lunes, 24 de diciembre de 2012

El regreso de Alemania a Oriente Próximo

Alemania se acerca a la cúspide industrial


Nazanín Armanian

23dic 2012
La táctica de Barack Obama de mantener un discreto segundo plano en Oriente Próximo, sus malas relaciones con el Gobierno israelí, el odio que los pueblos de la región le profesan y el gran prestigio del que gozan los alemanes por su tecnología, ofrecen una oportunidad de oro a Alemania para recuperar su influencia política y también militar, perdidas tras la Segunda Guerra Mundial, en esta región estratégica y tensa. La “responsabilidad histórica” respecto a Israel completa las justificaciones de la presencia alemana en la zona.
En ese sentido, Washington mira a Berlín con recelo. ¡Por algo se ha negado a concederle el derecho de veto en el Concejo de Seguridad de la ONU! Mientras, le vigila.
La primera misión alemana, definida por la Canciller Angela Merkel como “una elección de dimensiones históricas” fue la de Líbano. Bajo la bandera de la ONU, Alemania envió dos fragatas y 2.400 soldados para desarmar a Hezbollah y proteger a Israel. Luego, se negó a ir a la guerra contra Irak y se abstuvo en la operación del ataque contra Libia —por los intereses de la compañía petrolera BASF en ese país, y por las elecciones locales que estaban al caer—, aunque fue la BND — los servicios secretos alemanes— quien localizó a Muamar al Gadafi, jefe del Estado libio, para que luego fuese asesinado. En el caso de Siria Merkel pisa fuerte: ha instalado dos plataformas de lanzamiento de misiles Patriot en la frontera sirio-turca,
supervisadas por 170 técnicos alemanes. Será su primera participación activa en una guerra. Poner fin al servicio militar y crear un ejercito profesional le va a liberar de las posibles presiones sociales en los futuros conflictos.
Alemania, que busca en esta región petróleo y mercado para vender tecnología y sobre todo armas, afirma querer organizar un equilibrio de poder entre Irán, los árabes e Israel que garantice una paz duradera, y así corregir el error cometido por Estados Unidos.
¿Cómo lo hará? Así: vendiendo tantas armas (es el el tercer exportador del mundo detrás de Estados Unidos y Rusia) como le sea posible a Arabia Saudí, su cliente preferido, sin dejar de agitar la bandera de los “valores europeos”. Tras romper el tabú de la prohibición de la venta de armas a los países de las “zonas de tensión”, y con el lema de “tanques en vez de soldados”, Merkel vendió en 2011 unos 800 tanques Leopard a Catar y a Arabia, llevándose a cambio unos 15.000 millones de dólares. Su aliado israelí, que iba a recibir seis submarinos Delfín —¡y modificados para que lleven cabeza nuclear….y obviamente no para aplastar a las gentes de Gaza!—, se opuso a la entrega de dos de esos peces de acero a Egipto. A pesar de que han sido subvencionados por Berlín en el marco de las compensaciones por el Holocausto, el precio de esos seis delfines supera el presupuesto de 2012 destinado a las supervivientes de aquel genocidio, denuncian los pacifistas.
El ingenio alemán hace posible cerrar suculentos negocios de armas sin dañar su prioridad en política exterior, que no es otra que la paz entre palestinos e israelíes. Merkel, al contrario que Obama, ha criticado la expansión de los asentamientos judíos y ha ignorado la rabia de Netanyahu por reconocer a Palestina como Estado observador en la ONU. La canciller tampoco se despeinó al advertir a Tel Aviv de los riesgos para Israel de un ataque contra Irán ¡Al carajo los civiles iraníes que morirían en masa! Ni mu acerca del arsenal de armas de destrucción masiva de su pequeño aliado, que incluye unas 200 cabezas nucleares.
Se acercan las elecciones de Israel. Netanyahu volverá a alarmar al electorado y al mundo acerca de la amenaza inminente de Irán…. que anuncia desde 2003.
Una historia malentendida
Muchos analistas han señalado el antisemitismo como el factor que ha unido a Alemania y los países musulmanes de Oriente Medio. Se equivocan.
Antes de la fundación de la Unión Soviética en 1917, los alemanes buscaban en dichas naciones sometidas al colonialismo británico una alianza para acabar con lo que el emperador Guillermo II llamaba “la chulería de los ingleses”. Por entonces Alemania pedía a los líderes musulmanes —que consideraban al Káiser un salvador y le apodaban “Haji Guillermo Mohammad”—, lanzar una Yihadcontra el imperio británico. Los demócratas de la región denunciaban entonces las intenciones expansionistas de Alemania en la zona, que de paso fortalecían la posición de los oscurantistas y fanáticos. Una vez fundada la Unión Soviética fue el anticomunismo lo que hizo regresar a los alemanes a la región, y lo hizo desde Irán, vecino de la URSS y país con el que Alemania tenía relaciones políticas desde el siglo XVIII.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes, con el objetivo de utilizar el territorio iraní para atacar a la URSS, alegaron que Irán —”la tierra de los arios”— era el hermano natural de
aquellos nazis. Hitler arrastró al rey Reza Pahlevi a su trampa chovinista, y con él a millones de iraníes que empezaron a llevar el bigote mosca en señal de tal unión genética. La derrota del fascismo mejoró aun más las relaciones entre ambos países. El Sha, que había sustituido a su padre con la venia de los aliados, hasta rescató a la acerería Krupp, la joya de la industria germana, de la bancarrota total, con los petrodólares de los ciudadanos iraníes. ¿Busca Merkel a otros reyes y jeques para que así salven la economía europea?
Quienes hoy llevan la hipocresía hasta las nubes, en 1974 pusieron la primera piedra de la central nuclear de Bushehr, y sin terminarla, siguieron cobrando sus honorarios durante décadas. Es más, según Irán, Siemens habría incrustado en 2012 diminutos artefactos explosivos dentro del equipo que le vendía para la central, para la tranquilidad de los israelíes. ¡Es comer del plato y del comedero a la vez!
Berlín sigue manteniendo buenas relaciones con la República Islámica de Irán —por su gran mercado y su peso geopolítico—, y provoca así el enfado de Barack Obama, que acusa al Bundesbank de saltarse las sanciones financieras contra Teherán. Pero Merkel, consciente de que Irán no tiene posibilidad de fabricar armas nucleares, necesita los jugosos ingresos que le proporcionan sus relaciones comerciales con ese país. En 2004 Irán fue el primer mercado de Alemania en la región. De hecho, el 30% de la tecnología que importa Irán es alemana.
Al tiempo que la sociedad alemana reduce su apoyo al Gobierno derechista de Netanyahu (que no al pueblo) por los ataques a los palestinos, Merkel lo aumenta. Cosas del trastorno post-traumático tras la Segunda Guerra y el Holocausto. Política peligrosa para la paz mundial, como denunció Günther Grass, y nociva incluso para el propio Israel, pues eso contribuirá a aislarle aún más. Esta polaridad en Alemania también se refleja en las discrepancias entre Merkel y su ministro de exteriores, Guido Westerwelle, quien —sin consultar con su jefa— anunció planes para elevar el rango del representante palestino al de embajador. La canciller no dudó ni un segundo en revocar esa decisión.
Alemania, junto a China, representa el cambio en el equilibro entre las potencias mundiales y también la nueva dinámica de Oriente Próximo, siempre llena de incertidumbre

jueves, 13 de diciembre de 2012

Muere Oscar Niemeyer, el arquitecto comunista más famoso de Brasil

Muere Oscar Niemeyer, el arquitecto comunista más famoso de Brasil

Marta Domènech Rodríguez · David López López · · · ·

09/12/12

URBANISTA DE IZQUIERDAS BRASILEÑO

Luchador, audaz, marginado, exiliado, repatriado, admirado. Diez días antes de cumplir 105 años, el pasado 5 de diciembre, falleció Oscar Niemeyer, arquitecto militante del Partido Comunista de Brasil, el cual incluso llegó a presidir entre 1992 y 1996.

Ochenta años de carrera profesional nos dejan un gran legado, el más importante tal vez, la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, que proyectó con Le Corbusier, y la construcción de la ciudad de Brasilia en 1960 junto a su maestro, el urbanista Lucio Costa. Del estudio del aún joven Niemeyer salieron para esta nueva capital el Congreso y los Palacios Planalto (sede del Poder Ejecutivo), Alvorada (residencia oficial del presidente) e Itamaraty (Cancillería). Arquitectura moderna y democrática, equilibrio entre ciudadanos e instituciones de una nación joven, con volúmenes sensuales, dinámicos y transparentes.

Más allá de su estética aerodinámica del optimismo de los cincuenta o de la influencia purista que heredó de Le Corbusier, la preexistencia de un compromiso social convirtió su arquitectura en una oportunidad civilizatoria.

"Al principio me criticaron mucho, decían que lo mío era demasiado revolucionario, pero eso me impulsaba a hacer mi trabajo con más empeño. Siempre he hecho lo que me gustaba"(2).

Tenaz pese a todo, el irredimible comunista fue a veces una figura incómoda en su país e internacionalmente. Su obra se expuso en el MoMA(3), fue invitado para dar clases en Yale e incluso propuesto como director de la escuela de arquitectura de Harvard, pero su compromiso político motivó la denegación del visado para entrar en EE UU en varias ocasiones.

El golpe militar de 1964 le forzó a abandonar Brasil en 1966. Se refugió en París, la ciudad donde tantos otros compañeros se habían exiliado antes, y empezó la segunda etapa de su carrera con la construcción de la sede del Partido Comunista de la capital francesa o la Universidad Constantina en Argel, extrapolando un ideal más allá de las fronteras de su país.

La transición democrática le permitió repatriarse a Brasil. En la ciudad carioca permaneció hasta sus últimos días y culminó su larga y prolífica carrera como arquitecto. Una trayectoria optimista y alegre que no consiguieron empañar tantos obstáculos y trabas, y que estos días vemos reconocida por medio de un funeral con honores oficiales, promovido por la actual presidenta Dilma Roussef y, lo que es más importante, con un gran reconocimiento popular patente en las largas colas de ciudadanos que esperan pacientes a despedirle.

¡Hasta siempre compañero!

Notas:

(1)   Meyer, Hannes. El arquitecto y la lucha de clases. Ed. Gustavo Gili, Barcelona 1972.

(2) Entrevista para BBC WORLD. "Oscar Niemeyer a 360 grados". Julio de 2007

(3) From Le Corbusier to Niemeyer: 1929-1949 (MoMA Exh. n.400, 15 de Febrero-3 de Abril de 1949)

Marta Domènech Rodríguez y David López López son arquitectos, amigos y colaboradores de Sin Permiso

La Europa inservible (*)

09DIC2012

 

por Rafael Poch / La Vanguardia.com

Domingo, 09 de Diciembre de 2012 15:05

La Europa inservible (*)

Su necesaria refundación no vendrá del “más Europa” que se pregona desde Bruselas y Berlín, sino de una rebelión popular cuyo marco solo puede ser nacional.

Vamos a hablar del proyecto europeo, de porqué esta Unión Europea, tal como está diseñada, es inviable e inútil para afrontar los retos del siglo. Por “retos del siglo” entiendo el calentamiento global, el auge demográfico, el “pico” petrolero y los problemas globales de dominio de unos países sobre otros, de pobreza y de desigualdad, combinados con una mentalidad caduca que tiende a seguir “resolviendo” todas esas cuestiones con métodos militares en un mundo atiborrado de armas de destrucción masiva capaces de anular toda vida en el planeta. Esos retos claman una “nueva civilización” y una Europa como la que tenemos es un claro impedimento a ella.

