Gran mezquita de Bamako, Mali
Paul Martial
En general, cuando el gobierno francés se ocupa de los malienses es para expulsarlos, ¿por qué, de repente, se transforma en defensor del pueblo de Malí? Para intentar responder a esta pregunta, es inevitable señalar las responsabilidades de Francia en la crisis de Mali.
1. Las responsabilidades de Francia en la crisis de Malí
1.1 Las políticas de ajuste estructural
La crisis de la deuda en los años 80 tuvo un impacto dramático en el continente africano. Para Malí en 1968, la deuda era de 55 mil millones de FCFA, pero en 2005 había alcanzado los 1.766 mil millones de FCFA. Los planes de ajuste estructural y las políticas de la Iniciativa de los Países Pobres Altamente Endeudados (PPAE) han tenido consecuencias desastrosas para Malí, que han dado lugar a la privatización masiva de las empresas de Malí en beneficio de multinacionales a la vanguardia de las cuales están las francesas. La distribución de energía eléctrica ha pasado al control de Bouygues, que está también presente en la mineria, como la mina de oro de Morila. La Compañía de Desarrollo Textil de Malí, que gestionaba el sector del algodón se ha vendido parcialmente a Dagris. Orange, a través de su filial Ikatel, se ha vuelto a hacer con la telefonía. La Oficina del Niger, que gestiona la tierra cultivable de la cuenca, se ha convertido en un promotor del acaparamiento de tierras. A esto se suma la presencia de multinacionales como Delmas, Bolloré con almacenes de 100.000 m2 para el almacenamiento de algodón. La segunda consecuencia es el debilitamiento de un Estado incapaz de cumplir con sus deberes sociales y de soberanía. Los servicios de salud y educación se están desmoronando, el ejército –como se ha visto- es totalmente incapaz. Esta tendencia es más pronunciada en el norte del país, que es la región más pobre.
1.2 Corrupción masiva
Al mismo tiempo, la clase política en Mali es especialmente corrupta. El entorno de Amadou Toumani Touré (ATT) y su clan han amasado millones de dólares mediante la corrupción y el tráfico ilegal, especialmente en el norte del país. El tráfico de todo tipo financia no sólo a los jihadistas, armados o no, sino también a la jerarquía militar de Malí y la clase política. Francia siempre ha apoyado a Amadou Toumani Touré, que aunque devolvió el poder a los civiles después del golpe de estado, se presentó y ganó las elecciones presidenciales de 2002-2007 y luego 2007 -2012, en unas elecciones cuya transparencia y limpieza fueron muy cuestionable. Como de costumbre, la diplomacia francesa ha tolerado y apoyado a ATT a pesar de conducir al país al abismo.
1.3 La intervención en Libia
Francia ha estado a la vanguardia de la intervención militar en Libia. Como en el caso de Malí, Sarkozy alegó lo urgente de la situación para intervenir –entonces se trataba de columnas blindadas que estaban a punto de entrar en la ciudad liberada de Bengasi. Conocemos lo demás, la intervención para bloquear la columna se convirtió en una masiva operación de la OTAN que secuestro la revolución Libia y evitó a golpe de conquistas territoriales que se pudieran construir y establecer estructuras de poder. La militarización total y la caída brutal de Gadafi ha creado un vacío favorable para todos los grupos yihadistas y de traficantes que se han hecho con los arsenales gadaffistas. El fulminante derrumbe del régimen libio, sin una estructura alternativa de gobierno creíble, ha desestabilizado toda la región al eliminar un instrumento de mediación de conflictos en el Sahel.
