los pobres les va mal porque quieren”







Pedro Echevería V.

Rebelión

1. En 2015 el Grupo Financiero Banamex logró utilidades por 18 mil 142 millones de pesos, 28 por ciento más que en 2014. Ganó 11 mil 994 más que en el ejercicio pasado. Esa cantidad ganó Banamex, ¿Cuánto habrán obtenido otros 10 grandes bancos y decenas de enormes negocios? Remata el banquero Torres Cantú en entrevista con La Jornada: “Es imposible un buen año en el sistema bancario sino hay un buen año para el país… O sea, sí es cierto que vamos para abajo, pero estamos muy lejos, gracias a dios, de estar teniendo un problema con la economía. El 90 por ciento de los países estarían felices creciendo como México”.

2. Y sigue el razonamiento de los grandes hombres de negocio: Si los banqueros y grandes millonarios están a toda madre, el pueblo mexicano –por pura lógica pura y elemental- está maravillosamente. Preguntamos: ¿Quiénes están comprando en grandes cantidades en el mercado y quiénes están depositando su dinero en los bancos sino es obviamente el pueblo que cada día vive mejor? Decir que en México se está desplomando su moneda, que el precio del petróleo se fue al fondo, que no crece su economía, que el desempleo es cada vez mayor, que la migración a EEUU crece o que la corrupción es imparable, es tener mala voluntad.

3. Y continúan los millonarios de México: ¿Acaso se ha desfondado la economía mexicana por el hecho de la dolarización, la gigantesca fuga de capitales hacia los EEUU y los llamados paraísos bancarios? Aunque se diga que se ha engañado mucho al pueblo, nosotros los hombres de negocios vemos que la llamada crisis actual es pasajera y que muy pronto México –usando sus enormes recursos y su prestigio internacional- va a despuntar, resurgirá como el gran país que siempre ha sido, como el “ave fénix”. El pueblo debe ser muy optimista porque es el único pensamiento que lo hará olvidar los malos pensamientos de los enemigos de México.

4. Si México estuviera mal, por desconfianza no recibiría los gigantescos préstamos del Fondo Monetario y del Banco Mundial; si no estuviera bien nuestro país nadie tendría confianza en México y no se registrarían grandes volúmenes de deuda interna. Entiéndase, señalan los banqueros, que México siempre ha tenido enorme capacidad para endeudarse porque asimismo tiene una enorme capacidad para pagar lo que debe. Aunque vendió las un mil quinientas empresas “paraestatales” en los años ochenta, todavía cuenta con enormes riquezas petroleras, eléctricas, tierras, bosques y mucho más que pueden respaldar su endeudamiento.

5. Así que el pueblo no debe escuchar a los malos mexicanos amargados que siempre están descontentos. México es el país del presente y del futuro con una historia muy rica porque los buenos mexicanos, al parejo con sus gobernantes, han hecho sacrificios para que la industria, los bancos, las instituciones prosperen en beneficio del país. Y si acaso siguen habiendo pobres –que cada vez son menos- es por indolentes, por tener muchos hijos y por ser muy desorganizados. Tenemos que inyectar optimismo al pueblo para que sepan apreciar el mundo en que viven, las maravillas construidas en las ciudades y sobre todo lo bien que se vive.

6. Por ello una nueva revolución en México sólo es pensamiento de mentes calenturientas. Ya tuvimos en 1910-17 una gran revolución y a todos nos ha ido bien: tenemos escuela gratuita para todos los niños; enormes centros de servicio de salud; edificios, carreteras, autopistas, automóviles y todo lo que se nos antoje. Si alguien no tiene es porque no quiere. Al pueblo le gusta mucho andar sin zapatos, vestir con viejas ropas y comer comidas que no lo nutres, ¿qué hacer si así goza y le gusta ser? Los banqueros se retiraron después de aplaudir a sus representantes que les dieron muy buenas noticias.

7. Después de esas declaraciones en el sentido de que México está muy bien, mejor que el 90 por ciento de países, pareciera que en lugar de luchar los trabajadores deben organizar una caravana o misas de agradecimientos a Peña Nieto y su equipo de gobierno. Pero como nosotros sabemos que en el neoliberalismo y en el capitalismo los que siempre ganan miles de millones de dólares son la minoría de la clase dominante y quienes siempre pierden son los trabajadores, pues no queda otra que seguir apoyando las luchas de los de abajo –que son el 90 por ciento de la población- contra los de arriba que son unos dos mil millonarios.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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