Así que vamos a hablar primero de las razones que hacen inviable desde ese punto de vista a la actual Unión Europea, luego, de la respuesta ciudadana que habría que dar a esa realidad y acabaremos con una reflexión sobre la violencia y los riesgos que tal respuesta comporta para quienes la asumen. Pero antes de entrar en esa crítica, quisiera subrayar la importancia de que haya en Europa algún tipo de pacto y estrecho vínculo internacional.

El motivo es que, desde el punto de vista de la historia universal de la guerra y la paz, Europa es la parte más guerrera y violenta del mundo. En los últimos quinientos años la historia europea salta de una guerra a otra, especialmente en los dos siglos que van de 1615 al fin de las guerras napoleónicas en 1815. En ese periodo las naciones europeas estuvieron en guerra una media de sesenta o setenta años por siglo. Luego hubo un poco más de paz hasta 1914, si olvidamos la guerra de Crimea o la franco-prusiana, pero en ese periodo Europa continuó culminando la exportación de guerra y genocidio hacia fuera de sus fronteras con el holocausto colonial- imperial que fue la conquista del mundo no europeo. Además, en ese periodo de relativa paz interna Europa inventó la industrialización y con ella industrializó la guerra lo que la convirtió en algo mucho mas destructivo. Dos guerras mundiales de inusitada mortandad e incubadas en y por Europa, fueron el resultado.

La Unión Europea se creó, precisamente, para remediar la crónica pelea continental, que después de la Segunda Guerra Mundial ha dado lugar a 67 años de paz, una paz, sin embargo, tutelada por dos superpotencias en tensión nuclear, es decir una paz bajo vigilancia y presidida por un factor, el de la destrucción masiva, que representa el escalón superior de la estupidez humana.

Así que tengamos bien presente este dato sobre la Europa guerrera violenta y dominante a la hora de criticar el actual proyecto europeo.

I)   Todavía en 2003 Jürgen Habermas, el principal filósofo alemán vivo, pudo escribir un libro titulado “El occidente dividido” y ser tomado en serio. Su contexto era la desavenencia entre una parte de la Unión Europea, su matriz franco-alemana, y la administración Bush durante la segunda guerra de Irak. Y su fundamento era la exaltación de los “valores diferentes” –y por supuesto mejores- que Europa decía representar comparada con Estados Unidos.

En esa comparación, Europa era un continente de paz y de cultura, con apego a la nivelación social y al estado asistencial, regido por el derecho internacional y no por la ley del mas fuerte, es decir centrado en la diplomacia y no en la guerra, y tolerante y no fundamentalista en materia religiosa.

En países como China, esa desavenencia de 2003 estuvo en el centro de la discusión internacional de los dirigentes de Zhongnanhai, el Kremlin de Pekín. La posibilidad de que Occidente, aquel bloque que crucificó a China en el XIX, pudiera partirse en dos y se convirtiera en dos polos con intereses globales y recetas diferentes, es decir en algo más débilque lo anterior, era sumamente interesante por las mayores posibilidades y márgenes de acción que podía reportar en la multipolaridad a los países emergentes.

Ahora sabemos que aquella desavenencia, con su discurso narcisista y embellecedor de la Unión Europea sobre sí misma, es un fraude y que las esperanzas de una divergencia trasatlántica que tanto interesaron en China fueron un espejismo. La actual crisis nos ofrece una perspectiva mucho más real y un espejo mucho más fiel de la realidad europea.

Constatamos que esa Europa “autónoma y mejor” y preconizadora de “otros valores”, ha apoyado, colaborado y participado en casi todo lo que reprochaba a su pariente histórico de ultramar. Es decir Europa sigue siendo imperialista y sus debilitadas naciones se unen, precisamente, para poder seguir siéndolo. Veamos la lista:

-Durante veinte años se ha excluido a Rusia de cualquier esquema de seguridad continental. Es decir se ha impedido cerrar la relación de guerra fría con el extremo oriente de Europa, tal como quería el malogrado proyecto de Gorbachov. La ampliación al Este de la UE se hizo sobre un guión supervisado en Washington, según el cual el ingreso en la  OTAN era la antesala de la Unión Europea.

- En cuanto la URSS dejó de ser percibida como amenaza, Europa se lanzó a la guerra. Doce días después del ingreso de Polonia, Hungría y Chequia en la OTAN, comenzó la campaña de Kosovo para acabar con Serbia como estado regional anómalo para la nueva disciplina continental. El belicismo y la manipulación mediática adquirieron en Europa niveles que se creían exclusivos de Estados Unidos. Por primera vez desde Hitler, tropas alemanas participaron, en los Balcanes, en un conflicto, y nada menos que en nombre de la prevención de nuevos Auschwitz y “genocidios”.

-En Irak la divergencia franco-alemana con Bush no impidió una colaboración en toda regla a nivel de logística, servicios secretos, torturas y centros secretos de detención de la  “guerra contra el terror” que impide considerar como exclusivamente americanos asuntos como el de Guantánamo: los vuelos de la CIA atravesaron Europa desde Polonia hasta Rota, las cárceles secretas, las torturas y los secuestros implicaron complicidades de todo el mundo. Francia cedió su espacio aéreo para la campaña iraquí, los servicios secretos alemanes identificaron sobre el terreno en Bagdad los objetivos de los misiles del Pentágono y las bases alemanas fueron el principal nudo logístico de la guerra.

-En Palestina, la UE ha sido incapaz de trabajar para la creación de un Estado Palestino, sin duda la medida más eficaz contra el radicalismo islámico en todo el mundo y un imperativo moral incontestable. Por el contrario, ha ido incrementando unas relaciones privilegiadas con Israel y ha incrementado su complicidad con esa comedia que llaman “proceso de paz” en Oriente Medio, basada  en el apoyo al país ocupante y agresor.

- En Afganistán, la misma Europa que durante la guerra fría protestó y se negó a participar en Vietnam, se ha volcado con decenas de miles de soldados europeos metidos allá once años en esta guerra infame de treinta que no registra protestas. Aún más: los despliegues en el cuerno de África, la intervención militar en Libia y ahora en Mali, demuestran que el intervencionismo militar europeo no es una excepción puntual sino una tendencia consolidada.

-En Oriente Medio vivimos ahora las sanciones y amenazas contra Irán. Un intervencionismo creciente en la guerra civil de Siria que contribuye claramente a hacerla más sangrienta, que usa a fondo la habitual manipulación mediática y que da por completo la espalda a toda acción diplomática. El horizonte estratégico de este intervencionismo va más allá de Siria: complicar la vida a su aliado, Irán –objeto de sanciones por la sospecha de una ambición nuclear que, convertida en hecho conocido en el caso israelí se tolera sin problemas- y de paso complicar también el aprovisionamiento energético de China.

-Y todo esto está perfectamente interiorizado en el discurso europeo de la política exterior y de seguridad. En Alemania imponer el “acceso” (Zugriff) a los recursos energéticos globales es lo que da sentido a las misiones internacionales del Bundeswehr, afirma el discurso oficial. Hoy día no hay experto y analista de cualquier “centro de estudios estratégicos” del estáblishment, de Bruselas, Berlín o Londres, que no mencione el tema como algo rutinario, dando por supuesto que el militarismo es la respuesta a los retos del siglo. Lo llaman “nuevos desafíos” y la doctrina de la OTAN los quiere contrarrestar con acciones militares “preventivas” y “proactivas”, es decir agresiones, en todo el mundo.

Es decir, y concluyendo esta lista: en su relación con EE.UU, la Unión Europea desempeña en el mundo el papel que un primer ministro australiano definió para su país en Asia: el del “ayudante del Sheriff”.

Siendo imperialista y practicando un manifiesto vasallaje hacia Estados Unidos, la actual Europa no puede ser un polo de poder independiente y autónomo en el mundo multipolar y muchos menos un polo benévolo por otras razones.

En primer lugar, como ha apuntado Samir Amin, porque Europa no puede ser unos Estados Unidos de Europa. Por un lado carece de recursos naturales comparables a los de grandes países como Estados Unidos o Rusia. Por el otro,  a causa de su manifiesta falta de unidad interna, porque en Europa están presentes las tensiones y conflictos de intereses centro-periferia propios del desarrollo desigual. Europa contiene  zonas y países que son Norte -Alemania y compañía- otros que son Sur -España, Italia, Portugal- y otros que son patio trasero y tercera categoría: la Europa oriental y balcánica con Grecia incluida. (1)

En segundo lugar Europa no puede ser ni siquiera una federación unitaria porque no existe un “pueblo europeo”. La identidad europea no existe ni se la espera. Haciendo un gran esfuerzo, españoles, italianos, griegos y franceses, pueden alcanzar cierta afinidad identitaria apelando a aspectos de su común tradición (ibérica, católica, la herencia latina-románica, o al mediterráneo). A partir de ahí, y como dicen los chinos, “con la perspectiva de varias generaciones”, quizá pudieran embarcarse en algo juntos hasta el punto de borrar sus diferencias. Es una cuestión de imaginación. Pero imaginar eso mismo conjuntamente con los finlandeses, los alemanes, los húngaros o los británicos, es decir metiendo juntos a mediterráneos, vikingos y hunos, es superar los límites de la fantasía más atrevida.

Y en tercer lugar, la Unión Europea no puede funcionar como proyecto que valga la pena por el motivo que todos percibimos: porque su burocracia ha tenido la osadía de pretender que un billete de banco, asistido por un sistema sanguíneo-circulatorio compuesto por intereses empresariales multinacionales generalmente dominados por países del Norte europeo, podía ser el corazón de esa identidad de fantasía.

El resultado de esa osadía ha sido una especie de monstruo del Profesor Frankestein que ha acelerado la gran desposesión de soberanía que toda Europa siente hoy. Si la democracia en las naciones europeas, en el sentido genuino de “poder del pueblo”, ya era caricatura -en unas naciones más que en otras-, ahora resulta que nuestros imperfectos parlamentos ni siquiera tienen soberanía para decidir sobre presupuestos, o que las sacrosantas constituciones deben reformarse en veinticuatro horas por dictámenes que vienen precocinados desde Bruselas o Berlín y que son decididos por instituciones, como el BCE o la Comisión, que ni siquiera son electas.

Casi todas las propuestas que no parten de la propia burocracia de Bruselas para dar un aspecto humano a este monstruo son alemanas: la canciller Merkel desde la Alemania institucional y otros con pretensiones democratizantes e incluso rebeldes proponen lo mismo:más Europa, más integración europea para superar estos defectos. Habermas y otros quieren una Europa federal que resuelva internacionalmente esa devaluación de soberanía y democracia. Quieren convocar una “Asamblea constituyente europea” de hunos, vikingos y mediterráneos. El diputado verde Daniel Cohn-Bendit propone una Europa totalmente integrada compuesta por estados nacionales reducidos a la insignificancia. Es la única manera, dice, de afrontar el pulso mundial con las potencias emergentes. De lo contrario, advierte, “la influencia de nuestra civilización de dos milenios corre el riesgo de esfumarse”. El ex ministro de exteriores, Joshka Fischer, propone dar poderes dictatoriales a la Unión Europea… Los únicos que insisten en “más Europa” como fórmula para salir del hoyo son los alemanes. Hay que recordar que históricamente el discurso europeo de Alemania ha sido siempre entendido como el de una Europa germánica con los alemanes en el papel de dominante “Herrenvolk”. Una quimera hoy manifiestamente imposible.