1.4 Francia juega con fuego
Francia, al igual que otras potencias imperialistas, comprendieron que ATT era incapaz de luchar realmente contra AQMI en el norte de Mali. Se trata de un tema esencial para Francia y AREVA, que ha invertido grandes sumas de dinero para la extracción de uranio en Níger, en la zona fronteriza con el norte de Malí. Creyó que podría utilizar a los tuaregs del MNLA como una especie de poder adicional para garantizar la seguridad de las instalaciones mineras y contener los ataques de AQMI. El Movimiento de Liberación Nacional de Azawad (MNLA) es una organización laica tuareg que lucha por la independencia de Azawad, situado en el norte de Malí. Es el resultado de una recomposición de las organizaciones tuareg. La mayor parte de sus tropas combatientes vienen de Libia, donde sirvieron en el ejército. Con la caída de Gaddafi volvieron a Malí con armas y vehículos equipados con ametralladoras. Una caravana puede recorrer miles de kilómetros sin problemas. La diplomacia francesa de la época, dirigida por Juppé, siempre fiel a sus intereses, explicó que había llegado el momento de iniciar las negociaciones con el MNLA para darle credibilidad y aliento: "París es favorable a un diálogo político entre malíenses”. Así lo reiteró Alain Juppé reiteró en la escalinata del palacio presidencial de ATT: "Se trata de un diálogo político que ayude a salir de la situación de impasse y evite la confrontación. Un diálogo inter-maliense es absolutamente necesario”. En esta reunión el ministro francés ha recordado que Francia se había comprometido a respetar la integridad territorial de Malí y que el enemigo número uno tenía un nombre:. AQMI, al-Qaeda en el Magreb Islámico "[ 1 ].
El escenario se desarrolla de manera diferente de lo que esperaban los estrategas del Quai d'Orsay. El MNLA se aliará con los yihadistas en la lucha contra el ejército de Mali, aunque será expulsado después de las principales ciudades del norte por sus antiguos aliados. Hay cuatro grupos yihadista: Ansar Dine, organización tuareg que se negó a unirse al MNLA y cuya prioridad es la introducción de la sharia; AQMI, que viene del GSPC argelino, el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate; el MUJAO (Movimiento por la unidad de la yihad en el oeste de África) y la secta Boko Haram, que siembra el terror en el norte de Nigeria atacando al estado, así como a los nigerianos cristianos.
2. La política de Francia en la crisis de gestión Malí
2.1 Recordatorio
La intervención de Francia en Malí se inscribe en una larga tradición de intervenciones. Desde la independencia de sus colonias africanas, Francia ha intervenido sesenta veces. La estrategia de Francia es mantener su influencia política y económica a través de un apoyo inquebrantable a varias dictaduras que a cambio promueven los intereses franceses. De esta manera, las multinacionales francesas tienen auténticos nichos de mercado en la industria alimentaria, logística, transporte, telefonía, además del saqueo de los recursos naturales, incluido el petróleo y el uranio.
2.2 Peones de Francia
Cuando puede, la diplomacia francesa evita intervenir directamente. También en la crisis de Malí. Tiene dos estructuras para ello. La primera, la presidencia de la Unión Africana, que asegura el presidente de Benín Boni Yayi. Durante su visita a Francia el 30 de mayo, Hollande le aconsejó que la UA hiciera una solicitud de ayuda al Consejo de Seguridad de la ONU para pedir una intervención militar en África: "Analizando las distintas maneras de resolver la crisis, el presidente francés pidió a la CEDEAO y la Unión Africana utilizar el Consejo de Seguridad de la ONU, de modo que puede "diseñar un marco para Malí y la zona más amplia del Sahel en el que reestablecer la estabilidad "" [ 2 ]. Cuando ha conocido en Montreal la intervención militar francesa, afirmó que estaba muy contento (sic) [ 3 ]. Su segundo punto de apoyo es la CEDEAO, que es la organización que agrupa a los Estados de África Occidental, presidida por Alassane Ouattara, que debe su puesto como presidente de Costa de Marfil a los tanques franceses. La excusa entonces fue hacer respetar los resultados de las elecciones presidenciales. Unas elecciones cuya legitimidad es cada vez más discutible. En cuanto al mediador de la CEDEAO, no es otro que el burkines Blaise Compaoré, bien conocido en el serrallo de la francofonía porque ayudó a derrocar a Thomas Sankara y fue cómplice de Charles Taylor, condenado por crímenes contra la humanidad por su abusos en Liberia y Sierra Leona.
