martes, 25 de octubre de 2016

Abstenerse por lo civil o por lo militar

Rodríguez Ibarra, que siempre regresa del valle de los dinosaurios


Juan Carlos Escudier

Los golpes no consisten sólo en disparar la artillería para deponer al Gobierno. Hace falta controlar los medios para emitir soflamas o sinfonías en Re menor, montar una junta para manejar el interregno y modificar las leyes, que no se hacen los pronunciamientos para que te restrieguen por la cara alguna declaración universal de derechos. En el del PSOE no ha hecho falta tomar los periódicos porque la mayoría estaban ganados para la causa, pero sí que se ha montado una gestora y se ha declarado, no ya el estado de alarma, sino el de excepción y sitio. Quiere esto decir que sus diputados no podrán votar ‘no’ a Rajoy acogiéndose a la objeción de conciencia del artículo 35 de su reglamento interno, sino que tendrán que abstenerse por el artículo 33 del Fuero de Susana y punto pelota.

Han sido muchas las voces en el partido que, tras el triunfo de la asonada, reclamaron que se minimizaran los daños, de manera que no se hiciera pasar un trago tan amargo a todo el grupo parlamentario, y que, en su lugar, fueron sólo los once de estómago más resistente los que invistieran a Rajoy, empezando por Antonio Hernando, que esta semana no tiene boda y puede con todo, desde las croquetas a la tarta de limón. Pero claro, no se sacan los tanques a la calle para luego no pisar los arriates y dejar que las margaritas sigan viviendo tan ricamente.

De hecho, la estrategia parece ser la de tierra quemada, con patente de corso para llevarse por delante a todo aquel que no cruce la calle por el paso de cebra. Así, un bando ha advertido de que romper la disciplina de voto podría acarrear la expulsión de los disidentes al Grupo Mixto, entre los que se encontraría el propio Pedro Sánchez, al que se le sigue viendo muy crecido pese a la decapitación a la que fue sometido. Paralelamente, se ha hecho saber al PSC que se vayan atando los machos y que si sus siete diputados no se abstienen se daría por roto el protocolo que rige las relaciones entre ambos partidos y que permite a los socialistas catalanes tener voz y voto en las decisiones del PSOE.

El citado protocolo se firmó allá por el año 1977 en un comité federal celebrado en un hotel de Madrid, el Castellana Hilton. Tras ser rubricado, se metió en un cajón y, sencillamente, desapareció. La última vez que alguien recordó su existencia fue en 2004, a raíz de la famosa entrevista del dirigente de ERC Carod Rovira con la cúpula de ETA en Perpignan en la que supuestamente habría pedido que no atentara en Cataluña. Se montó un lío del 15 y como Maragall, entonces presidente de la Generalitat, se hizo el remolón a la hora de destituir a Carod, que era su conseller en cap, Zapatero encargó la búsqueda del protocolo a Pepe Blanco y a Álvaro Cuesta, que tras un trabajo de arqueología a lo Indiana Jones dieron con el documento lleno de polvo y virado a sepia. La amenaza de romperlo y de presentar listas propias del PSOE en Cataluña en las generales de marzo de ese año fue suficiente para reconducir la situación.

Sin embargo, lo que entonces fue un farol ahora va muy en serio. La estrategia la puso negro sobre blanco este lunes Rodríguez Ibarra, que siempre regresa del valle de los dinosaurios en el momento oportuno. Hay que romper con el PSC porque no hacen más que bajar votos en Cataluña “y nos hacen perder votos en el resto de España”, y hay que acabar con las primarias porque “que voten los militantes va en contra de la esencia de la socialdemocracia”. En eso se está.

Por si lo de acabar con las primarias no fuera tan sencillo de momento, romper el protocolo con el PSC tendría una primera implicación: sus cerca de 20.000 militantes no podrían votar en la elección del secretario general del PSOE, lo que, sin duda, facilitaría las cosas al sultanato andaluz o al que desde allí se apoyara. Bien podría ser Patxi López, al que Rubalcaba intenta tapar bajo la manta, pero el cobertor es corto y le asoman la cabeza y hasta los pies. ¿Es casualidad que el primero de los audios del último comité federal filtrados y publicados hoy por El País sea el suyo? Posiblemente.

Sin el PSC tocando las narices y con Sánchez fuera del grupo parlamentario, ya sea por su expulsión al Mixto o porque renuncie voluntariamente al escaño, la lista de enemigos se reduciría considerablemente. La abstención por lo civil o por lo militar allana el camino. Sobre los solares no se puede construir de la noche a la mañana. Hay que derruir lo que aún queda en pie, retirar los escombros y desbrozar las hierbas. Tras los tanques, llega el tiempo de las excavadoras. Transitar por el PSOE exige el uso obligatorio del casco.

Juan Carlos Escudier

Fuente: Público.es

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