La canciller en una foto de archivo. |
La derecha populista de la Alternativa para Alemania (AfD) logra un 21% en estas elecciones regionales que ganan los socialdemócratas con un 30%. El tema de los refugiados fue clave en un Estado que tiene la menor proporción de extranjeros de toda Alemania.
Thilo Schäfer
Las elecciones regionales este domingo en Mecklenburgo-Antepomerania, un Estado en el noreste de Alemania, han confirmado el auge de la derecha populista del partido Alternativa para Alemania (AfD). En la primera vez que se presentó en esta región logró casi un 21%, superando a la Unión Democristiana (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel.El ganador de las elecciones, sin embargo, ha sido el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) del primer ministro Erwin Sellering, con el 30,5%, lo cual le permitirá continuar el gobierno de gran coalición con la CDU, aunque hay otras opciones abiertas.
Todos los candidatos coincidieron en que el tema dominante fue la llegada de los refugiados a Alemania, aunque en Mecklenburgo-Antepomerania el impacto ha sido mucho menor que en otras partes de Alemania. Este Land de 1,6 millones de habitantes tiene la menor proporción de residentes extranjeros (3,7%) del país y en 2015 acogió solo 23.000 refugiados.
“Solo hubo un tema en la campaña, los refugiados, a pesar de que aquí no hay ningún problema ya que los hemos integrado bien”, dijo el candidato de la CDU, Lorenz Caffier, cuyo partido se quedo en el 19%. “Ha sido el tema dominante y nosotros hemos sido los únicos que lo hemos tratado debidamente”, afirmó el candidato de la AfD, Leif-Erik Holms. La presidenta de la formación ultraderechista, Frauke Petry, aseguró que el resultado era “una bofetada para Angela Merkel y su política de inmigración catastrófica”.
Las encuestas preelectorales mostraron que el tema de los refugiados fue la segunda preocupación de la ciudadanía en esta región (28%), después del empleo con el 37% -en 2011 había sido el 70%-.
Trasvase de voto de otros partidos
El análisis de los expertos en demoscopia ofrece una interpretación interesante del triunfo de la derecha populista, que ya tiene representación en nueve de los dieciséis parlamentos regionales de Alemania. Según los sondeos a pie de urna, el 17% del voto de la AfD habría provenido de votantes socialdemócratas. Un 15% viene de la CDU, un 12% de Die Linke, el partido de izquierda con fuerte arraigo en Alemania del Este, y un 16% del neofascista Partido Nacional Alemán (NPD), que llevaba 10 años con presencia en el Parlamento pero en esta ocasión no superó el umbral del 5% de los votos.
Pero la mayor bolsa de votos para la AfD fueron personas que hace cinco años no habían votado: un 34%. En esta votación, la participación creció fuertemente. Un sondeo de la cadena de televisión ZDF reveló que, entre la clase obrera, el SPD empató con la AfD con el 28% de apoyo.
“Tenemos que evitar que la gente tenga la sensación de que solo hay dinero para los bancos y los refugiados pero no para escuelas y pensiones”, comentó el presidente socialdemócrata y vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel.
Las elecciones en esta región del Báltico son un serio aviso para Merkel, que está siendo muy cuestionada dentro de las filas conservadoras y que tiene su distrito electoral precisamente en Mecklenburgo-Antepomerania. En solo dos semanas, se celebran elecciones regionales en la ciudad-estado de Berlín y dentro de un año tocan comicios nacionales.
A pesar de perder más de cinco puntos, el SPD salva los muebles y puede seguir gobernando en la región. Para Die Linke, que nació de los herederos del antiguo partido comunista que mandaba en la RDA y grupos socialdemócratas del oeste, las elecciones han sido también un fracaso, ya que baja cinco puntos hasta el 13%.
Los Verdes también se han quedado fuera de la Cámara de Schwerin al perder casi la mitad de sus votos.
Fuente: La Marea
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