2.3 Francia se opone a un proceso de transición política
Cuando la jerarquía militar ha querido enviar a los soldados malienses al frente, asegurándoles que las armas y municiones llegarían después, estalló una revuelta en el cuartel de Kati, situado a quince kilómetros de la capital, Bamako. Los rebeldes se dirigieron hacia el palacio presidencial, mal defendidos por algunos miembros de la guardia presidencial. ATT tuvo que huir. Los rebeldes tomaron el poder, anunciaron la creación de un consejo nacional. El golpe fue apoyado por las organizaciones de la izquierda radical, activista de la sociedad civil, y parte de los sindicatos que fundaron el Movimiento Popular 22 de Marzo. Esta organización tiene como objetivo ser el brazo político de los militares. La diplomacia francesa está en la misma línea que las potencias africanas de la región. El gran temor es que Malí se emancipe del orden neo-colonial establecido y harán cualquier cosa para restablecer al frente del país al vilipendiado ATT o a alguien de su séquito. La CEDEAO a decretado un bloqueo económico cuya eficacia se ha hecho sentir pronto debido al aislamiento del país. Se sabotean todos los esfuerzos de reforma política que respondan a las necesidades de las poblaciones y consiguen colocar al frente de Mali al Presidente de la Asamblea Nacional, que no tiene legitimidad ni popular ni constitucional. Peor aún, mientras que los yihadistas fortalecen su posición, la CEDEAO bloqueará en los puertos de Dakar y Conacry los envíos de armas que Malí ha comprado legalmente [ 4 ]. Solo serán liberados cuando el gobierno de Mali firme la solicitud de asistencia militar exterior.
2.4 El lobby belicista
Francia hará un intenso cabildeo para que la comunidad internacional acepte el principio de intervención militar. Serán sus diplomáticos los que escriban la resolución de la ONU y se enfrentarán durante meses al escepticismo de la ONU, los EE.UU. y la propia Argelia, que acabarán aceptando de mala gana la propuesta de negociación con grupos como el MNLA y Ansar Dine.
3. La intervención militar de Francia
Analistas como Jacquemot, del semanario L'Express, han explicado que esta intervención se preparó durante mucho tiempo: "El comienzo de la intervención francesa fue repentino, pero se había planeado durante mucho tiempo. Como prueba de ello, la contraofensiva, que llegó mucho más lejos de las localidades amenazadas, estaba bien preparada"[ 5 ]. Le Drian, ministro de defensa, también habló en 2012 de una intervención inevitable [ 6 ].
Una vez más, la urgencia alegada para justificar la intervención militar busca evitar el debate y permite avanzar hacia objetivos que cambian con el tiempo. De hecho, la intervención se justifica para detener el avance de los yihadistas. Hoy en día es evidente que, una vez alcanzado ese objetivo, aparece otro nuevo: se habla ahora de "erradicar los islamista, de devolver la seguridad al estado maliense", lo que permite a la diplomacia francesa total libertad de acción.
Una intervención que se realiza fuera del marco jurídico internacional. Recordemos que la resolución 2085 del Consejo de las Naciones Unidas sólo autoriza la intervención de fuerzas militares africanas. Francia ha obtenido un dictamen favorable a posteriori del Consejo de Seguridad de la ONU, pero con fuertes reservas de los expertos militares del mismo.
Para no salirse del marco legal, Francia sostiene que actuó a petición del Presidente en funciones de Malí, que como hemos visto carece de legitimidad constitucional y popular.
3.1 La intervención va a durar
la intervención tendrá una larga duración debido a la fuerte resistencia de los yihadistas, bien entrenados y equipados. Además, la táctica de estos grupos es separarse e intentar capturar pueblos o pequeñas aldeas. Loa ataques aéreos serán poco efectivos. De hecho, se utilizan principalmente para atacar posiciones fijas claramente establecidas, almacenes, campos de entrenamiento, etc. En todos los casos tendrán que llevarse a cabo operaciones terrestres. Los militares franceses ya han tenido que luchar en Diabali. Teóricamente, estas operaciones deben ser responsabilidad de los ejércitos africanos, pero éstos, como el de Níger o Senegal son muy poco eficaces, y aunque fuesen relativamente eficientes, no conocen el terreno. Así que en todos los casos el ejército francés tendrá que desplegarse, y no se excluye que tenga que estar en primera línea de fuego. Se adivina ya el inicio de una intervención a largo plazo, porque el objetivo es el despliegue de 2.500 soldados franceses en Malí.
