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domingo, 23 de octubre de 2016

Los nueve objetivos de la ofensiva de EEUU en Mosul



Nazanín Armanian

El nuevo asalto de EEUU y sus aliados a Mosul rompe otra de las promesas de Barack Obama: la de “no poner los pies sobre el terreno de Irak”. La transmisión televisiva del ataque a la ciudad iraquí contrasta con el silenciado bombardeo sobre Yemen. Esta nueva agresión militar terrestre está dirigida por el Pentágono, con al menos 5.000 soldados estadounidenses, 60.000 árabes, y 24.000 paramilitares kurdos, izadíes, turcomanos y cristianos iraquíes equipados con la tecnología bélica más destructiva de la humanidad. El objetivo es desalojar a unos 9.000 yihadistas del Estado Islámico que tienen ocupada la ciudad de Mosul desde el junio del 2004.

Aquí dos preguntas:

¿Cómo una pequeña banda armada sin aviones ni helicópteros pudo ocupar miles de kilómetros en Irak, la colonia de EEUU y su principal base militar en el corazón de Oriente Próximo? Imagínense que el Estado Islámico conquistara Zaragoza y la base de Torrejón no se diera ni cuenta, y luego durante dos años tampoco intentara liberarla. Y, ¿por qué ahora sí?

¿Se trata de un milagro el hecho de que los 13.000 ataques aéreos efectuados contra el EI en Irak en 2015 no hayan acabado con el grupo, sino más bien hayan ampliado su zona de influencia? En 1991, durante sólo seis semanas, Bush destruyó casi todo Irak. ¿Por qué Obama habla de “meses” para liberar una ciudad?
Nos mintieron en la primera fase del desmantelamiento de Irak como Estado, nos tomaron el pelo en su segunda fase en 2003, y ahora estamos ante el final de Irak debido a los bomberos pirómanos.

Mosul (unificador en árabe), la milenaria urbe de mayoría asiria, apodada “la madre de dos primaveras” por su buen clima, alberga el principal cuartel del EI instalada al lado de la tumba del profeta Jonás. La que ha sido cuna de la mayoría de los dirigentes del partido Baas es rica en recursos hidráulicos y petrolíferos -exporta petróleo a Turquía-, y ha sido y es un corredor vital comercial, que conecta el país con Siria y Turquía.

Se teme que durante el conflicto, el puente de Mosul, construido sobre Éufrates -río que suministra agua y electricidad a una vasta área del norte de Irak y riega sus cultivos-, sea destruido, provocando una catástrofe de gran dimensión, como sucedió en 612 a. C. Cuando una crecida del río devastó esta localidad, facilitando su conquista por los babilonios y los medos,antepasados de los kurdos. ¿Se repetirá la historia? La banda terrorista dispara a quienes intentan huir de la ciudad y ha tomado como rehenes a cerca de 30. 000 mujeres que fueron violadas durante el llamado Yihad al Nikah y que han tenido hijos con sus violadores o están embarazadas.

EEUU con esta exhibición militar en Mosul pretende:

.Recuperar la ventaja militar que ha perdido Siria paulatinamente, sobre todo después de que Rusia anunciara la instalación de misiles S.300 cerca de Damasco y de una base militar, en su ciudad costera de Jableh.

.En una huida organizada, los yihadistas se trasladan de Irak a Siria, donde han sido diezmados por los bombardeos rusos sobre Alepo. Se repartirán en diferentes puntos del país para continuar una larga guerra de desgaste, ingeniada por Obama, que negándose a derrocar a Assad convirtió a Siria en una mortal trampa para Rusia, Irán, Hizbolá y Turquía. La “ayuda humanitaria” reclamada por EEUU para la ciudad de Alepo (mientras EEUU y Arabia Saudí han provocado en Yemen la mayor crisis humanitaria del mundo), en realidad era una tapadera para rescatar a los yihadistas atacados, quienes han invertido millones de dólares en una decena de países.

.Utilizar la ciudad como una gran base de operaciones militares de la OTAN para intervenir en Siria.

.La caída de Damasco. El asalto a Mosul se extenderá a Siria. El Pentágono plantea una doble ofensiva: la otra irá dirigida a la ciudad siria de Raqqa.

.Forzar a Rusia a aceptar la oferta que, según el diario Pravda, le hicieron llegar EEUU y Arabia: suculentos contratos con las petromonarquías del Golfo Pérsico a cambio del cese inmediato de Bashar al Assad.

.Seguir con el plan de crear mini países de perfil secretario: la única forma de cambiar la composición cosmopolita de Mosul ha sido una guerra, obligando a cerca de dos millones de habitantes a huir, para luego repoblarla con árabes sunitas. Han creado la fuerza armada sunita Hashad Al-Watani (Movilización Nacional en español) para este objetivo.

