Hasta hoy Cuba extrae petroleo de muy baja calidad y solo alcanza para la mitad de sus necesidades. REUTERS |
FERNANDO RAVSBERG
El yacimiento descubierto por MEO Australia cuenta con reservas capaces de producir probablemente 8 mil millones de barriles.
LA HABANA.- Cuba cuenta con una importante reserva de petróleo de alta calidad, según anunció la empresa MEO Australia, la cual encontró un yacimiento con reservas probables cercanas a los 8 mil millones de barriles. El descubrimiento se produjo en el Bloque 9, ubicado en tierra, en la zona norte de las provincias de Matanzas y Villa Clara. El yacimiento está entre los 2000 y los 3500 metros de profundidad.
La noticia fue publicada en la página web de la petrolera, donde se muestran muy optimistas: “Lean eso de nuevo. Sí. Dijimos 8,2 mil millones de barriles de petróleo en el lugar; no es un error tipográfico”. Agrega el comunicado de la empresa que en esa zona se encuentra el Campo Montebo, el primer campo petrolero comercial en Cuba con una producción histórica anual de alrededor de 6 millones de barriles de petróleo a 60 API. Curiosamente este lugar fue sellado en 1960.
El gobierno cubano aún no ha dado ninguna información al respecto pero es común que los medios oficiales sean los últimos en informar, incluso cuando se trata de una buena noticia. La aparición del yacimiento se produce justamente cuando se empiezan a reducir los envíos de crudo venezolano y se toman medidas de ahorro de hasta un 30%. El anuncio de restricciones energéticas revivió para muchos cubanos los recuerdos de la crisis de los años 90, aunque la situación económica hoy es muy diferente a la de entonces.
El director de MEO Australia, Peter Stickland, afirmó que “solo hay un puñado de lugares en el mundo donde las compañías de petróleo y gas pueden encontrar oportunidades de exploración en tierra de este tamaño en zonas petrolíferas probadas, próximas a infraestructura existente” y agregó que “algunas oportunidades de perforación pueden ser maduradas de forma rápida”, por lo que se espera que la extracción pueda comenzar en el año 2018.
Ubicación del yacimiento petrolero de alta calidad descubierto por los australianos. En el mar |
Cuando el presidente Barack Obama informó sobre el dialogo con Cuba, el 17 de diciembre del 2014, pocos comprendieron por qué el tema de la cooperación petrolera ocupó el primer lugar en su discurso. El mes pasado se aclaró el panorama con un comunicado de la cancillería mexicana en la que se anunciaba una primera ronda de consultas para “la definición de las fronteras del llamado Hoyo de la Dona Oriental del Golfo de México”, una zona con grandes reservas de crudo y de gas.
Cuba discute con México y EEUU, la explotación conjunta del yacimiento, ubicado justamente en la frontera marítima de las tres naciones. Allí las reservas de petróleo y gas son enormes pero requiere que los 3 estados se pongan de acuerdo. Es un área de 20 000 km², más allá de las respectivas 200 millas de zona económica exclusiva de los 3 países. Washington, La Habana y México volverán a discutir el asunto en los próximos meses para alcanzar acuerdos definitivos.
Las leyes de los EEUU han limitado la acción de las petroleras en el Caribe, prohibiendo realizar perforaciones en un perímetro de 100 millas alrededor de La Florida. La Dona Oriental podría transformarse en la plataforma para la prospección de toda la zona del Golfo de México, bajo el paraguas de un acuerdo entre los tres países.
A nivel político, la acción de las petroleras aumentaría la presión sobre el Congreso para levantar el embargo económico y poder hacer negocios con Cuba. Hasta ahora la prospecciones de La Habana en sus aguas territoriales se realizaron con plataformas especiales, que tienen menos de un 10% de piezas estadounidenses, tal y como exige el bloqueo. Incluso funcionarios de Washington realizaron inspecciones en la plataforma para asegurarse de que se cumplía tal exigencia.
Para Cuba estos proyectos son esenciales. En la actualidad extrae en su territorio unos 80 mil barriles diarios, apenas la mitad del petróleo que necesita y el crudo que obtiene es muy pesado, solo sirve para las termoeléctricas, que han sido adaptadas por los ingenieros
cubanos. El resto llegaba desde Venezuela, con condiciones de pago preferenciales. Sin embargo, la caída de los precios internacionales obligó a Caracas a desviar hacia el mercado internacional parte de lo que entregaba a La Habana.
Fuente: Público.es
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