Así que por todas estas razones (imperialismo, falta de autonomía y recursos, desigualdad interna, ausencia de un pueblo europeo y de identidad común, y por ser un androide empresarial) esta Europa es, a la vez, imposible e inservible para los retos del siglo.

Una vez constatado esto, y recordando aquello que hace importante y necesario un proyecto europeo común (impedir la pelea secular de sus miembros), no hay más remedio que plantearse la pregunta del qué hacer.

II) De lo que se trata es de realizar una refundación ciudadana del proyecto europeo.

De puertas afuera, esa refundación debe impedir la pelea europea. El proyecto europeo no debe tener más ambición mundial que una negación: la de no contribuir al imperio. Si el proyecto europeo ha de ser imperialista, no lo queremos.

De puertas adentro el marco de esta refundación no debe ser “más Europa”,  sino más soberanía popular-nacional.

Hay que dejar bien claro que el de la refundación ciudadana no es el único escenario de la actual crisis. De lo que aquí se habla es de lo que “habría que…”, no de algo que vaya a ocurrir inexorablemente. Presentimos que en Europa se está incubando una revuelta social mucho más importante de lo que hemos visto hasta ahora, pero nos encontramos en plena divisoria y tenemos datos que pesan tanto en la balanza de lo positivo y emancipatorio como de lo negativo y regresivo.

Por un lado tenemos el avance, en toda Europa, del chovinismo, la xenofobia y el desprecio por el débil y el emigrante, la ridiculización de la solidaridad y el afán de justicia (resumido en ese miserable concepto neocon que es el buenismo). Una perspectiva de la Europa parda de 1930, podríamos decir.

Por el otro lado tenemos el progreso de la protesta social y solidaria: Cuarenta  sindicatos en 23 países participaron el 14 de noviembre en una “Jornada de acción y solidaridad” sin precedentes en Europa. Cotejado con el tamaño y la virulencia de la enorme involución socio-laboral que sufre el continente aquello fue poco y desigual, muy poco. Pero eso ya no es Europa 1930, sino una perspectiva 1848.

La “primavera de los pueblos” de 1848 tambaleó el orden de la restauración absolutista del Congreso de Viena. Un orden absolutista en quiebra es aquel en el que una pequeña casta que acapara el grueso del poder la riqueza y los privilegios adopta decisiones que son vistas como injustas y erradas por la gran mayoría. No se trata del popular 1% contra el 99%, pero sí de algo muy polarizado como sugiere la creciente concentración desigual de la riqueza en Europa. Eso es lo que tenemos ahora.

¿Qué quiere decir una refundación ciudadana? Quiere decir una reconquista de la esfera económica y financiera que la política ha ido cediendo al capital en las últimas décadas. La UE ha sido diseñada como una autopista de la mundialización neoliberal. Pues bien, ahora se trata de combatirla con una desmundialización ciudadana que devuelva todo eso arrebatado a la política en los últimos treinta años, como dice Bernard Cassen.

Evidentemente todo esto plantea la pregunta del cómo.

Para eso es necesario crear un Frente Popular. Una gran unión, una gran alianza y un gran encuentro entre el mundo sindical, los subproletarios emigrantes y parados, la generación sin futuro y deshauciada, la gente mayor estafada tras una vida de trabajo, los sectores religiosos e intelectuales para los que la actual involución es intolerable desde el punto de vista de los principios éticos y morales.

Es fundamental la creación de nuevas fuerzas políticas y de programas. Hacen falta líderes, personas de todos estos ámbitos que representen y sean portavoces de esta refundación – de momento por ejemplo en Catalunya no tenemos líderes obreros ni sindicales dignos de tal nombre, pero curiosamente ha aparecido una de esas personas en el ámbito más inesperado: una hermana benedictina….

Esta refundación solo puede ser (en Europa y en el mundo) internacional e internacionalista, pero, a menos que queramos disolvernos en un sueño idealista de hermandad universal, su marco solo puede ser nacional.

Esa reconquista no puede hacerse en Bruselas, con su burocracia mucho más dominada por el lobbysmo empresarial que la de los estados nacionales, ni en el irrelevante Parlamento Europeo. El ágora, el punto de encuentro y la articulación de ese Frente Popular debe lograrse desde los respectivos marcos nacionales: entre comunidades de gente cercana unida por su marco geográfico y socio-laboral, su lengua su cultura y su común identidad integradora. La experiencia de los foros mundiales, tan interesante pero al mismo tiempo tan etérea e indeterminada, da mucho que pensar. Como ha dicho hace poco Oskar Lafontaine, “La Europa democrática empieza en casa”. Este marco nacional no es sustituto ni alternativa a lo internacional, sino mas bien su condición primera. (2)

Para acabar, una reflexión sobre la violencia.

III)   La Europa de hoy no es la del XIX, cuando cualquier avance social pagaba el precio de enormes cantidades de sangre y de violencia. En este continente mucho más rico, mucho más culto y demográficamente mucho más envejecido que el del siglo XIX, quien más quien menos tiene algo que perder. Eso sugiere que la no violencia popular tiene un nuevo sentido y grandes espacios a su favor.

Al mismo tiempo, la rebelión civíl y pacifica, el movimiento social transformador, no es ninguna broma postmoderna y on-line. Exige lo de siempre: compromiso, voluntad, organización y sacrificio. Y recoge represión y reacción. Es decir: hay que ser consciente de lo que significa decir no a una oligarquía absolutista.

La experiencia histórica más reciente nos avisa del enorme potencial de violencia y provocación que tiene el estáblishment. Los dos principales líderes antibelicistas del 1968 en Estados Unidos, Martin Luther King y Robert Kennedy, fueron asesinados. También lo fue el líder estudiantil más notable del 68 alemán, Rudi Dutschke, muerto de las secuelas de un atentado.

Hay que recordar también que la dictadura no es imposible ni una lejana reliquia histórica. Hace menos de cuarenta años la Europa del Sur, desde Portugal a Grecia pasando por España, estaba gobernada por dictaduras. Hace poco más de veinte toda la Europa del Este estaba gobernada por dictaduras comunistoides. Es decir: la mayor parte de Europa eran dictaduras hasta hace muy poco.

Y hay que volver a leer todo lo que expone el Profesor suizo Daniele Ganser en su libro de 2005 sobre Gladio, la cada vez más documentada evidencia de la manipulación directa del terrorismo de los años setenta y ochenta por grupos vinculados a la OTAN -los peores atentados en Italia, Bélgica y Alemania lo fueron. Volver a escuchar la opinión de algunos antiguos miembros de grupos alemanes violentos que hoy confiesan que seguramente su labor estuvo policialmente manipulada desde el principio. Analizar lo que sabemos de las protestas antiglobalización de julio de 2001 en Génova.  Lo que está ocurriendo ante nuestros ojos con los apoyos policiales y empresariales a la extrema derecha griega, o lo que se ha visto en España con los indignados… (3)

Hay que tener claro que cualquier presión hacia esa necesaria desmundialización ciudadana chocará, está chocando ya, con las habituales reacciones, tramas negras, represiones, manipulaciones mediáticas y juegos sucios. Repito: hay que ser consciente de lo que significa decir no a una oligarquía.

(*) Este texto sigue las notas de una conferencia pronunciada el 30 de noviembre en el Centre d´estudis Cristianisme i Justicia de Barcelona.

Notas

(1) Para la exposición de Samir Amin en castellano consultar Europa vista desde el exterior (en www.mientrastanto.org)

(2) El concepto desmundialización lo emplea Bernard Cassen. En L´heure de la démondialisation est venue,  Mémoire des Luttes  agosto 2011.

(3) El libro de Daniele Ganser,  La Operación Gladio y el terrorismo  en Europa Occidental,2005. Sobre el brutal aplastamiento de la pr

lunes, 10 de diciembre de 2012

UN PREMIO INFAME



LA GRAN BANDERA PIRATA ESTÁ AQUÍ NO EN SOMALIA


 

10dic 2012
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Etiquetas: UE
Hoy se hace entrega del Nobel de la Paz a la Unión Europea (UE); todo un insulto al testamento del fundador de los premio, Alfred Nobel, que estipuló que“la totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquellos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad”.  Y la UE no ha realizado, ni mucho menos, ese mayor beneficio.
La paz no es únicamente la ausencia de guerra, entendida ésta como el enfrentamiento bélico, sino la convivencia tranquila, sin tensiones provocadas, por ejemplo, por situaciones de desigualdad. Y precisamente la desigualdad se ha ido incrementando en los países de la Unión Europea de manera alarmante, incluida, la venerada Alemania. Sólo en los últimos años, la UE ha mirado a otro lado cuando países que la componen -entre ellos España-, iniciaron una guerra ilegal contra Iraq; no sólo ha obviado ocupaciones ilegales como la de Marruecos en el Sáhara Occidental sino que, además, la ha explotado con acuerdos de pesca ilegítimos; ha consentido deportaciones de gitanos rumanos; ha visto con buenos ojos el trato inhumano que reciben los inmigrantes en Grecia, muchos de ellos refugiados, con tal de que no avancen por Europa…
Ni siquiera hay igualdad de género, pues menos del 14% de los embajadores europeos y menos del 5% de los ministros de la UE son mujeres. Y ahora, por vía de la troika, la UE se ha convertido en una de las mayores generadoras de miseria en todo el mundo, desmantelando los Estados de Bienestar europeos para perpetuar el sistema de privilegios de la élite económica dominadora, destruyendo todas las conquistas logradas por la clase trabajadora durante décadas y entregando un cheque en blanco al empresario, legalizando la explotación. De hecho, nunca antes hubo tanta inseguridad jurídica como ahora en la UE, puesto que cualquier ley que suponga una garantía para los más desfavorecidos es susceptible de ser borrada del mapa, como se han encargado de hacer, entre otros, el gobierno de España con el aplauso de los Estados Miembro.
Por todo ello, más que el Nobel de la Paz, debería denominarse el Nobel de la Pez, ya saben, del meconio, de la primera defecación de los bebés. Sin embargo y aún después de lo expuesto, tampoco debería sorprendernos el premio, sobre todo si miramos a quién lo otorga. A fin de cuentas, es como si el gremio de ladrones nombra personalidad del año a Jaume Matas o Rodrigo Rato, por ejemplo, según sus criterios sin duda que lo son. Algo parecido pasa con el Nobel de la Pez, cuyo jurado es el Storting (Parlamento) noruego.
Noruega, en realidad, no forma parte de la Unión Europea. Nunca ha querido pertenecer -el último referéndum, en 1994, así lo ratificó- porque, de serlo, con total seguridad sería un donante neto. A fin de cuentas, es el sexto mayor exportador de petróleo del mundo y el segundo de gas; de hecho, la cuarta parte del gas natural que se consume en Europa es noruego. En lugar de ser un Estado Miembro, prefiere quedar al margen (de esa solidaridad) pero participando de pleno en el mercado común.
¿Qué pensaría Alfred Nobel si conociera este Premio a la UE? Seguramente le aterraría, pero no menos de lo que le aterraría su propio país, el que otorga los premios. Los Premios Nobel son, en realidad, fruto del remordimiento de un empresario que a su muerte se arrepintió de haberse hecho rico con la minería y a costa de las guerras (inventó la dinamita). En 2011 el Gobierno de su país exportó armas, municiones y otros materiales militares por casi 3.900 millones de coronas (algo más de 530 millones de euros), un 50% más que en 2010. Su propio ministerio de Exteriores admite que, por ejemplo en la guerra de Iraq, al menos 200 víctimas civiles murieron por armas noruegas.
Asi que, y con el antecedente de Obama, ¿de qué nos sorprendemos por que la UE sea Premio Nobel de la Paz? El año que viene, igual le cae al FMI, quién sabe


David Bollero

 

 

Diario Público 10 de 2012

viernes, 30 de noviembre de 2012

EE UU: ¡En pie! Para que Walmart nos respete

 

Entrevista al trabajador Josué Mata · · · · · 25/11/12

 

 

Centro comercial en Estados Unidos

Los trabajadores de Walmart y aquellos que los apoyan planean paros y protestas en unas 1.000 tiendas de la cadena comercial para el “viernes negro”, día en que, tradicionalmente, se producen las mayores compras del año, con el objetivo de dar a conocer sus demandas salariales y de mejoras en las prestaciones, seguridad y dignidad laborales.

