Esta broma geográfica que llamamos Occidente y que incluye a pueblos como el Japón, padece y vive una larga experiencia de declive que desde hace muchos años es meditado por libros de pensamiento desde el severo SPENGLER, pasando por PAUL KENNEDY y su Decadencia de los Imperios o EMMANUEL TODD con su visión francesa ya post imperial. Pero las grandes construcciones y las fieras más poderosas y peligrosas, decaen lentamente y cuando perciben su declinar, incrementan su ferocidad tal vez en el fondo para engañarse a sí mismas y negar lo evidente, a nadie le gusta venir a menos.
Tal vez fue la Segunda Guerra Mundial el punto del comienzo de este aumento en la velocidad del proceso declinante, las independencias de los mundos coloniales, el espíritu de los llamados NO ALINEADOS y la tímida aparición de elementos distintos de poder geopolítico fueron el signo de este nuevo tiempo.
Pero es una ingenuidad la creencia en una transición pacífica hacia un mundo más equilibrado, justo y multipolar.
Un grave signo de decadencia es que, de hecho, este conjunto tan variado y rico de culturas haya perdido casi por completo su diversidad ya que Occidente es una etnia predominante la blanca anglófona que, además se arroga todas las legitimidades de democracia y respeto a los derechos humanos que son manejados como arma arrojadiza contra Yugoslavia, contra Iraq y ahora con toda comodidad contra Siria. Nos hallamos ante una parte del viejo tronco occidental que siendo un fragmento se hace pasar por la totalidad.
Pero el aplastamiento no se concreta solamente en hechos bélicos o agresiones armadas. El mundo, ese al que llamaban el TERCERO sufre los demoledores ataques económicos provenientes de las llamadas instituciones internacionales, FMI, BM o LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO OMC, todas ellas auténticas creaciones del pensamiento liberal de Occidente. Los Ajustes Estructurales, las manipulaciones en
materia alimentaria o farmacéutica y las privatizaciones coactivas son verdaderas guerras que esta parcela del mundo impone para mantener su privilegio hegemónico que en última instancia se realizan bajo la amenaza militar, tras los técnicos financieros se vislumbra el perfil terrible de los desembarcos.
Las culturas ancestrales de los distintos pueblos, sus métodos agronómicos o sus modos de vida son objeto de anulación por quienes creen ser poseedores de la verdad, esa llamada racionalidad que nace del renacimiento y de la Ilustración que tienen aspectos encomiables pero que se decanta por las actitudes más duras y mercantilistas Que triste resulta pensar que los historiadores del futuro contemplarán que el último ser occidental será el terrible y desagradable HOMO ECONÓMICUS.
Pero aún entre nosotros y nosotras, en esta parcela de la humanidad, en este recinto privilegiado hay valores del pensamiento y de la acción que deben ser puestos al frente de la sociedad. Se ha venido diciendo y presumiendo que Occidente es el lugar cristiano por excelencia y como gran ironía, es aquí donde se vive con arreglo a valores y prioridades muy lejanos del vivir y el actuar de JESUS DE NAZARET convertido en mera apariencia. Si este mundo se cae, tenemos la gran responsabilidad de que esa caída, aunque se produzca, no sea un derrumbamiento con víctimas, sino un cambio de escenario que dé entrada a nuevas formas de convivencia y cooperación, de entre los ladrillos de la gran ruina hay, tiene que haber, elementos muy válidos para el ser humano y para este zaherido planeta que lo cobija y lo sostiene. Ni la guerra ni el expolio o la desposesión han de ser los instrumentos para construir sin alharacas algo más sencillo y más auténticamente humano. Dicen que OTRO MUNDO ES POSIBLE que eso sea verdad y que la nueva casa lleve en sus paredes y ventanas lo mejor que pueda quedar de esta gran liquidación, ESPEREMOS Y LUCHEMOS POR LOGRARLO YA QUE EN EL HORIZONTE; HABRÁ UN DÍA EN QUE TODOS……….….
José Ramón Montes, CPS Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario