lunes, 8 de agosto de 2016

… ¿Y EL PATRIOTISMO ALEMÁN?


 
Berlin, un lugar simbólico

En general y aunque el nacionalismo es reiteradamente atacado, las naciones siguen organizando desfiles y conmemorando viejas victorias, fiestas nacionales y monumentos a un mítico soldado desconocido de guerras olvidadas.  Francia, Rusia y China serían el ejemplo, cada 9 de mayo la Plaza Roja de Moscú se llena de un estruendo que cuadra muy bien con la obertura 1812 de Chaikovski.


 Pero y ¿ALEMANIA?

Pese a lo que se dice, la suerte bélica del país germano ha sido bien triste durante el pasado siglo; 1918 y 1945 son para los alemanes despertares de pesadilla, sobre todo el último de esos años, el OCASO DE LOS DIOSES que algunas veces se dijo. La división del país, el espectro de los juicios de NURENBERG y tantas otras circunstancias de todos bien conocidas, hacen difícil la satisfacción nacional, hay además mucha vigilancia, no vaya a ser que…
Pero resulta que Alemania está ahí, con su lugar geográfico central, su demografía, su tradición cultural y científica su lengua tan rica, su pensamiento, por citar algo desde Manuel Kant a Jorge Federico Hegel, Schopenhauer o Marx sin olvidar claro está la música, Bach, Schubert o Brahms...
Tras más de 70 años de la rendición de Berlín, Alemania con más o menos milagros, al parecer todos económicos, ocupa un alto lugar en el mundo cerca del consejo de seguridad de Naciones Unidas.
Pero en los años 40 y 50 del siglo XX, se pronunciaron discursos de vencedores que no fueron palabras al viento. Se potenció el europeísmo contra Rusia y contra una resurrección de lo alemán, la capital estuvo en Bonn signo de la derrota hasta que volvió a la Puerta de Brandemburgo.
Se decía que Mitterrand para animar a sus conciudadanos a votar en favor de Maastricht lanzó un reto, más vale una Alemania europea que una Europa alemana.
Los gobernantes alemanes desde Konrad Adenauer a Ángela Merkel parecen querer hacerse perdonar por la creciente potencia de su país, con un poder mercantil de pocos sentimientos, de poca vibración, el complejo es tan grande que en muchos foros los delegados de Alemania usan el inglés en sus intervenciones ¿Por qué?
Habermmas y otros pensadores ven en la hegemonía alemana algo sin voluntad de liderazgo, el país nieto de Bismarck no asume o no se le permite asumir el componente político de su potencia. En Frankfurt está el Banco Europeo, ese es el signo, pero otras expresiones de ese poder, ¿dónde están?
El BREXIT es una manifestación inglesa de su nacionalidad identitaria, el Frente Nacional de Francia, las elecciones en Austria o los votos de Holanda, muestran que el europeísmo impuesto tras la guerra va calando cada vez menos en las respectivas opiniones públicas.
El éxito reciente de ALTERNATIVE FÜR DEUCTLAND (AFD), puede apuntar al cabo del tiempo que en el territorio de la vieja RDA y ahora en todo el espacio nacional alemán se van echando al baúl de los recuerdos los complejos de “derrotados”. No se trata de rehabilitar al nazismo, pero sí de que ese país viva en plenitud sus triunfos industriales y económicos ya que una cultura es mucho más que las aburridas fluctuaciones del euro o las tribulaciones del malhadado DEUCHTBANK
ICH BIN ESTOLTZ EIN DEUCTCHER ZUSEIN
(ESTOY ORGULLOSO DE SER ALEMAN)
Jose Ramón Montes GATONEGRO


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