Tayyip Erdogan, que bombardea a los kurdos en Siria y sueña con anexionar Alepo, ha ocupado el norte de Irak y reclama la soberanía sobre Mosul. En Bashiqa ha levantado un campamento militar y amenaza a EEUU e Irak (que han rechazado su colaboración en la ofensiva) de lanzar sus planes B y C, sin revelar en qué consisten. El sultán chovinista-islamista anuncia una limpieza étnica-religiosa preventiva en Mosul tras su liberación: sólo podrán quedarse los sunitas árabes, kurdos y turcomanos; los chiitas de cualquier etnia serán expulsados. Más leña a la falsa guerra chiita-sunita.

.Otorgar un papel destacado a los kurdos en la ejecución de sus planes. La principal preocupación de Ankara es que EEUU sustituya a los yihadistas por los kurdos, como propone Hillary Clinton. Francia ya ha creado una base militar en Kobani, una zona kurda en Siria.

.Convertir el Kurdistán iraquí en una base militar permanente, en las fronteras de Irán, es la alternativa a la base de Incirlik en Turquía.

.Posibilitar la construcción del gasoducto Qatar-Arabia Saudi-Irak-Turquía, militarizando su ruta y dar carpetazo al proyecto de Irán-Irak-Siria.
La lógica escondida tras esta locura es el Proyecto del Gran Oriente Medio. La “reconquista” de Mosul irá acompañada por su total destrucción, la matanza de miles de mosulíes, cuya urbe será el núcleo del nuevo estado suni-stan.

Nazanín Armanian

Fuente: Público.es

martes, 6 de septiembre de 2016

Los proyectos (diferentes) de creación de un Kurdistán


Los kurdos forman parte integrante de la nación y la sociedad sirias. Esta foto muestra la estatua del general Saladino El Magnífico, a la entrada de la milenaria Ciudadela de Damasco. Héroe histórico de la defensa contra los cruzados, el general kurdo Saladino liberó Damasco en 1174 y fundó la dinastía árabe de los Ayubidas.


por Thierry Meyssan

El actual proyecto de Kurdistán, con respaldo de Estados Unidos y Francia, no tiene nada que ver con el proyecto que esos mismos países reconocieron como legítimo en 1920, en la Conferencia de Sevres. ¡El proyecto actual ni siquiera se sitúa en los mismos territorios! Este seudo Kurdistán sólo es la zanahoria que los occidentales muestran a los kurdos de Siria para utilizarlos contra la República Árabe Siria. Su creación no resolvería el problema kurdo y provocaría un conflicto comparable al que ya dura desde hace más de 70 años entre Israel y los palestinos. Desentrañando la situación actual, Thierry Meyssan pasa revista a las posiciones contradictorias de las 9 principales potencias exteriores implicadas.



Los movimientos de fuerzas y las batallas que han marcado este verano en el norte de Siria no parecen tener sentido para los observadores. El hecho es que cada una de las fuerzas implicadas persigue tenazmente sus propios objetivos.

Aunque todos los protagonistas dicen luchar contra el Emirato Islámico (Daesh [1]), lo cierto es que ese grupo yihadista lo que hace es desplazarse y solamente retrocede hacia el desierto. Lo que realmente está en juego en estas acciones es la eventual creación de un Kurdistán en detrimento de las poblaciones árabes y cristianas del norte de Siria [2].

Veamos un análisis de los objetivos de guerra de las principales fuerzas que se mueven en el terreno, partiendo del principio básico que la República Árabe Siria es un Estado soberano y que ninguno de estos actores tiene, por consiguiente, ningún derecho a arrancarle parte de su territorio para crear allí una nueva entidad.

Nueve respuestas al tema kurdo…
7 de ellas ilegales

1- El Emirato Islámico no obstaculizará la creación de un Kurdistán, a condición de que no sea al este del Éufrates

El Emirato Islámico, creado, en Irak, por el estadounidense John Negroponte y, posteriormente, por el general David Petraeus, sigue bajo control de este general estadounidense y ex director de la CIA. Este último subcontrata a Turquía la dirección de ese conjunto, conformado por la Hermandad Musulmana, miembros de los Naqchbandis y diversas tribus sunnitas del desierto que se extiende entre Siria e Irak.

Es por eso que, durante la reciente toma de Yarablus por el ejército turco, los yihadistas del Emirato Islámico que controlaban esa localidad siria, se limitaron a retirarse, obedeciendo órdenes de su mentor turco, sin oponer resistencia.

Después de la batalla de Ain al-Arab (Kobane), el Emirato Islámico admitió el principio mismo de la creación de un Kurdistán en el norte de Siria, pero no al este del Éufrates.