Estas acciones tienen su raíz en las huelgas de septiembre y octubre, primero en los centros de distribución de Walmart y luego en las tiendas. Acciones que acapararon titulares a nivel nacional y que representan un símbolo de la resistencia a la alianza corporativa-empresarial en los EE.UU. contra las subidas salariales y que no respeta la dignidad de los trabajadores. Los paros en las tiendas han estado organizados por “Nuestro Walmart”, una campaña independiente liderada por los sindicalistas de Walmart con el apoyo del sindicato “United Food and Commecial Workes”.

¿Puedes hablar de lo que sucede en las tiendas Walmart y cómo se conecta con la campaña?

Me preguntas por los problemas a los que los empleados se enfrentan cotidianamente en todo el país. Puede que no sean las mismas dificultades para todos, pero si que tiene muchas cosas en común. ¡Hay tantos!. Por ejemplo: no disponemos del equipo necesario para realizar el trabajo al 100% y el equipo que utilizamos no funciona al 100%.

En estos momentos, yo mismo formo parte de una organización que lucha por el respeto. Me afecta directamente este tema porque he actuado como vocal muchas veces y por ello están tratando de tomar represalias en mi contra. Si no se presta atención, uno puede no darse cuenta de la falta de respeto contra alguien en el trabajo, pero yo siempre les pillo.

¿Qué se siente al ir a plantear a la administración de una empresa un problema como individuo? ¿Se le toma en serio?

Realmente Walmart tiene una política para las quejas e ideas de los trabajadores que llaman: "política de puertas abiertas”. Pero, por desgracia, para la mayoría de las personas que la han utilizado, la única puerta que se abre es la puerta de salida.

Se supone que la empresa te da la oportunidad de ir a un supervisor inmediato con un problema, una sugerencia o con cualquier pregunta o problema - y si no obtienes del supervisor inmediato alguna respuesta o acción, entonces puedes ir un paso más en la escala de la cadena de mando. Y así , podrías recorrer todo el camino hasta llegar a los administradores de tu centro.

Pero en lugar de la confidencialidad que se supone que tienes, los gestores dicen a los otros directivos, "Oye, este tipo me dijo esto", o "¿Te Puedes creer lo que me dice?" Y finalmente sólo responden con un poco de maquillaje: “No tenemos dinero para eso…”, o que no cuentan con los suministros necesarios o “no tenemos esto”, “no puedo hacer nada en este momento”, “…estoy demasiado ocupado”...

Incluso si al insistir, finalmente logras que se instale el sistema, los gerentes se van a cansar de la queja y del trabajador por molestarles. A los trabajadores que realmente van un paso más allá, se les persigue. Revisan sus registros y cuánto escriben. Las sugerencias o quejas, reales o provocadas por esos mismos gerentes, son recogidas como pruebas para, finalmente, despedir al que las escribe.

Walmart es tristemente célebre por mantener salarios bajos y malas condiciones laborales, pero se plantean todo tipo de reivindicaciones en estas protestas – tanto de horas como de tareas. ¿Cómo lo ve usted en el turno de noche?

He trabajado en la empresa durante más de un año. Me contrataron en julio del año pasado, tardé un par de semanas en darme cuenta de todo lo que estaba pasando y me uní a “Nuestro Walmart” en diciembre.

Desde que me uní a “Nuestro Walmart”, he estado muy activo y he hablado en muchas ocasiones. Aparentemente no parecen ir a por mí - me dan mis 40 horas y son muy cuidadosos tanto en la forma como me tratan, como en su forma de hablar conmigo y en cómo actúan a mi alrededor.

Pero si la gente no dice nada, entonces se aprovechan. Ellos ponen horarios locos, locos… - ¿como van a asignar a alguien una jornada de 2 de la tarde a 11 de la noche, para luego irse a casa y tener que estar de vuelta en el trabajo a las 5 de la mañana siguiente?. O, a veces, decir que no necesitan gente esa semana, por lo que solo asignan 20 horas de trabajo a los empleados. Cada vez que encuentran la oportunidad de joder a alguien, lo hacen.

¿Cómo llegaste a participar en “Nuestra Walmart”?

Durante la semana de aprendizaje en la empresa, te dan un vídeo – un vídeo antisindical-. El tipo que nos estaba entrenando, realmente dijo algo como esto: "Un grupo de personas van tratar de acercarse a ti y van a intentar convencerte para que hagas esto o lo otro para conseguir esto o aquello. Pero, de verdad lo único que quieren es tu dinero."

Ese tipo, realmente, logró despertar mi curiosidad. Porque si una empresa tan grande como Walmart está preocupada por un grupo de personas, hasta el punto de que van a gastar tiempo y dinero para que sus nuevos empleados sepan que se les pueden acercar…, me hizo pensar: “ese grupo debe estar haciendo algo bien”.

Me enteré de que algunos de mis compañeros de trabajo eran parte de la campaña, pero nadie me daba una idea exacta sobre de que se trataba. Entonces, un día, en mi descanso, escuche a uno de mis compañeros de trabajo hablando con los organizadores y me acerqué a ellos. Los organizadores me hablaron y explicaron un poco lo que estaba pasando y por lo que estaban luchando. Y de inmediato dije: "Oye, me subo a bordo, apúntame."

“Nuestro Walmart” organizó paros, primero, a principios de octubre y ahora el grupo prepara acciones y protestas en 1.000 tiendas el día siguiente a Acción de Gracias, el “Black Friday”. ¿Qué piensas que sucederá este “Viernes Negro”?

En estos momentos, no conocemos el número exacto, pero estoy bastante seguro de que al final de la jornada del jueves y el viernes habrán participado muchos mas compañeros que los miembros de la campaña. Prácticamente todo el mundo está cansado de la forma de actuar de Walmart. Nos encanta el trabajo. Nos encanta nuestro trabajo y nos sentimos afortunados por el trabajo. Con lo que no estamos de acuerdo es en como tratan los gestores a los trabajadores y con un sistema que hace sentir a la gente tan miserable y que hace que su trabajo sea duro y complicado.

Es realmente difícil trabajar allí. La empresa podría establecer la forma de trabajar de una manera diferente, hacerlo más fácil para los empleados, pero ellos quieren imponer su vía, y su vía es a la vez dura y difícil. Así que todo el mundo está harto. Demasiado es demasiado y ya han pasado 50 años.

¿Crees que esta lucha en Walmart tendrá un impacto más amplio?

Si se puede cambiar Walmart, basicamente, se puede cambiar el mundo. Hasta tal punto significa Walmart para otras empresas.

El “Viernes Negro” es un ejemplo. Walmart fue el primero en salir y decir: "Vamos a establecer un “Viernes Negro” en el se inicien las ventas a las 12 de la noche." Enseguida, todos los demás comercios estaban haciendo lo mismo. A continuación Walmart adelanto el inicio de las ventas a las 10 horas del jueves y todo el mundo le imitó. Ahora Walmart quiere empezar el “Viernes Negro” a las 8 de la tarde del jueves, y todos los demás le seguirán.

Compañías como Kroger miran lo que Walmart está dejando de lado y se dicen: "Nosotros no podemos. Ellos no tienen un sindicato y nosotros sí. Entonces, ¿por qué tenemos que tener un sindicato?" Todo el mundo esta pendiente de lo que Walmart hace y quieren hacer lo mismo que Walmart porque piensan que así podrán ganar más dinero. Se trata de simple codicia.

En estos momentos, lo que estamos haciendo es mostrar al mundo que no va a ser tan fácil deshacerse de los derechos del pueblo porque siempre va a haber alguien que va a luchar por ellos.

Queremos cambiar Walmart para tener un mejor Walmart. Tengo cuatro hijos y no estoy haciendo esto solo porque quiero algo mejor para mí. Yo soy parte de esta campaña porque quiero que crezcan en una sociedad donde empresas como Walmart respeten a la gente, les proporcionen un buen sueldo, una buena atención médica y el respeto básico como ser seres humanos. Esto es por lo que yo lucho.

Josué Mata, trabajador del turno de noche en una tienda de la cadena en Dallas, ha sido, durante este último año, parte de nuestra campaña en la Walmart. Mata participa en el Comité Nacional de trabajadores que planifica las protestas, incluyendo la huelga del “viernes negro” y habló con Alan Maass sobre los problemas en Walmart y la resistencia que organizan sus trabajadores. Transcripción de Karen Domínguez Burke.

Traducción para www.sinpermiso.info: Lola Rivera

25 N: por qué han sido tan importantes las elecciones catalanas

 

Antoni Domènech · G. Buster · Daniel Raventós · · ·

29/11/12

LA PEDRERA, BARCELONA

"El fulgurante crecimiento en unos pocos meses del soberanismo y el independentismo en el otrora 'oasis catalán' no puede entenderse sin entender estas dos cosas interrelacionadas: la crisis de la Monarquía de 1978 y la crisis del nacionalismo españolista tradicional, crisis asombrosamente aceleradas por la desintegración a cámara lenta de una Eurozona neciamente diseñada y la pésima gestión del problema por los incompetentes burócratas de la Troika. El independentismo catalán –y muy señaladamente, el independentismo parvenude CiU— parasita de ambas crisis."

Sí: eran sólo unas elecciones "regionales" en un país mediano metido en todo tipo de problemas, un Reino de España ubicado en un espacio continental política y económicamente decadente, Europa. Unas elecciones, encima, a las que, tradicionalmente, los propios electores catalanes habían poco menos que vuelto la espalda, castigándolas cada vez más con elevados índices de abstención. Estas del 25 N, sin embargo, cautivaron inopinadamente la atención de la gran prensa española e internacional, desde El País y El Mundo, hasta el Spiegel, el Guardian,el New York Times y el Financial Times. Un analista tan experimentado como el constitucionalista Javier Pérez Royo llegó a hablar de "las elecciones más importantes" desde el comienzo de la Segunda Restauración borbónica. En lo tocante a los propios interesados, los catalanes, nadie esperaba esta vez una abstención elevada, sino todo lo contrario. Y así ha sido: con una participación en torno al 70%, han batido los registros de participación de 1984.

Un triunfo "excepcional" claro, y no digamos una victoria con mayoría absoluta de Artur Mas habría sido una noticia de dimensión internacional, aunque sólo fuera por esto: habría sido la primera vez que el presidente de un gobierno terca e incompetentemente empeñado en unas catastróficas políticas pro-cíclicas de austeridad fiscal, lejos de recibir un gran castigo popular en las urnas, lo que habría obtenido es un premio, y aun un gran premio. Muchos lo esperaban, y la cosa no tenía ejemplo histórico. No ha sido así: Artur Mas y las fanáticas políticas procíclicas de austeridad, recortes de los derechos sociales y consolidación fiscal del mediocre "govern dels millors" han recibido un durísimo castigo electoral con el que ni sus peores detractores podían soñar; lejos de mantenerse o aun de mejorar, CiU ha perdido cerca de cien mil votos (¡con una abstención mucho menor!) y 12 diputados, es decir, cerca del 10% de los votos en términos absolutos y del 20% de los escaños. En términos relativos, ha pasado del 38,43% de 2010 al 30,68 actual, su peor resultado en décadas. Otro tanto le ha ocurrido al otro partido bastión del sistema político catalán, un PSC en tumba abierta hacia la pasokización: la suma de ambos rondaba tradicionalmente los ¾ del electorado; ahora apenas representan el 50%.