Tengamos en cuenta, ya que es importante en un momento importante de austeridad fiscal, que la valoración de la intervención actual se estima en 400.000 euros al día [ 7 ]. No cuesta mucho imaginar lo que se podría hacer con tales sumas para mejorar las estructuras sociales y de salud en la región del norte de Malí.
El reforzamiento del plan Vigipirate, el deseo de dramatizar todo lo posible el riesgo del terrorismo contribuyen a crear un clima de unidad nacional, y al mismo tiempo fortalece el racismo en Francia. Una vez más, la tesis de que el Islam es un peligro potencial para Francia se fortalece.
3.2 El riesgo de crisis humanitaria
Después de seis días de conflicto, la ONU ha registrado más de 150.000 refugiados que huyen de las zonas de guerra y se refugian en los países limítrofes, donde la población también es pobre, así como 230.000 personas desplazadas en el propio Malí [ 8 ]. La falta de apoyo político, el vacío creado por la huida de los yihadistas de las ciudades importantes de la región podría dar lugar a conflictos entre comunidades a partir de viejos resentimientos. El elevadísimo número de armas en circulación en la región, las milicias organizadas, como Ganda Iso (“hijo de la tierra”, en idioma Songhai), una de las tres que forman el Frente de Liberación del Norte de Malí, la reciente decisión del MNLA de oponerse a la entrada del ejército de Malí en el norte del país, hace temer una explosión de violencia o por lo menos una serie de conflictos violentos de gran mortalidad provocados por la creación de milicias de autodefensa de las diferentes comunidades. Existe el riesgo más que probable de caer en una situación idéntica a la del este del Congo Kinshasa (RDC) donde, a pesar de la presencia de fuerzas de la ONU, no se puede detener esta espiral de violencia. Sobre todo cuando, como en el caso de la República Democrática del Congo, además de los conflictos inter-comunitarios pesan intereses económicos relacionados con distintos tráficos ilegales, en especial de narcóticos. El caso más llamativo es el aterrizaje de un Boeing 727 lleno de cocaína con destino a Europa con un valor de mercado de varios millones de euros. Ya somos testigos de atrocidades cometidas por el ejército maliense, como informa Le Monde ?[ 9 ]
3.3 La necesidad del internacionalismo
Nuestra posición es contraria a una especia de cuasi unidad nacional impuesta. Hay quienes se han podido ver arrastrados por una emoción perfectamente legítima contra la barbarie yihadista y el sufrimiento de la gente, pero ahora las cosas son cada vez más evidentes, y se nos dice que la guerra será larga, dura y cara.
Francia, que es la fuente de los problemas, no pueden ser la solución. Francia, que desde la independencia de los Estados de África ha apoyado siempre a las peores dictaduras, las peores masacres, las peores guerras, que está implicada en el genocidio de Ruanda, no es la mejor situada para defender los derechos de los pueblos en África.
No tenemos más remedio que denunciar la francofonía, el apoyo a los dictadores, el que Hollande reciba a los Bongo, Déby, Compaoré; que no haya dicho ni una sola palabra de protesta sobre la violencia de las fuerzas represivas en Togo contra los manifestantes.
Debemos reafirmar nuestra solidaridad con las fuerzas progresistas de África y Malí que se oponen a la intervención francesa.
Notas:
[ 1 ] http://www.rfi.fr/afrique/20120226-
[ 2 ] http://www.lanouvelletribune.info/i
[ 3 ] http://afriqueexpansion.com/news/68
[ 4 ] http://www.maliweb.net/news/armee/2
[ 5 ] http://afriqueexpansion.com/news/68 ...
[ 6 ] http://afriqueexpansion.com/news/68
[ 7 ] http://french.irib.ir/info/internat ...
[ 8 ] http://www.lemonde.fr/afrique/artic
[ 9 ] Le Monde.fr | 01/15/2013
Amadou Tiéoulé Diarra
Abogado, Malí
Bamako, 16 de enero 2013
Paul Martial es miembro del colectivo anticapitalista Afriques en Lutte
Traducción para www.sinpermiso.info: Gustavo Buster
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