2- Las 3 posiciones de Estados Unidos

En tiempos de la Primera Guerra Mundial, el presidente estadounidense Woodrow Wilson había incluido entre sus objetivos de guerra la creación de Armenia, de Israel y de Kurdistán. Al final del conflicto, el presidente Wilson envió a la región la comisión King-Crane. Esta última indicó:

«Los kurdos reclaman un territorio muy extenso, basándose en su presencia [en ese territorio], pero como están muy mezclados con los armenios, con los turcos y los demás, y divididos entre sí en [kurdos] qizilbash [3], [kurdos] chiitas y [kurdos] sunnitas, parece preferible limitarlos a la zona geográfica natural que se halla entre la proposición de Armenia en el norte y de Mesopotamia en el sur, con el foso entre el Éufrates y el Tigre como límite oeste y la frontera persa como límite este (…) Es posible desplazar de esa zona a la mayor parte de los turcos y los armenios, que son poco numerosos, mediante un intercambio voluntario de población y obtener así una provincia de alrededor de un millón y medio de habitantes, casi todos kurdos. Debe garantizarse la seguridad de los caldeos, nestorianos y cristianos sirios que viven en la región.»

La Comisión King-Crane visitó la región justo al término de las masacres desatadas contra los cristianos –que se prolongaron desde 1894 hasta 1923–, perpetradas primeramente por el Imperio Otomano y después por los Jóvenes Turcos, con ayuda de la Alemania del II Reich alemán y de la República de Weimar [4]. Dado el hecho que los turcos habían utilizado a los kurdos para masacrar a los cristianos, la Comisión King-Crane se mostró muy prudente en cuanto a la posibilidad de que los armenios pudiesen vivir en un Estado kurdo. Esa vieja herida se reabrió recientemente cuando, en noviembre de 2015, grupos de kurdos del PYD [5] trataron de “kurdizar” por la fuerza a los cristianos asirios del norte de Siria [6].

A pesar de todo, en 1920 la Conferencia de Sevres creó, en los papeles, un Kurdistán. Pero, ante la rebelión turca encabezada por Mustafa Kemal, aquel proyecto nunca llegó a concretarse y Estados Unidos renunció a él con el Tratado de Lausana, en 1923.

El siguiente mapa, tomado del sitio web Les Clés du Moyen-Orient [en español, “Las llaves del Medio Oriente”] permite observar que el presidente Woodrow Wilson había previsto crear aquel Kurdistán en el territorio de la actual Turquía e incluyendo una pequeña parte del actual Kurdistán iraquí. La Siria actual no tenía absolutamente nada que ver con aquel proyecto.


Varios decenios más tarde, durante la guerra civil turca, la Siria de Hafez el-Assad respaldó al PKK, basándose en las mencionadas proposiciones del presidente Wilson. Siria concedió asilo político al líder del PKK, quien se comprometió por escrito a no reclamar ninguna porción de territorio sirio, incluyendo aquellos donde Siria acogía a los refugiados kurdos.

Las estadísticas son elocuentes. El censo de 1962 muestra que en Siria había solamente 162 000 kurdos, pero un millón de kurdos turcos buscaron refugio en Siria, país que además les concedió asilo político. Hoy son 2 millones y la República Árabe Siria les concedió la nacionalidad siria en 2011. Al inicio del actual conflicto, los kurdos defendieron Siria, con armamento y salarios proporcionados por Damasco, frente a la invasión de los mercenarios islamistas.

Renunciando a su posición histórica, Estados Unidos prometió entonces a los diferentes jefes kurdos –en Irak, en Siria y en Turquía– crear para ellos un Estado en Siria si volvían sus armas contra Damasco. Algunos aceptaron la oferta.

A inicios de 2014, cuando el grupo del general estadounidense David Petraeus planifica el desarrollo del Emirato Islámico y su invasión contra la provincia iraquí de al-Anbar, ese grupo autoriza al gobierno regional kurdo de Irak a apoderarse de los campos de petrolíferos de Kirkuk, lo cual se hizo realidad sin que ello diese lugar a ningún tipo de condena internacional, ya que los medios de difusión mantenían la atención de la opinión pública concentrada en los crímenes del Emirato Islámico.

3- Rusia respalda los derechos de la minoría kurda

En un primer momento, Rusia apoyó el proyecto de creación de una región autónoma kurda en Siria, según el modelo de la Repúblicas Autónomas rusas. En febrero de 2016 se abrió en Moscú una representación de las YPG.

Sin embargo, ante la reacción indignada de los sirios, Moscú tomó conciencia del hecho que la situación de la República Árabe Siria no tiene nada que ver con lo que existe en la Federación Rusa. Las minorías sirias están tan mezcladas entre sí que no existe ninguna región del país donde una de ellas sea mayoritaria. Durante miles de años, la defensa de Siria se ha organizado a partir de la mezcla de poblaciones, de forma tal que, en todas partes del país, una minoría vinculada a un eventual invasor pueda proteger al resto de la población. Por consiguiente, el Estado sirio no garantiza los derechos de las minorías entregándoles la gestión de regiones separadas sino organizando las instituciones y la administración según los principios del laicismo, tanto en materia de religión como en el plano étnico.