Mas hizo un adelanto electoral, a sólo dos años de haber ganado las elecciones autonómicas, alegando haber escuchado el "clamor popular" expresado en la gran manifestación soberanista –"Cataluña, nuevo Estado de Europa"— del pasado 11 de septiembre, acaso la más masiva registrada nunca en la ciudad de Barcelona. Había sido sordo hasta entonces al clamor popular de protesta contra sus crueles políticas de recortes, contra su descarnada ofensiva destructora de derechos sociales conquistados, contra la corrupción de su partido –habrá sido el primer caso en la historia en que un partido de gobierno convoca elecciones con la propia sede embargada por un caso de corrupción que le salpica de lleno—, contra las descaradas políticas de privatización, abierta o encubierta, en sanidad, educación e infraestructuras públicas. Ese clamor popular contra sus catastróficas políticas económicas y sociales tuvo una formidable expresión en la jornada de Huelga General del pasado 14 N, con un Mas sordo tratando de mirar para otro lado.

Esto es lo que se puede decir ahora: el 14 N frustró la manipulación conservadora del 11 S. Si se quiere decir de otro modo: corrigió, precisándolo, su significado. No hay tal cosa como un "derecho a decidir" nacional de Cataluña que pueda hacerse políticamente viable al margen o independientemente de un proyecto económico y social claramente enfrentado a las políticas de consolidación fiscal de Madrid, de Berlín y de Bruselas. El 14 N hizo evidente que el sobrevenido soberanismo de Mas era, en el mejor de los casos, humo obnubilante para seguir con sus políticas socialmente catastróficas, y en el peor, una tapadera para un proyecto de Cataluña a la medida de las elites rentistas políticamente promiscuas de su entorno.

Es evidente. No lo era tanto hace sólo unos días, a juzgar por las falsas trivialidades que llegaron a gozar de amplia difusión. La primera, la de un electorado catalán poco menos que borreguil. Pues a menos que se aceptara esta antipática hipótesis, no puede entenderse que se cotizara como prácticamente segura –en Madrid, no menos que en Barcelona, en Nueva York y en Berlín— una victoria electoral clara del nacionalismo catalán conservador propiciada –como factor decisivo— por la manipulación identitaria del Govern liberal-conservador a través de sus considerables tentáculos publicísticos, públicos y privados. Tampoco era de creer que pudiera influir decisivamente, en uno u otro sentido, la grotesca campaña difamatoria con que la caverna mediática madrileña –tan evidente como torpemente sostenida por el Gobierno del Reino— consiguió enlodar el fin de campaña (como mucho, habrá conseguido reclutar para la causa independentista al irreductible señor Durán Lleida…). Tanto menos resultaban creíbles esas varias hipótesis manipulatorias, cuanto que el peso electoral de las fuerzas partidarias del "derecho a decidir"" (que incluyen a la izquierda y al centroizquierda inequívocamente partidarios del derecho de autodeterminación, aunque no necesariamente independentistas) resultaba abrumador. Y tras unas elecciones que han batido todos los registros de participación, lo sigue siendo: cerca de dos tercios del electorado. Si a esto último se objetara –en la línea de la desmemoriada pseudoizquierda "cosmopolita" postmoderna que ha brotado en las últimas décadas de la mano de la ideología de la "globalización"— que la izquierda política catalana realmente existente actual ha sido ignominiosamente abducida por el nacionalismo catalanista, bastaría recordar que la tradición histórica del movimiento obrero catalán está estrechamente ligada al catalanismo y aun al separatismo, en variantes tan distintas como las representadas por el Noi del Sucre, [1] Maurín o Comorera.

Tampoco era recibible la muy manida "hipótesis padana", según la cual el cruel azote de la crisis económica habría inducido subitáneamente al grueso de la población catalana, con su malvada alta burguesía en cabeza, a una deriva de egoísmo nacionalista insolidario, convencida –erróneamente, o no— de que una región rica y exportadora puede afrontar la peor crisis económica capitalista desde los años 30 mejor en solitario que cargando con el lastre de una España atrasada y harto menos competitiva internacionalmente. No se entiende muy bien entonces por qué el supuesto modelo original –Padania— habría fracasado, por qué habría sido amplia y fulminantemente superado por su pretendido sucedáneo catalán. Eso, aparte de que no está nada claro que la "alta burguesía" catalana apoye la secesión: basta recordar la tarjeta amarilla que sacó Mas en la célebre entrevista concedida hace unas semanas a La Vanguardia; el mensaje no podía ser más claro: no es el país el que debe adaptarse a los grandes empresarios, sino éstos al país.

Tampoco era muy feliz la otra comparación, más del gusto de los nacionalistas, con Quebec: Quebec está netamente diferenciado del resto del Canadá, por lo pronto en materia lingüística y religiosa. La lengua absolutamente imperante en Quebec es el francés, frente a un Canadá homogéneamente anglófono; la religión absolutamente dominante entre los quebequois es la católica, frente al cristianismo homogéneamente reformado del Canadá. Baste recordar, como índice de heterogeneidad (e interpenetración política, familiar y cultural), que la mayoría de los catalanes tiene el castellano como lengua materna o preferida (un 60%).

Más interesante, aunque no mucho más feliz, ha sido la habitual comparación con otro tipo de "nacionalismo egoísta", el flamenco. Bélgica es en varios sentidos un país artificial, que existe aún sólo porque el imperialismo británico frustró al terminar la II Guerra Mundial el deseo de los valones francófonos de unir su destino al de la IVª República francesa. Para conservar a la fuerza unido a ese país fue preciso mantener la forma monárquica de Estado, imponiendo, encima, a (los entonces pobres y ahora ricos) flamencos y a (los entonces ricos y ahora pobres) valones una dinastía de más que dudoso comportamiento durante la ocupación nazi, por no hablar de su pasado colonial genocida en el África central.

La forma monárquica de Estado fue impuesta también en España al final de la dictadura de Franco con la ayuda y aun la presión de potencias extranjeras, singularmente de los EEUU, como documentó ampliamente hace años nuestro amigo Joan Garcés en su clásico Soberanos e intervenidos (Madrid, Siglo XXI, 1996). No era ni mucho menos mayoritario, ni en Cataluña ni en el País Vasco, el sentimiento independentista, por supuesto –¡Cataluña y País Vasco no son el Quebec!—, ni menos, a diferencia de los valones francófonos belgas, pedía nadie unirse a la V República francesa. El grueso de las fuerzas políticas de oposición al franquismo (y particularmente los varios partidos socialistas entonces existentes y el PCE) estaban a favor de resolver el problema de la plurinacionalidad de las Españas –como solía decirse entonces— mediante el ejercicio del derecho de autodeterminación. Ese derecho cayó víctima de la aceptación de la Segunda Restauración borbónica por el grueso de la izquierda política socialista y comunista de entonces: los comunistas y sus sucesores de IU lo mantuvieron de forma puramente retórica en sus programas, y los socialistas del PSOE y del PSC, simplemente, lo borraron y se olvidaron del asunto. Eso trajo como resultado el enquistamiento del problema, y abrió, como es suficientemente sabido, un amplio abanico de posibilidades políticas al ambiguo nacionalismo conservador catalán –que, a diferencia del vasco, había avalado la Constitución monárquica de 1978—: un país, Cataluña, que en 1978 estaba abrumadoramente hegemonizado por la izquierda política obrera, cayó en muy pocos años en manos del nacionalismo burgués conservador, que se perpetuó en el poder autonómico durante más de dos décadas seguidas. Lo cierto es que el arco constituyente formado por socialistas, (post)comunistas y nacionalistas catalanes conservadores ha venido aceptando en la práctica durante años la negación del derecho de autodeterminación de Cataluña. Pero es muy importante comprender que lo que estas tres familias políticas del arco constituyente habían venido aceptando en Cataluña, el País Vasco y Galicia, lo habían tenido que aceptar como parte de una renuncia previa y de mayor envergadura, y es a saber: la renuncia al del derecho de autodeterminación de todos los pueblos de las Españas, del conjunto de lo que el torpe nacionalismo español reaccionario llama ahora "el pueblo soberano de España".

Véase así: ¿por qué ha sido tan difícil de aceptar hasta ahora por las fuerzas del arco constituyente de la Segunda Restauración –entre ellas, CiU— la posibilidad del ejercicio del derecho de autodeterminación? Hagamos retrospectiva, y figurémonos: si, por ejemplo, entre 1978 y 1980 se hubiera realizado un referéndum de autodeterminación en el País Vasco, con todas las garantías democráticas –observadores y mediadores internacionales incluidos—, el resultado más probable habría sido el fin del problema terrorista que ha martirizado vesánicamente a vascos y españoles durante décadas, y con toda seguridad, una decisión popular netamente anti-secesionista. ¿Por qué no fue posible? Porque el derecho al ejercicio de la autodeterminación de la población de cualquier territorio del Reino es estrictamente anticonstitucional. ¿Y por qué lo es? ¿Por qué el comunista Solé Tura, el socialista Peces Barba y el nacionalista conservador catalán Miquel Roca –y no sólo el franquista Fraga—, ponentes constitucionales, pusieron tanto empeño en que lo fuera ? Porque el ejercicio del derecho de autodeterminación de cualquier territorio de las Españas es incompatible con una Monarquía impuesta –era una oferta que no se podía rechazar— sin referéndum previo al conjunto de ese "pueblo español soberano único" con que ahora se llenan la boca los reaccionarios del PP (y los del ala de extrema derecha babosamente monárquica "socialista"); porque la celebración legal de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, o en el País Vasco (o en cualquier otro territorio), su sola celebración, fuere cual fuere el resultado, pondría de nuevo inmediatamente en la agenda política española el problema de la forma monárquica de Estado, y de manera particularmente tormentosa ahora, en el peor momento de esta institución, con una familia real totalmente desacreditada, salpicada como está por todas las cochinadas habituales del capitalismo oligopólico español de la burbuja y los amiguetes y rentistas políticamente corruptos.

El fulgurante crecimiento en unos pocos meses del soberanismo y el independentismo en el otrora 'oasis catalán' no puede entenderse sin entender estas dos cosas interrelacionadas: la crisis de la Monarquía de 1978 y la crisis del nacionalismo españolista tradicional, crisis asombrosamente aceleradas por la desintegración a cámara lenta de una Eurozona neciamente diseñada y la pésima gestión del problema por los incompetentes burócratas de la Troika. El independentismo catalán –y muy señaladamente, el independentismo parvenu de CiU— parasita de ambas crisis.

¿Con qué rostro y con qué crédito pueden PP y PSOE oponerse al "derecho a decidir" de Mas y hablar de que es el "pueblo español" en su conjunto el que tiene "derecho a decidir", dos partidos que en sus respectivos gobiernos han incumplido flagrantemente sus programas electorales y han rendido abiertamente y sin recato a imposiciones extranjeras los intereses más elementales del "pueblo español soberano" y de la pretendidamente sacrosanta "nación española"? ¿Con qué rostro y con qué crédito pueden negarse ahora a un referéndum de autodeterminación apelando a una Constitución monárquica inviolable que, sin embargo, no tardaron ni una semana en deshonrar ellos mismos en agosto de 2011 con la reforma express"sugerida" por el BCE y la señora Merkel, reforma que trae consigo un auténtico blindaje de las políticas fiscales pro-cíclicas económicamente suicidas, y a mayor abundamiento, excluyendo del pacto que la alumbró, ¡ay!, a fuerzas políticas básicas del original arco constituyente monárquico de 1978, como IU-ICV y CiU.

