jueves, 9 de junio de 2016

El Gran Maestre con coleta

El Gran Maestre con coleta

Los chicos del Club Bilderberg, esa peña de ricos y altos ejecutivos de multinacionales que, según se dice, controlan los hilos del mundo con la destreza de un titiritero, han empezado hoy sus reuniones el Taschenbergpalais Kenpinski, un hotel palacio de Dresde que Augusto el Fuerte, rey de Sajonia, mandó construir como símbolo de amor a lo Taj Mahal para una de sus amantes. No es extraño que llamen a Dresde la Florencia del Elba porque el tal Augusto, entre condesas, baronesas, princesas y bailarinas, siempre tenía el tálamo de bote en bote a mayor gloria de la arquitectura de la ciudad.

Desde que los secretísimos encuentros de los plutócratas son más públicos que el alcantarillado y un gabinete de prensa difunde los temas a tratar, la logia ha perdido mucho glamour. Tanto como el propio Taschenbergpalais Kenpinski, que anuncia un tres por dos tipo Carrefour para sus habitaciones al imbatible precio de 269 euros, eso sí sin desayuno incluido. Dormir en la misma habitación en la que lo hará Luis Garicano, gurú económico de Ciudadanos y uno de los invitados de este año, está al alcance de muchos bolsillos.

No se sabe bien si la presencia de Garicano obedece a su dominio del inglés o a que los jefes de las multinacionales presentes –desde las petroleras Galp, Royal Dutch Shell y BP a PayPal o Fiat- quieren que les explique su modelo de contrato único, porque para ser instruidos sobre cómo seguir forrándose al mando de una empresa en crisis ya está Juan Luis Cebrián, que también es petrolero y además es socio numerario. En la edición de 2016 ha causado baja la reina Sofía, ya sea porque con una emérita como la reina Beatriz ya tienen bastante o porque no está al corriente de la cuotas.

Así que en esta ocasión, la diezmada representación española habrá de conformarse con César Alierta, que en cierta medida es otro emérito en Telefónica, y Ana Patricia Botín, además de los mencionados Cebrián y Garicano. Son pocos pero lo darán todo por sus colores.


¿Que de qué hablarán supuestamente los reunidos? Pues de China y Rusia, como en los viejos tiempos, de la geopolítica energética, que para eso van los gasolineros, y del precariado y la clase media, uno de los puntos más atractivos de la cita. El enfoque sobre este asunto es bidireccional, es decir que existe la posibilidad de debatir cómo convertir a los precarios en orgullosos propietarios de adosados en las afueras o cómo conducir a éstos últimos a los peldaños más bajos de la escala social, que es en lo que se está ahora mismo. No faltará, por supuesto, alguna charla sobre la inmigración pero desde la perspectiva del problema que tiene Europa porque para tres días que uno está en Dresde no se va a poner a hablar de las tragedias del telediario.

Puede que los Bilderberg se hayan dejado por el camino todo su morbo, aunque es de justicia reconocer que al menos ha dado de comer a Daniel Estulin, que habrá sido agente del contraespionaje ruso como él proclama pero que es un 007 con más cara que espalda. Estulin, que hizo un libro sobre el club, acaba de terminar una película, de la que él mismo es productor, guionista y hasta ayudante de sonido.

Entrevistado por La Vanguardia, Estulin avanza su tesis definitiva: “Podemos es una creación de las mismas fuerzas oscuras que emanan de Bilderberg. He aquí su impagable reflexión: “Podemos es masonería pura. De los símbolos a sus estatutos constitutivos. Cuando nace, hay dos partidos políticos completamente desacreditados, PP y PSOE, y una masa de ciudadanía enrabiada por todo lo que está ocurriendo en España. Si esa gente sale a la calle con ánimo de destruir, no habría ejército que pudiera pararla. ¿Cómo vas a parar a ocho millones de personas cuyos hijos pasan hambre? En el momento en que nace Podemos existen UPyD, IU y Cs pero representan a muy pocos votantes. Necesitaban una tercera gran fuerza para encauzar esa rabia. Y España no ha sido el único ejemplo. En otros países se alimentaron las ‘revoluciones de color’: de Yugoslavia a Ucrania pasando por Filipinas, Tiananmén o los claveles en Portugal. Instituto Tavistock puro y duro. Te quitas un gobierno de en medio controlando una revolución impulsada por el pueblo. Si la revuelta no nace de forma genuina, se crea artificialmente”.

Posiblemente para disimular, los mandamases del club de los ricos se han abstenido de convocar a Pablo Iglesias, que ahora que se ha puesto corbata está más bilderberg que nunca. Hubiera sido un puntazo verles inclinar la cabeza al paso del Gran Maestre con coleta.

Juan Carlos Escudier

Fuente. Público.es

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