Es por ello que Rusia aborda ahora la cuestión kurda de manera completamente diferente. Rusia se ha comprometido a defender los derechos de todas las minorías en general, incluyendo los derechos de los kurdos, pero ha invitado a estos últimos a que definan claramente si están a favor o en contra de los yihadistas. En efecto, por el momento, los kurdos de todas las tendencias luchan contra los yihadistas, pero no porque sean yihadistas sino para apoderarse de los territorios que estos ocupan y apropiarse de ellos. Eso ha llevado a Rusia a exigir a los kurdos que definan también a quién consideran como aliado: Washington o Moscú.

4- Turquía quiere la creación de un Kurdistán, pero en Siria y bajo control del clan Barzani

Ankara se niega a la posibilidad de que un Kurdistán sirio pueda servir de retaguardia al PKK, circunstancia que este partido kurdo podría aprovechar para extenderse en Turquía. Ankara mantiene excelentes relaciones con el gobierno regional del Kurdistán iraquí y no tiene porqué oponerse a la creación de un Kurdistán sirio. Es por eso que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan había concluido con los dos copresidentes de las YPG un acuerdo secreto según el cual él apoyaría la creación de ese Estado. Pero ese acuerdo no sobrevivió a la represión desatada contra los kurdos de Turquía por el propio presidente Erdogan a raíz del progreso de estos en las elecciones legislativas de junio de 2015 [7].

La extrema derecha turca, tanto el MHP como los Lobos Grises y la Milli Gorus del presidente Erdogan, profesa una ideología de carácter racial. Según esos movimientos y milicias, Turquía debe ser islámica y basarse en la raza turco-mongola –lo cual implica la expulsión de cristianos y kurdos. La oposición no comparte ese punto de vista y gran parte de los kurdos están perfectamente integrados a dicha oposición.

Abdullah Ocalan crea el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en 1978, cuando el fundador de los Lobos Grises, Alparslan Turkes, se convierte en viceprimer ministro de Turquía, en 1975, y habla públicamente de liquidar a los kurdos, siguiendo el modelo de liquidación de los cristianos aplicado durante el genocidio desatado contra los armenios y los griegos pónticos. Damasco concede a Ocalan el asilo político hasta 1998, año en que Ankara amenaza con recurrir a la guerra si Siria sigue protegiéndolo. El entonces presidente sirio Haffez el-Assad pide a Ocalan que trate de hallar refugio en otro país. El fundador del PKK será finalmente secuestrado en Kenya por el Mosad –la inteligencia israelí–, con ayuda de los kurdos del PDK, y entregado a Turquía, donde aún se encuentra encarcelado.

5- Irán se opone a la creación de un Kurdistán

Alrededor de 4,5 millones de kurdos son iraníes y son mayoría en una región de la República Islámica. Si bien gozan de igualdad jurídica, la región donde son mayoritarios sigue siendo objeto de diversas formas de discriminación y está menos desarrollada que las regiones de población persa.

La República Islámica de Irán defiende firmemente la preservación de las fronteras, sobre todo porque la creación de un nuevo Estado podría estimular el separatismo de otras minorías, como los baluchis.

Además, siendo aliado de Siria, Irán no puede admitir la creación de un Gran Kurdistán en detrimento de la integridad territorial del Estado sirio.

6- El gobierno regional kurdo de Irak es favorable a la creación de un Gran Kurdistán en territorios que hoy son parte de Irak y de Siria

El gobierno regional kurdo de Irak ve con inquietud a los kurdos de Siria. En efecto, se trata de dos poblaciones diferentes que, a pesar de ser kurdos, no hablan la misma lengua (los kurdos de Irak hablan sorani mientras que el segundo grupo habla kurmanji, por tratarse de kurdos provenientes de Turquía) y tienen una historia de relaciones conflictivas desde los tiempos de la guerra fría. Los kurdos de Irak incluso filtran la entrada a su territorio de kurdos provenientes de Siria y cierran las puertas a los kurdos que les parecen sospechosos de mantenerse vinculados al PKK.

Massud Barzani, jefe del clan Barzani, sigue siendo presidente del gobierno regional kurdo iraquí después de haber prorrogado su propio mandato en 2012, impidiendo la realización de elecciones. Massud Barzani ha instaurado en el Kurdistán iraquí un régimen corrupto y autoritario, sin vacilar en recurrir al asesinato de sus opositores. Con ayuda del Emirato Islámico, Massud Barzani extendió en un 40% el territorio de su región, anexando los campos petrolíferos de Kirkuk, y posteriormente el petróleo robado por el Emirato Islámico circuló a través del oleoducto del Kurdistán iraquí.

Como puede comprobarse en el siguiente mapa, al apoderarse del territorio que va desde Erbil hasta la frontera siria, Barzani impuso una continuidad geográfica entre el Kurdistán autónomo de Irak, bajo su control, y un Kurdistán eventualmente instaurado en el norte de Siria.