Es posible que Artur Mas acertara en el diagnóstico que parece andar por detrás de su audacia: estamos en el comienzo del fin de la Segunda Restauración borbónica; "ahora o nunca" era el mantra repetido una y otra vez en privado por los altos cargos de Convergència a quien les quisiera escuchar. Pero lo que llevó a Mas ayer, 25 de noviembre de 2012, a la muerte política súbita fue la parcialidad del diagnóstico, así como el pésimo pronóstico que le ofrecieron en bandeja sus turiferarios mediáticos y sus incompetentes economistas de cámara: Cataluña no puede plantearse ser un "Estado europeo" propio –ni siquiera el ejercicio libre del derecho de autodeterminación como pueblo europeo— ignorando la realidad de una Unión Europea actualmente dominada por fuerzas políticas, tecnocráticas y burocráticas que, obscenamente hostiles a la democracia y a la soberanía de todos los pueblos de Europa, empujan al viejo continente al abismo de las políticas pro-cíclicas de austeridad y desmantelamiento del estado Social y Democrático de Derecho –la más duradera conquista del antifascismo europeo—, y con ellas, al suicidio económico y a la irrelevancia política internacional.

Dígase así: la crisis del régimen constitucional monárquico español y la crisis de la Eurozona son dos caras de la misma moneda. Esa es la cruda realidad. Y hay que decir, con más tristeza que acrimonia, que no se ven muchas fuerzas políticas nominalmente de izquierda en Cataluña que hayan comenzado a comprenderla. El PSC, que ha sufrido un nuevo descalabro (ha perdido más porcentaje de votos y de escaños que CiU, ¡y partiendo ya de lo que era hasta ahora su peor resultado electoral!) ni siquiera ha comprendido que estamos en un fin de trayecto de la Segunda Restauración borbónica, por no hablar de su incomprensión de los problemas de la Eurozona. ERC, que ha más que doblado sus resultados en relación con 2010, es una fuerza política ahora mismo dominada por dirigentes más nacionalistas à la Hortalà que de izquierda à la Carod en algún sentido socialmente interesante. La refrescante y en muchos sentidos ilusionante irrupción de la CUP en el Parlament, no puede hacer olvidar su incipiencia programática en puntos decisivos ("No a la UE", "Països Catalans", etc.), y su escasa incidencia en las zonas obreras tradicionales del primer cinturón industrial de Barcelona.

La única fuerza que parece por ahora haber comenzado a comprender cabalmente esas amargas y perentorias verdades del momento es ICV-EUiA. El mitin final de campaña de Herrera y Nuet con Tsipras, el principal dirigente de la izquierda radical griega Syriza, contribuyó seguramente lo suyo al notable crecimiento de la coalición, dando una necesaria dimensión europea a su proyecto político, presentándola ante el electorado como la única fuerza política catalana no parroquiana. Se ha convertido ya por méritos propios en la principal referencia político-parlamentaria de los sindicatos obreros. Y si se observan con atención sus resultados electorales en el cinturón industrial de Barcelona, se ve que ha empezado a recuperar en serio el voto obrero que se fue hace décadas hacia el PSC. Esa recuperación por parte de ICV-EUiA del voto obrero perdido por el PSC ha impedido verosímilmente también su fuga masiva hacia el españolismo de derecha y de centro-derecha del PP y de un espectacularmente emergente Ciutadans, que ha triplicado sus resultados.

No siempre es verdad el viejo proverbio latino, según el cual fortuna adiuvat fortes, la fortuna ayuda al audaz. Para que ayude la fortuna, la audacia tiene que disponer al menos de un buen diagnóstico: por eso ayudó a Siriza y hundió a Mas. Esperemos que la Syriza catalana tenga audacia; de momento, lo que se puede decir es que su más verosímil embrión dispone de un diagnóstico decente. [2]

NOTAS [1] El Noi del Sucre, era el secretario regional de la CNT. En un célebre discurso en Madrid, en 1919, dejó dichas estas palabras: "Una Cataluña liberada del Estado español os aseguro, amigos madrileños, que sería una Cataluña amiga de todos los pueblos de la Península Hispánica y sospecho que los que ahora pretenden presentarse como los líderes del catalanismo, temen un entendimiento fraternal y duradero con las otras nacionalidades peninsulares." [2] En la valoración que al día siguiente de las elecciones ha hecho ICV-EUiA, se destaca la necesaria unidad con las CUP porque se trataría de una organización que defiende una política de izquierdas, no igual, pero muy similar a la de ICV-EUiA. Por otro lado, se puede observar que, a causa la actual ley electoral, la relación votos-diputados es muy desproporcionada. Los partidos que menos votos han tenido que conseguir por diputado son CiU (22.000) y ERC (23.000), y el que más, casi el doble, precisamente las CUP (42.000). ICV-EUiA ronda los 32.000.

Antoni Domènech es el editor de SinPermiso. Gustavo Buster y Daniel Raventós son miembros del Comité de Redacción de SinPermiso.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Francia : el presidente sin gracia

 

Hugo Moreno · · · · · Sin Permiso

25/11/12

Presidente Hollande

Seis meses depués de la derrota de Sarkozy, la incertidumbre impera en el panorama político francés. El socialista François Hollande logró ganar en marzo, pero su gestión no suscita mayores expectativas. Al contrario, su cuota de popularidad cayó rápidamente. “El 64 % de franceses desaprueban la política de Hollande”, da cuenta Le Figaro, según un sondaje reciente. La evaluación del diario conservador vale lo que vale. Pero coincidiendo con otras estimaciones, el dato apunta a un hecho : ni Hollande, ni su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, lograron capitalizar, en sus primeros meses de gestión, la victoria electoral.

Se puede decir, sin riesgo a equivocarse, que el “estado de gracia” duró muy poco, casi nada. Hollande apareció desde un principio como el “rey desnudo”: un presidente sin gracia. Para ningún observador avisado fue una gran sorpresa.

El voto por Hollande fue un voto negativo : el rechazo a la politica, los métodos, el personaje mismo, de Sarkozy. Fue un voto en contra, sin mayores ilusiones. Se estaba lejos del entusiasmo, la esperanza, así como las ilusiones de 1981, cuando laUnión de la Izquierda llevó a la presidencia a François Mitterrand. Los votos a Hollande los aportaron esencialmente el PS y sus aliados, una pequeña diferencia a favor contra Sarkozy. En la segunda vuelta, decisiva, el 11 % de los electores delFrente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon (PCF, Partido de Izquierda, Izquierda unitaria y otros), claramente delimitado a la izquierda del PS, tuvo un peso significativo.

Lo político fue polarizar entre izquierda y derecha, siempre pertinente. En concreto, saber definir quién es el enemigo. Se evitó así confundir campos opuestos, aunque sin ilusiones. Aun más cuando el peligro de la progresión del Frente Nacional (17 % de los votos) y la “lepenización” de una fracción importante de la derecha conservadora tradicional, aparecen como una real amenaza. Lamentablemente, un sector de la izquierda alternativa, en este caso la dirección del NPA, no fue capaz de hacerlo, provocando una nueva escisión en sus filas hacia el Frente de Izquierda y condenandose con su sectarismo al ostracismo. No hay solución política posible sin la participación en un amplio Frente de Izquierda, válido en toda Europa, siguiendo los ejemplos conocidos en Alemania, Grecia, España y Portugal. El repliegue conduce inexorablemente al aislamiento. Aun más cuando es la hora de la resistencia frente a la colosal y peligrosa ofensiva del capital.

El contexto de la crisis actual del sistema capitalista - la mayor en los últimos 50 años, al menos, para no evocar la tremenda de los años 30 del siglo pasado - es el decorado de fondo. Es cierto, como también que se la utiliza como un buen (pero falaz) argumento para los que aceptan que “no hay nada que hacer”. Para éstos solo queda la resignación, inclinarse a las leyes “económicas” - presentadas como inexorables, naturales y eternas - de “los mercados” o del “así lo exige la Europa”. Falacias, por supuesto, para desvirtuar con nubes de humo otra alternativa.

Felizmente, crece una revuelta a los estragos que causa el sistema, con gérmenes de generalización que probablemente modifiquen el panorama. Un ejemplo ha sido la huelga general europea del 14 de noviembre – un hecho inédito de enorme importancia –, un anticipo que puede abrir nuevos horizontes a la resistencia popular (ver las notas publicadas por Sin Permiso).

El descrédito de la socialdemocracia y el abandono de una política de reformas – que fue su razón histórica de existir – están presentes en el panorama actual. No se olvida como fueron enterradas, una tras otra, las promesas de 1981. Pocas quedaron. Y Mitterrand, otrora crítico de la V República, se acomodó muy bien a la función presidencial cuando llegó al poder. La república se fue configurando muy próxima a una monarquía constitucional. Conviene recordarlo.

Aún más cerca, el socialista Lionel Jospin –ex primer ministro de la “cohabitación” con Jacques Chirac- llevó a cabo la más importante ola de privatizaciones y el comienzo del desmantelamiento del Estado de Bienestar. El social-liberalismo había suplantado a la socialdemocracia tradicional, una ruptura política e ideológica con consecuencias nefastas (Grecia, Portugal, España, Irlanda, Italia...). Y otros escenarios, quizá peores, que se vislumbran en el horizonte.

La aceptación de la Europa neoliberal -desde Maastrich hasta el Tratado de Lisboa- fue la línea roja. La victoria del neoliberalismo se consumó con el sostén alegre de la socialdemocracia. ¿Qué gracia, pues, podía acordarse a Hollande, émulo de Blair, Schröder, Zapatero y otros? Ahora mismo, el gobierno socialista y sus tímidos aliados (los ecologistas) han mostrado su impotencia. Después de algunas primeras reticencias, cedieron frente a Angela Merkel y sus asociados. La aceptación de la Europa neo-liberal era patrimonio común.

Así, pesar de una fuerte oposición a la ratificación del Tratado europeo, incluída la importante movilización sindical del 30 de septiembre, nuevamente se encontró la forma de desconocer el reclamo popular (como en 2005 cuando se votó No en el referendo). Ahora, el Tratado europeo se impuso, con los retoques exigidos por la “Troika”, nuevamente por vía parlamentaria. Se aprobó con una alianza espúrea del gobierno socialista con la derecha: 477 votos a favor, 70 en contra (entre los cuales los diputados del Frente de Izquierda y, para su honor, 20 socialistas, 12 ecologistas, a los que se sumaron 21 abstenciones y 9 que no tomaron parte). El Senado aprobó en la misma línea : 307 a favor, 32 en contra.

El gobierno de Hollande –y es lo que realmente importa- aceptó la famosa y absurda “regla de oro”: reducir el déficit estructural y no pasar el 3 % del déficit presupuestario. En otros términos, aceptar la política de ajustes y austeridad, con las consecuencias conocidas por todos, siempre en detrimento de las clases populares. El gobierno socialista se ató así las manos. Los argumentos para justificar este hecho son variados, pero ninguno puede soslayar que se perdió una gran oportunidad para redefinir el juego. Los hechos son siempre más contundentes que cualquier discurso.