Luego de haber respaldado al Emirato Islámico durante la batalla de Ain el-Arab (Kobane), el gobierno regional kurdo iraquí se acercó a las YPG –a pedido de Washington– y les prestó una asistencia simbólica. Actualmente, el “presidente” Massud Barzani anuncia a cada rato que el Kurdistán iraquí va a declararse independiente y que planea anexar entonces una parte de Siria, pero se opone de plano a la creación de un Kurdistán dirigido por Saleh Muslim, copresidente del PYD (Partido de los kurdos de Siria).

7- Israel es favorable a la creación de un gran Kurdistán en territorios de Irak y Siria, pero no en Turquía

Para garantizar su propia seguridad, Israel estimuló inicialmente la creación de zonas desmilitarizadas a lo largo de su frontera, en detrimento de sus vecinos, como en el Sinaí egipcio y el sur del Líbano. Pero, debido al desarrollo de los misiles, Israel abandonó esa estrategia, se retiró del Sinaí y del sur del Líbano y, desde 1982, viene desarrollando una estrategia que consiste en controlar por detrás a las tres grandes potencias de la región, que son Egipto, Siria e Irak. Para lograrlo, estimuló la creación de un nuevo Estado independiente, Sudán del Sur, y ahora incita a la creación de un gran Kurdistán en territorios pertenecientes a Siria e Irak.

Desde la época de la guerra fría, Israel mantiene muy estrechas relaciones con el clan Barzani, actualmente en el poder en el Kurdistán iraquí.

8- Francia es favorable a la solución del problema kurdo sin afectar el territorio turco

En 2011, los entonces ministros de Relaciones Exteriores de Francia y Turquía, Alain Juppé y Ahmet Davutoglu, firmaron un Tratado donde se estipulaba que Turquía apoyaría las guerras contra Libia y contra Siria (esta última ni siquiera había comenzado todavía) a cambio de respaldo a la admisión de Turquía como miembro de la Unión Europea y de la solución del problema kurdo en detrimento de los vecinos de Turquía. En otras palabras, Francia se comprometió a crear un Estado independiente –en Siria o en Irak, o a caballo sobre ambos países– para poder expulsar hacia allí [desde Turquía] a los kurdos del PKK. Ese acuerdo, que planifica la ejecución de crímenes contra la humanidad, se mantuvo en secreto y no fue sometido a los parlamentos de Francia y Turquía.

El 31 de octubre de 2014, el presidente Francois Hollande recibió a Erdogan en la sede de la presidencia de la República Francesa. Saleh Muslim, copresidente del PYD (partido de los kurdos de Siria, cuya rama armada son las YPG), se unió secretamente a este encuentro. Estos tres personajes se pusieron de acuerdo para crear en el norte de Siria, y en detrimento de los pueblos no kurdos que pueblan esos territorios sirios, un Kurdistán donde Saleh Muslim sería “nombrado” presidente.

Pero después de la batalla de Ain al-Arab (localidad siria designada como Kobane en kurdo kurmanji), el presidente Hollande recibió el 8 de febrero de 2015, públicamente y a pedido de Estados Unidos, a la otra copresidente del PYD, Asya Abdullah, suscitando así la cólera de Ankara. La señora Abdullah es conocida como una fiel seguidora del líder histórico del PKK, Abdullah Ocalan, y por consiguiente se opone a una presidencia en manos de Saleh Muslim.

Cambiando nuevamente su posición después de los atentados de París, Francia hizo adoptar en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución 2249 que autoriza a intervenir militarmente contra el Emirato Islámico, lo cual proporciona una excelente coartada para la creación del nuevo Estado. Sin embargo, Estados Unidos y Rusia retocaron el proyecto francés en el último momento para que París no pueda intervenir en Siria sin autorización de Damasco.

9- Las tres principales facciones kurdas son favorables a la creación de un Kurdistán, pero cada una de ellas quiere que sea bajo su control y no bajo control de alguno de sus rivales

Durante la guerra fría, los kurdos se dividieron en pro-estadounidenses (PDK) y pro-rusos (PKK). Las YPG representan a los kurdos turcos del PKK refugiados en Siria. A esta división fundamental han venido agregándose otras, de manera que hoy existen una veintena de partidos políticos kurdos.

La sociedad kurda está organizada según un sistema de clanes que recuerda el que existe en el sur de Italia, de manera que la pertenencia a determinada tendencia política no es una opción personal sino algo que depende principalmente de relaciones de familia.

Durante los siglos XVIII y XIX, los dirigentes kurdos privilegiaron siempre las alianzas con grandes potencias en vez de los acuerdos con los pueblos con los que vivían. De esa manera, los líderes kurdos garantizaron sus propios intereses a costa de los intereses de su pueblo, situación que recuerda el comportamiento de los dirigentes maronitas en Líbano.

En 1974-1975, los kurdos de Irak se aliaron a Estados Unidos en contra del presidente Ahmad Hassan al-Bakr. Pero cuando al-Bakr comenzó a reprimirlos, Estados Unidos los abandonó. Y cuando una comisión senatorial lo interrogó, preguntándole si no le avergonzaba haber abandonado a los kurdos, el secretario de Estado Henry Kissinger respondió secamente: «La política exterior de Estados Unidos no es cuestión de filantropía.»

Los líderes kurdos actuales que aceptaron el proyecto estadounidense con la ilusión de obtener altos puestos en el futuro Estado se niegan a ser responsables de la Nakba [8] que se produciría si fuesen apartados del futuro poder. El problema, en efecto, es que la creación del nuevo Estado supondría la expulsión o masacre de las poblaciones árabes y cristianas asirias que viven en el norte de Siria y que en su momento acogieron allí a los kurdos que huían de la represión turca.

Uso reciente de la fuerza para impulsar cada uno de estos proyectos

A lo largo del verano de 2016, Estados Unidos apoyó directamente las FDS (las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias, que no son otra cosa que miembros de las YPG junto con algunos mercenarios árabes y cristianos) para expulsar de la localidad siria de Manbij a los yihadistas del Emirato Islámico, estos últimos también indirectamente apoyados por Estados Unidos a través de Turquía. En cuanto se materializó la toma de Manbij, el Pentágono obligó las YPG a retirarse de la localidad que acababan de conquistar y la puso en manos de grupos armados empeñados en derrocar el gobierno sirio.
El 23 de agosto de 2016, en Ankara, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y su homólogo del gobierno regional kurdo de Irak, Massud Barzani, concluyeron una alianza contra los otros kurdos.



El 23 de agosto, el presidente del gobierno regional kurdo de Irak, Massud Barzani, fue recibido con honores de jefe de Estado por los principales dirigentes de Turquía. Fundamentalmente, Barzani tuvo un encuentro de 2 horas con el presidente Erdogan. El Kurdistán iraquí apoyó a Turquía contra los kurdos del PKK y trazó con Ankara un plan para destruir sus instalaciones en las montañas iraquíes. El gobierno regional kurdo iraquí y Ankara abordaron además la cooperación energética, probablemente la manera de seguir vehiculando el petróleo robado por el Emirato Islámico.

Ese mismo día, el ejército turco entró en territorio sirio y “expulsó” al Emirato Islámico de la ciudad siria de Yarablus, situada entre la frontera turco-siria y Manbij. Los turcos tomaron Yarablus sin combatir ya que los yihadistas del Emirato Islámico se retiraron, obedeciendo las órdenes de su mentor turco. Por cierto, por el momento, nunca hubo ningún tipo de combate, ni en Yarablus ni en ningún otro lugar, entre el ejército turco y el Emirato Islámico.

Tratando de explotar la ventaja adquirida, el ejército turco prosiguió su avance tomando otras localidades y acercándose a Manbij, ignorando con ello las órdenes de Estados Unidos de detenerse. Así que la CIA entregó misiles antitanques a las YPG, que los utilizaron primeramente contra los tanques turcos, pero no en Yarablus, y luego contra el aeropuerto de Diyarbakir, en territorio turco. Mensaje recibido. El ejército turco se replegó hacia Yarablus y puso las aldeas que se hallan al sur de esa ciudad en manos de milicias turcomanas que ahora operan bajo la bandera –que había quedado vacante– del Ejército Sirio Libre.

Al día siguiente de la visita de Massud Barzani, también viajó a Turquía el vicepresidente estadounidense Joe Biden. Siendo senador, Biden había presentado un proyecto de ley tendiente a proclamar la independencia del Kurdistán Irak. Ya en Ankara, el vicepresidente de Estados Unidos anunció haber solicitado a las YPG que se retiren del territorio que se halla al oeste del Éufrates –lo cual incluye Manbij– y que, de no hacerlo, Washington cesaría toda forma de apoyo «a los kurdos». Pero como el Emirato Islámico ya anunció que no permitirá la implantación de las YPG al este del Éufrates, se hace difícil entender qué territorio quedaría ahora para esos combatientes kurdos.

En definitiva, existe un acuerdo tácito entre Ankara y Damasco para obstaculizar el surgimiento de un Kurdistán bajo control de las YPG, mientras que hay otro acuerdo oficialmente concluido entre el Pentágono y las YPG para que ambas partes no luchen entre sí, a pesar del nuevo cambio de casaca de Washington contra la creación de un Kurdistán.

Thierry Meyssan



[1] También designado en la prensa occidental como Estado Islámico o con las siglas EI, ISIL o ISIS.