En lugar de llevar a cabo una política de reformas, no digamos revolucionaria, sino simplemente dar una patada en el tablero y redefinir las reglas de juego, que era totalmente posible, se dejó abierto el camino a la consolidación del nefasto “Merkozy”. Es decir, a la catástrofe anunciada.

Mientras tanto, la crisis que ya se abatió con ferocidad sobre varios países, no deja de golpear las puertas de Francia. Según el Instituto de estadísticas (Insee), en el tercer trimeste del año el paro sobrepasó el 10 % (10,2 exactamente). El desempleo oficial superó los 3 millones de la población activa (a los que hay que agregar un porcentaje que no figura en las estadísticas, pues simplemente dejó de contabilizarse). Los pronósticos no son mejores : se prevee una acentuación de la tendencia, y a fines de 2013, el mismo Insee avanza la posibilidad de un 12 % de desocupación. El hecho es que el cierre de empresas sigue su curso inexorable. En este contexto, hay que destacar las consecuencias extremadamente graves en que vive la población marginada, en particular la juventud de los barrios periféricos (el paro afecta a los jóvenes entre 18 y 30 años, pero más del 50 % a los habitantes de las cités).

El discurso de Hollande -y la práctica de su gobierno- se ajustan peniblemente a esta situación. El presidente evita el término “austeridad”, prefiriendo otros más suaves, pero ese es el sentido de su gestión : una permanente capitulación frente a las exigencias de los “mercados” y, finalmente, a la señora Merkel. Es Alemania quien tiene la batuta en la mano, al menos mientras la derecha conservadora siga en el poder. Sin embargo, los poderosos dueños del capital redoblan su ofensiva. A pesar del “crédito a los impuestos” adoptado por el gobierno para el próximo año –20 mil millones de euros favorables a las empresas, y aumento del IVA, que perjudica el poder de compra- un manifiesto firmado por 98 grandes patrones exige un pacto de “competividad”. Lo cual quiere decir bajar aún más los salarios, facilitar los despidos, aumentar el tiempo de trabajo, disminuir las “cargas sociales” (léase, terminar con los beneficios que aún disponen los asalariados). En el mismo sentido, se pronuncia Laurence Parisot, dirigente del Medef, la más grande asociación patronal. Con un cinismo que no sorprende, Parisot afirma que no habrá acuerdos con los sindicatos si éstos no aceptan una mayor “flexibilidad”. No se queda atrás la dirección de Renault, que recientemente amenazó con cerrar sus plantas en Francia si no se acepta un “acuerdo de competividad”. Evidentemente, es una ofensiva sin precedentes, como denuncia el conjunto de las organizaciones sindicales. Esta es una razón evidente para proseguir lo que se anunció el 14 de noviembre y las grandes luchas de los trabajadores y ciudadanos de Grecia, Portugal, España.

En estos días, la derecha conservadora francesa –la UMP– ha dado un espectáculo ejemplar de su propia descomposición. El ex primer ministro de Sarkozy durante los cinco años de su mandato, François Fillon, ha calificado los hechos relacionados con la elección de la presidencia del partido –disputada entre el mismo Fillon y Jean-François Copé– como una “ruptura política y moral”. Un verdadero acto devaudeville, de comedia ligera, si se quiere, donde se denuncian fraudes y turpitudes de todo tipo. Una pelea entre bandidos, que no nos concierne para nada, por supuesto. Salvo que es posible registrar un dato de suma importancia : la gangrena que está devorando al principal partido de la derecha a favor de la extrema derecha.

Pues si es verdad que las diferencias entre Fillon y Copé son escasas –más allá de sus respectivas ambiciones y egolatrías–, Copé es el defensor declarado de las posiciones más cercanas al Frente Nacional. No es casual que el ex consejero de Sarkozy, Patrick Buisson, ex director de Minute, pasquín de extrema derecha, forme parte de su equipo. Esta “derecha fuerte”, neoliberal, xenófoba y racista es un peligro. En las épocas de crisis mayor, cuando las sociedades se resquebrajan y los temores reales e imaginarios ganan espacio, no conviene cerrar los ojos cuando los cuervos se agitan.

París, 23 de noviembre 2012.

Hugo Moreno es miembro del Comité de Redacción de Sin Permiso

lunes, 19 de noviembre de 2012

PETRAEUS NO ERA DE PIEDRA






                                                   GENERAL PETRAEUS



Público.es

Nazanín Armanian

Obama II: Petraeus, Siria e Israel
18nov 2012
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“Un escándalo pequeño para tapar algo escandaloso”. El presidente Obama, fortalecido tras su reelección, se deshace del general neo-can David Petraeus, director de la CIA, el último que había heredado del gobierno de Bush. En 2011 ya apartó al secretario de Defensa, Robert Gates, “el señor de guerra” desde 2006.
La salida de Petraeus coincide con la detención de otros altos cargos militares en misión extranjera, con la caída en desgracia del general Allen, responsable de la OTAN en Afganistán, la marcha voluntaria de la secretaria de Estado, la halconesa H. Clinton (su rival en las primarias del 2008, a quien incluyó en su gabinete para neutralizarla) y también la de León Panetta, director del Pentágono. Que el cese del ministro ruso de defensa, Anatoly Serdyukov por Putin coincidiera con dichos cambios, pone la guinda a la intriga.
Sobre las razones de la renuncia de Petraeus, la versión oficial apunta a un affaire sexual y la extraoficial, al incidente en el consulado de EEUU en Libia que causó la muerte de su embajador. Aunque puede haber otra: el fracaso en la estrategia llevada a cabo en el Oriente próximo y el Norte de África por la CIA y el Pentágono.  Hasta hoy, lo habitual en acusar a un político de “actitudes inmorales” era que un periódico las revelaba, el avergonzado lo reconocía, pedía perdón y dimitía para evitar males mayores. En el “caso Petraeus”, y a pesar de que desde el verano era secreto a voces en la Casa Blanca, ha sido el propio general que confiesa su pecado y lo hace además dos días después de la reelección de Obama. ¿Por qué los republicanos no lo utilizaron como “sorpresa de octubre” contra el candidato demócrata?  Por otro lado, sorprende que el adulterio puede ser motivo del cese de un “héroe”, pero no lo sea el ser responsable de la tortura, secuestro y muerte de miles de personas, incluidos varios centenares de sus compatriotas en Afganistán.
En cuanto al asalto de los al-qaedistas al consulado (sede de operaciones de la CIA) en Bengasi, que sucedió -para el alucine de los cabalistas-, otro 11 de septiembre (2012), Petraeus lo relaciona con la película contra el profeta Mahoma. Otros informes le culpan por la detención ilegal de varios libios armados que provocó el ataque de este grupo al consulado para liberarlos. Se trataría de los mismos salafistas  a los que Obama y líderes europeos armaron para derrocar a Gadafi. ¿Estaban criando la serpiente en la propia manga?
Sin embargo, todo indica que el presidente remodela la cúpula militar-inteligencia de cara a la política exterior. El motivo no es sólo la rotunda pérdida de la influencia de EEUU en el mundo desde hace varios años, sino el aumento de la tensión y el clima anti-estadounidense en países supuestamente democratizados y liberados, a pesar de los informes redactados por la CIA y el Pentágono sobre los éxitos de su estrategia. Ahora resulta que Petraeus fue un héroe de papel. No consiguió que la milicia sunnita “Hijos de Irak” que creó desbancara a los chiitas del poder, ni encontró un recambio al impresentable afgano Hamid Karzai, que se acerca más y más a China e Irán. Hizo que Pakistán se escapara de la órbita americana, convirtiendo a Afganistán en una ratonera para la OTAN. Ambas instituciones también cometieron el mismo error que los “orientemediólogos” occidentales: vincular la solución de todos los conflictos de la zona con la paz entre palestinos e israelíes,  incluido el programa nuclear iraní. ¿Quiso la CIA sabotear las negociaciones de los enviados de Obama con Teherán, al anunciar el desmantelamiento de un imposible plan iraní para matar al embajador de Arabia Saudita,  y nada menos que en Washington y no en Bagdad o Beirut? Tuvieron que ocurrir hechos como la toma de la embajada en Al Cairo o en Bengasi para que Obama se diera cuenta de que el apoyo a los islamistas durante las mal llamadas “Primaveras árabes”, a cambio de que éstos se convirtieran en aliados, era la ilusión de un aficionado.  Con amargura confesó que “Egipto no es un amigo, pero tampoco es enemigo”, de momento.
No se puede descartar que la CIA tuviese algún plan contra Obama antes de las elecciones. En  1980 y en la víspera de las elecciones presidenciales, se unió con el Mossad y el republicano Ronald Reagan para impedir la liberación de sus compatriotas retenidos en la embajada de EEUU en Teherán y así tumbar a Jimmy Carter, quien alarmado por los crímenes que cometía “La Campaña” (la CIA) en Vietnam, Laos, Camboya, Filipinas, Congo… prejubiló a varios mandos y prohibió los asesinatos de los políticos extranjeros. ¿Se había convertido el General Petraeus en un poder autónomo fuera de cualquier control? Quizás por eso ni los republicanos le defendieron.
Pero la decadencia de EEUU no tiene un solo culpable. China y Rusia han cerrado el capítulo de los tristes años 1991-2011, marcados por el militarismo desbocado de EEUU en el mundo.
Cambios en el “caso Siria”
Una vez iniciada la limpieza en su entorno, Obama declaró el “Fin de la década de guerra” (directa y unilateral), y lanzó dos iniciativas para cumplirlo: el diálogo sincero con Irán y lavar la cara de la tutelada oposición siria apartando a los islamistas, -que asustaban tanto a la población siria como a los vecinos- y colocar a George Sabra, un ex comunista cristiano en su dirección, además de mantenerse en un segundo plano. EEUU no quiere ser la gendarmería del mundo atendiendo pequeñas peleas vecinales. Mientras el Presidente mira al Pacífico sur, deja que Francia arme esta “nueva” alternativa a Assad, y que sea Turquía quien coloque los misiles Patriot en la frontera con Siria para así crear una zona de exclusión aérea de facto, y que luego sean las tropas británicas que en invierno avancen hacia Damasco, para atender supuestamente a la población asediada, según el General Richards, jefe de las fuerzas armadas británicas. Qatar e Israel, por su parte, estudiarán cómo asesinar a Assad, y todos juntos se reirán del Derecho Internacional, antes de repartir el pastel.
Israel se ríe de Obama
La primera declaración de “guerra” del gobierno israelí a Obama fue su abierto apoyo a Romney durante las elecciones. ¡Fue el único del mundo! Y la segunda, agresión a Gaza con el fin de: colocarse en el centro de la atención mundial e incluso humillar a un Obama sin agallas que se verá obligado a apoyarle; impedir la formación del Estado palestino, y exportar al crisis interna, de cara a las elecciones de enero. Un Netanyahu frustrado por no haber podido atacar a un gigante como Irán se ensaña con los indefensos palestinos, sin caer en la cuenta de que éste no es el mundo del Plomo Fundido del 2008.
Tampoco de santos como Obama se pueden esperar milagros. Él no da más de s














LA IZQUIERDA Y LA CRISIS EN FRANCIA

 

La Mutualité, Paris

Mélenchon quiere luchar contra la austeridad

Raphaëlle Besse Desmoulières · · · · ·

Sinpermiso 18/11/12

 

Hubo un perfume de nostalgia, el viernes 16 de noviembre en París, en el gimnasio Jaoy donde Jean-Luc Mélenchon celebró un mitin. Allí estaba el tradicional "John Luuuc Mélenchooon", los gritos de "resistencia" de la gente y la corbata roja del veterano candidato del Frente Izquierda para las elecciones presidenciales.
Es cierto que el aforo no estaba tan concurrido como los mejores momentos de la campaña, las banderas comunistas no vinieron a llenar las del Partido de la Izquierda. Pero no importa, el diputado europeo ha ofrecido un discurso de una hora y media para "derribar la austeridad" después de una semana en la que el PG ha multiplicado las iniciativas sobre esta cuestión, incluyendo la presentación el lunes de un "contra-presupuestro".
La situación europea ha ocupado un lugar destacado en su intervención, él que fue a mostrar su apoyo a los sindicatos el miércoles cuando protestaban contra la austeridad en la convocatoria de la Confederación Europea de Sindicatos. "En cualquier momento, una extraordinaria crisis puede estallar", según juzgó. Para Mélenchon, después de Grecia, España y Portugal, "le tocará su parte a Francia", mientras que el viernes, el semanario británico The Economist dedicó un dossier a Francia bajo el título de "la bomba de relojería". Lógicamente, los líderes alemanes fueron atacados, con la canciller alemana en mente: "El gobierno alemán no tiene lecciones que darnos", dijo, denunciando "el pequeño equipo ciego, hinchado de arrogancia que rodea a la señora Merkel".