[2] Los 4 principales partidos kurdos mencionados en este trabajo son:
- el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), organización marxista-leninista creada en Turquía por Abdullah Ocalan en la época de la guerra fría.
- las YPG (Unidades de Protección del Pueblo), creadas en Siria por los kurdos turcos del PKK exilados en la República Árabe Siria.
- el PDK, creado en Irak alrededor del clan Barzani, cuyos miembros trabajaron públicamente para el Mosad (el servicio de inteligencia de Israel) durante la guerra fría y aún siguen vinculados a Israel.
- el UPK, creado alrededor de la familia Talabani y vinculado a Irán.

[3] Los qizilbash son una orden sufista de origen iraní.

[4] «La Turquía de hoy continúa el genocidio armenio», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 30 de abril de 2015.

[5] Partido kurdo creado en Siria por exilados kurdos provenientes de Turquía.

[6] «Estados Unidos e Israel inician la colonización del norte de Siria», Red Voltaire, 1º de noviembre de 2015.

[7] «Erdogan anuncia 5 359 kurdos “neutralizados” », Red Voltaire, 29 de marzo de 2016.

[8] El término árabe nakba, que significa “desastre” o “catástrofe”, es utilizado comúnmente para designar el proceso de limpieza étnica y expulsión de entre 700 000 y 750 000 palestinos durante la autoproclamación del Estado de Israel, en 1948.

Thierry Meyssan
Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).

 Artículo bajo licencia Creative Commons

La Red Voltaire autoriza la reproducción de sus artículos a condición de que se cite la fuente y de que no sean modificados ni utilizados con fines comerciales (licencia CC BY-NC-ND).

Fuente : «Los proyectos (diferentes) de creación de un Kurdistán», por Thierry Meyssan,
 Red Voltaire , 5 de septiembre de 2016, www.voltairenet.org/article193114.html

martes, 7 de junio de 2016

El ISIS puede perder territorio por primera vez desde que proclamó el califato

Irak estrecha el cerco a los yihadistas en Faluya
Varios bomberos intentaban apagar el fuego producido en un pozo petrolífero en Kirkuk, al norte de Irak, este jueves. 

  • Dos de sus bastiones en Siria y otros dos en Irak están recibiendo ataques coordinados, y a los militantes del grupo terrorista les está costando defenderlos
  • Las rivalidades étnicas plantean una fuerte amenaza para el éxito de los ataques: las relaciones entre kurdos y árabes, que han convivido en el noreste de Siria, se han deteriorado rápido durante el último año

 

Por primera vez en los dos años que han pasado desde que el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, proclamó la existencia de un "califato islámico" extendido por Siria e Irak, el grupo yihadista está en riesgo real de perder buena parte del territorio que conserva.
Cuatro bastiones del ISIS –dos en Siria y dos en Irak– están ahora sufriendo un ataque coordinado, y en todos los casos los militantes que los defienden tienen dificultades para contener asaltos bien organizados y con recursos, que han sido planeados a lo largo de varios meses.
Los ataques cuentan con el firme apoyo de Estados Unidos, que ha reforzado desde abril su campaña para "destruir y degradar" a la organización terrorista en su feudo declarado del Este de Siria y el Oeste de Irak. Un proyecto de dos años de duración, que algunos aliados y otros países han criticado porque lo consideraban demasiado limitado y prudente, tiene ahora fuerza militar.
En Irak, un ataque contra Faluya, donde el ISIS ha estado refugiado desde enero de 2014, ha entrado en su segunda semana. En el Norte, el bastión de Mosul, clave para el destino del grupo terrorista, parece ahora menos formidable tras un ataque peshmerga desde el Este. El fin de semana pasado, mientras la atención estaba en Faluya, las fuerzas kurdas tomaron nueve pueblos que hasta entonces habían estado sin fisuras en manos de los yihadistas.
En Siria, la capital de facto del ISIS, Raqqa, y sus alrededores son el escenario de enfrentamientos recientes y de un éxodo de refugiados que está despejando la ciudad para una ofensiva terrestre inevitable pero no inminente. Además, a lo largo de la frontera sur del país con Irak, una unidad recientemente creada, el Nuevo Ejército Sirio, apoyado por las fuerzas especiales de EEUU y Jordania, está reforzando posiciones cerca de una frontera que había sido tierra de nadie para el resto de grupos de oposición desde mediados de 2013.
Pero incluso mientras el ISIS empieza a debilitarse –en algunas zonas de forma sorprendentemente veloz–, están surgiendo rápido algunas grietas entre los que luchan contra ellos que podrían pronto hacerles retroceder en sus victorias. Lo que ocurra después, según dicen los líderes tribales, podría acabar refortaleciendo al ISIS, al devolver a sus manos a las propias comunidades que la guerra trata de liberar.
Al acecho sobre el campo de batalla, en cambio constante, está el problema no abordado pero esencial de cómo un proceso político puede volver a liberar a los suníes marginados de ambos países a quienes el ISIS dice defender. Cuanto más rápido caiga el grupo sin un plan para lo que viene después, más real es la amenaza de una división irreversible en torno a líneas étnicas sectarias, entre comunidades que hasta ahora habían conseguido coexistir.
Las rivalidades étnicas plantean una fuerte amenaza para el éxito del ataque más reciente, lanzado el miércoles en la zona conocida como bolsillo de Manbij, al sur de la frontera turca, a unos 160 kilómetros al este de Alepo, entre la ciudad de al-Bab y Raqqa, el epicentro del ISIS.
Al igual que un avance en Raqqa la semana pasada, que fue en parte una jugada para el movimiento en Manbij, la operación está dirigida por Estados Unidos y apoyada por sus aviones de combate. Los que se enfrentan son una fuerza subsidiaria de EEUU dominada por kurdos locales y complementada por árabes cercanos. A pesar de la insistencia de Washington en lo contrario, el matrimonio no está funcionando bien.
Los líderes tribales en Manbij y alrededores, algunos de los cuales ofrecieron lealtad al ISIS cuando el grupo entró en la zona, dicen que el hecho de que el asalto esté al menos conjuntamente liderado por fuerzas kurdas desincentiva un cambio de lealtades. Las relaciones con los kurdos, cuyas comunidades han coexistido con los árabes en el noreste de Siria, se han deteriorado rápido durante el último año y especialmente desde que Rusia lanzó los ataques aéreos en el norte de Siria.
Desde entonces los kurdos, que han protegido sus posiciones durante la guerra civil, han empezado a avanzar en zonas árabes, aliándose en la práctica con el régimen de Asad y sus protectores y alarmando a los grupos opositores, a las comunidades árabes locales y a Turquía, que ve a los kurdos sirios como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, contra quien Ankara ha reforzado los ataques dentro de sus propias fronteras.
Washington está defendiendo a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), apoyadas por Estados Unidos y formadas sobre todo por kurdos sirios y un pequeño grupo de árabes, como una alianza que puede cambiar el curso de la guerra contra el ISIS. El componente árabe es una ventaja crucial, aunque hay resentimiento entre sus miembros.
Abu Musaafer, habitante de Manbij de 35 años, explica que abandonó las SDF por las rivalidades entre etnias que estaban trastocando la causa del gurpo. Señala que la presencia de árabes en el grupo solo tiene objetivos de relaciones públicas. "Los árabes están solo para los medios, en realidad no son para nada importantes", afirma.
"Muchos miembros importantes de los kurdos vienen de Qandil Mountain, y en realidad son del PKK. Hay mucho racismo entre los árabes y los kurdos. Yo soy jeque en una gran tribu de Manbij, y en realidad quiero liberar mi zona del ISIS", explica Musaafer. "En los alrededores de Manbij, las SDF a menudo van a los jeques de las tribus árabes y les dicen que van a organizar una enorme cena, con varios corderos, y que si algún miembro de su tribu no está presente y no se une a las SDF, significa que son ISIS y los matarán".
Musaafer añade: "Es lo mismo que hace el ISIS con las tribus árabes de Manbij y otras zonas, exactamente lo mismo. ISIS dice que si no te unes a ellos, has traicionado al islam. Las SDF dicen que si no luchas con ellos, apoyas al ISIS y te crearán un montón de problemas a ti y a tu tribu. En realidad, necesitan una tribu árabe para reunir a muchos combatientes y ponerlos en el frente cuando las SDF ataquen Manbij, porque conocen la zona y necesitan poder decir a la gente que tienen árabes luchando con ellos".
Ali Shatat, de 32 años, que fue exiliado por el ISIS desde el cercano Deir Azzoz, se muestra algo más positivo. "Llevo cuatro meses como soldado de las SDF. Empecé a trabajar con ellos porque soy de la tribu shatat, donde el ISIS masacró a varios miembros el año pasado. Todos en mi tribu escaparon de Deir Azzoz como refugiados. Fue peor que lo que hizo Israel a los palestinos", valora.
"No creo que el Ejército Libre Sirio pueda de verdad luchar contra el ISIS, porque tiene un montón de problemas. Día tras día, no podía encontrar la manera de vengarme contra el ISIS, solo las SDF. Hay una gran oportunidad de reconquistar nuestra tierra con ellos, mucho más de lo que podrían hacer los rebeldes. Pero el problema con las SDF es que no siento que yo sea importante, o que los árabes lo sean", lamenta Shatat. "Mi líder es árabe, sí, pero su líder es kurdo. Cuando trabajamos con los kurdos, sentimos que no hay confianza entre nosotros, en absoluto. En los medios se ven las SDF como un frente unido, pero en realidad, hay una enorme diferencia entre los árabes y los kurdos. Nosotros somos pocos en número, no especialmente fuertes. Pero aún así, en este momento somos mucho mejores que ninguno de los demás grupos que están luchando en el terreno".
Traducción de  Jaime Sevilla Lorenzo
FUENTE: THE GUARDIAN - ELDIARIO.ES

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