"Merkhollande"

Anteriormente, tituló su última entrega del blog de "Merkhollande nació con gran pompa." Sobre la conferencia de prensa del Presidente de la República, cree que “Hollande asume” “este social-liberalismo”. “Después de Merkozy, aquí Merkhollande” escribió. Y como ha demostrado Ayrault que habla alemán, en la lengua de Merkel, ¡siempre se está dispuesto a pasar del ‘productivo’ a ‘terrible’! En la espera, lo odioso está servido: ¡el catecismo liberal en la boca de un presidente elegido por la izquierda, lleno de voluntad de reajustar minuciosamente los gastos excesivos del Estado!”
En Japy, el diputado europeo no ha sido muy amable con el Jefe de Estado, llamado "socialdemócrata liberalizado hasta la médula". Criticó el informe Gallois y la subida del IVA prevista para 2014, diciendo que supondrá "260 euros al año por familia." "Hice los cálculos, al igual que el PS en las últimas elecciones" con el IVA social de Nicolas Sarkozy, bromeó.
Para Mélenchon, los socialistas "tienen miedo y el miedo es un mal consejero": es lo que los hace "babear ante el MEDEF" [patronal francesa. N d T]. "Debido a que son pollos de engorde, no saben que en la vida real, todo es relación de fuerzas", denunció, y añadió: "François [Hollande], estás perdiendo tu tiempo mimándolos, a correr tras ellos, porque haciéndolo estás perdiendo fuerza. Son golpes lo que es preciso dar ahora al adversario, no caricias”. Sobre todo, según él, al ver a uno deThe Economist decir que Hollande está "poco recompensado por ​​(sus) esfuerzos para mostrarse simpático".

"Mayoría alternativa"

Recordando que "no se gira hacia Sarkozy, sin los 4 millones de votos que somos", dijo que el Frente de Izquierda no tenía nada que esperar del PS, y por ello se abstuvo de dar su voto de confianza al gobierno en julio. "30 mil millones suprimidos del presupuesto más 20 mil millones a cuenta de la llamada competitividad, es lo que se usted [Hollande] ha hecho de la oportunidad que se le ha dado", dijo.
Antes de irse para asistir a la manifestación del sábado en Notre-Dame-des-Landes (Loire-Atlántico) contra el proyecto del aeropuerto, se tomó el tiempo para las europeas de 2014, dejando al margen las municipales, tema sensible para el Frente de Izquierda. Caracterizando como “el puente que está siendo organizado”, dijo, entre los centristas y socialistas, particularmente en el Senado, volvió a hacer un llamamiento a los ecologistas y a la izquierda del PS para constituir "una alternativa mayoritaria". Mientras tanto, se ofrece más que nunca como una alternativa. "Estamos listos, subrayó un poco antes. Estamos en condiciones de gobernar este país de manera diferente." Para terminar, una cita de Trotsky: "¡Historia eres lenta, eres cruel!" Y agregó: "La próxima somos nosotros!" Antes de que la Marsellesa y la Internacional se oyeran.

Raphaëlle Besse Desmoulières es un periodista de Le Monde

Traducción para www.sinpermiso.info: Daniel Raventós

jueves, 8 de noviembre de 2012

DRAGHI: UN AVISO A ALEMANIA

Draghi avisa que la crisis ha llegado ya a la economía alemana

 

 

MARIO DRAGHI

Público.es

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtió hoy de que los efectos de la crisis de endeudamiento de la zona del euro "han llegado ya a la economía alemana". Hasta ahora Alemania pudo eludirse ampliamente de algunas dificultades en otras regiones de la zona del euro", dijo Draghi en un acto organizado por los bancos populares y cooperativos en el que se debate el futuro del capitalismo. "Los últimos datos señalan que los acontecimientos de la crisis han llegado a la economía alemana", según Draghi.

Añadió que "Alemania es una economía abierta e integrada, por eso no es sorprendente que una ralentización en el resto de la zona del euro tenga un impacto aquí". El comercio dentro de la zona del euro representa el 40 % del producto interior bruto (PIB).El 65 % de la inversión directa extranjera en Alemania proviene de otros países de la zona del euro. "Pero se ha mencionado poco cómo afectan los problemas en el conjunto de la zona del euro a la situación financiera en Alemania", dijo el presidente del BCE.

"La debilidad de la economía de la zona del euro hace que los tipos de interés se sitúen en niveles muy bajos. Y la crisis de confianza en algunos de los países de la zona del euro genera flujos de dinero a puertos seguros en Alemania lastrando los tipos de interés aún más", recordó Draghi.

El presidente del BCE defendió las medidas no convencionales que ha aplicado la entidad monetaria para afrontar la crisis de endeudamiento soberano y que han sido criticadas por el Bundesbank y medios conservadores alemanes. Los acontecimientos financieros en Alemania son el espejo de los acontecimientos financieros en el resto de la zona del euro. Y esto significa que las medidas para asegurar la estabilidad de la zona del euro en su conjunto también beneficiarán a Alemania", apostilló Draghi.

Draghi, además, ha comentado que el nuevo programa de compra de bonos de la entidad permite realizar intervenciones ilimitadas en el mercado de deuda soberana y debería despejar cualquier preocupación del mercado sobre una ruptura de la zona euro. Un día antes la reunión mensual sobre política monetaria de la entidad,  el banquero italiano dijo que el banco espera que la economía de la zona euro siga débil "en el corto plazo", añadiendo que la inflación "está bien controlada. Esperamos que caiga por debajo del 2% el próximo año".

El BCE dejará previsiblemente sin cambios los tipos de interés el jueves, retrasando un recorte en los tipos que podría poner en riesgo el impacto del plan de compra de bonos diseñado por Draghi un año después de su llegada a la presidencia del banco.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Hace 50 años, cuando el mundo estuvo al borde de la guerra-

 

27 DE OCTUBRE 1962, EL DÍA CLAVE

 

Crisis de los misiles: lo que intentan ocultar (y II)

Ángel Guerra Cabrera

Rebelión

En la primera entrega quedó claro que Cuba estaba gravemente amenazada por una invasión militar directa de Estados Unidos desde su derrota en Bahía de Cochinos. Baste añadir que preveía la movilización de 5 divisiones del ejército, entre ellas la 82 y 101 aerotransportadas, cientos de aviones de caza y bombarderos y la Flota del Atlántico con sus unidades aéreas y de infantería de marina.

Por consiguiente, la causa de la crisis no fue la decisión cubano-soviética de emplazar en la isla los proyectiles nucleares como han venido publicando numerosos charlatanes. La causa fue la mencionada amenaza, que precedida del sangriento Plan Mangosta y unido al bloqueo económico conducirían supuestamente a una sublevación interna y a la justificación para invadir. Cuanto afirmo puede confirmarse en la copiosa información desclasificada y en las memorias de los debates tripartitas sobre la crisis. En uno de ellos(1992), el secretario de Defensa estadunidense durante la crisis, Robert Macnamara, admitiría en La Habana: “Quiero declarar con suficiente franqueza y retrospectiva que si yo hubiera sido un dirigente cubano(en el verano de 1962), creería que pudiera haber esperado una invasión de Estados Unidos… y debiera decir, asimismo, que de haber sido un dirigente soviético hubiera llegado a la misma conclusión”.

Debe subrayarse que la dislocación de armas nucleares en Cuba cumplía con las normas del derecho internacional, que reconoce la prerrogativa soberana de los Estados a tomar todas las medidas necesarias para defenderse de la amenaza de agresión extranjera. Sin embargo, Kennedy actuó con arrogancia y desproporción desde el momento en que se desencadenó la crisis, decretando un bloqueo naval, un incremento de los vuelos de los aviones espía U2 y el inicio de vuelos rasantes sobre Cuba. El bloqueo naval sí era una violación del derecho internacional y agravaba enormemente la situación. Era, además, militarmente innecesario pues como demostró la evaluación realizada días después por el Pentágono, aún con los misiles en Cuba Estados Unidos mantenía la delantera en el balance nuclear. La URSS actuó con mayor prudencia pero le faltó resolución y altura de miras. Fueron graves errores de su parte no aceptar la propuesta cubana de hacer público el acuerdo cubano-soviético sobre los misiles y luego permitir el vuelo de los U2 mientras se instalaban. Las fotos tomadas por una de estas naves a una rampa de lanzamiento el 14 de octubre de 1962 entregaron a Kennedy una semana para afinar la riposta y le posibilitaron pasar a la ofensiva política y militarmente.

Aunque tanto Kennedy como Jruschov demostraron interés en evitar la guerra nuclear la salida que dieron a la situación fue muy limitada. Era de esperar algo más que un mero compromiso verbal por Kennedy de no atacar a Cuba a cambio de retirar los cohetes soviéticos. El más grave error de Jruschov fue excluir a Cuba de las negociaciones con Kennedy pensando tal vez que estas se habrían complicado. Con la intervención de Fidel Castro el desenlace pudo haber sido mucho más favorable no sólo a Cuba, sino a la paz y la seguridad de los pueblos, pues su altura de estadista y revolucionario le habría impregnado una tónica multilateral en el marco de la ONU, postura defendida por la diplomacia cubana desde el estallido de la crisis. Los no alineados y países como México abogaban ante U Thant, secretario general de la ONU, por una salida negociada. Los dirigentes cubanos tenían una lúcida visión de la gravedad de la situación y contribuyeron muy responsablemente a evitar el conflicto nuclear pero abogaban con firmeza por una paz con principios, con dignidad. Esta exigía que se satisficieran por Washington las justas demandas cubanas: cese del bloqueo y la hostilidad económicos, cese de las acciones subversivas desde su territorio(incluyendo los actos terroristas), cese de las violaciones del espacio aéreo y de aguas cubanos por naves estadunidenses y retirada de la base de Guantánamo. Es evidente que Estados Unidos, pese a su inaudita arrogancia, no se hubiese arriesgado a una guerra nuclear frente a estas simples demandas, todas encaminadas a restituir una relación normal y pacífica de Washington con La Habana y a distender la situación en el Caribe y a escala mundial dentro del marco del derecho internacional. En Cuba, con 300 000 combatientes atrincherados y un pueblo consciente de su papel no hubo un minuto de vacilación en aquellos días.

Twitter: aguerraguerra

Gatonegro ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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