Jorge Bezares
¿Se imaginan a Guillermo Fernández Vara inmerso en la campaña de las elecciones en Extremadura como candidato a la presidencia extremeña teniendo que soportar como ruido de fondo que un Fernández Vara de la vida airee públicamente en Antena 3 sus diferencias con el secretario general del PSOE?
Como mínimo, Fernández Vara juraría en arameo contra el Fernández Vara de la vida. Así, con ganas de echar sapos y culebras por la boca, con ganas de comérselo vivo, deben estar los candidatos socialistas que concurren el próximo 25 de septiembre a las elecciones vascas y gallegas, sobre todo cuando sepan que todo forma parte de un plan diseñado para llevarse a Pedro Sánchez y a su ‘no’ por delante tras los comicios.
En esa conspiración, en la que participan hasta algunos destacados empresarios y banqueros del Ibex 35 (Susana Díaz se reunió con ellos en la sede Telefónica el pasado 31 de agosto), así como editores principales, las elecciones vascas y gallegas son ‘cuanto peor, mejor’.
Pero la militancia no es tonta y está reaccionando en las redes sociales ante este enésimo intento de desestabilizar al PSOE desde el PSOE para, en este caso, favorecer la investidura de Mariano Rajoy y sus mariachis. E indultarlos de toda la mangancia vitaminada que llevan en sobres, carteras y cuentas bancarias.
Y es que no es para menos ante la impostura y el descaro del movimiento de solidaridad con Fernández Vara, en defensa de su libertad de expresión. Lo de que no me llama y no lo llamo, lo del 50% de responsabilidad para cada uno, es de dirigente político chico y estrecho.
Denuncia Alfredo Pérez Rubalcaba, miembro del consejo editorial de El País por 100 euros la tirada (eso ha contado él), que el clima en el PSOE es asfixiante y que al que discrepa se le tacha de antisocialista en las redes sociales.
También defienden a Fernández Vara, rasgándose las vestiduras, Susana Díaz, Elena Valenciano, Carme Chacón y Eduardo Madina. Y lo normal es que les sigan la misma estela el resto de barones críticos y algún notable venido a menos. Al final, la lista de conspiradores y quintacolumnistas estará completa; no faltará ni uno, excepto García-Page, que está a lo suyo.
A ellos, a todos ellos, habría que preguntarles si no se han dado cuenta de que en el PSOE lo que realmente corre peligro desde hace tiempo es el principio de lealtad y la propia unidad de acción.
Es de poca vergüenza defender ahora la libertad de expresión de Fernández Vara cuando desde hace tiempo el PSOE está siendo tensionado y manipulado por el capricho de quienes que se creen dueños y señores de un partido que solo pertenece a su militancia.
Los ataques a Pedro Sánchez, organizados a veces por federaciones con nombre y apellidos, han sido continuados; incluso antes de que pudiera equivocarse.
En esta campaña sin cuartel, alguna que otra federación crítica ha ninguneado, despreciado e incluso insultado desde las redes sociales al secretario general de los socialistas. Estoy hablando con dinero de la propia militancia utilizado contra Pedro Sánchez. ¿Cómo se llama eso?
Un día sí y otro también, un ex presidente, un ex alto cargo o algún barón de los llamados críticos han estado en los medios –hasta para Radio-taxi han rajado- torpedeando una unidad de acción imprescindible para intentar ganar cualquier proceso electoral.
No sé cómo acabará esto. Pero sí tengo claro que el PSOE se jugará en las próximas semanas ser un partido en manos de sus militantes, que se sitúan inequívocamente en la izquierda, o en manos de unos nuevos dirigentes que tienen la costumbre de consultar sus decisiones con lo más granado del Ibex 35, que, como ustedes sabrán, no son precisamente de la UGT.
Como dice mi querido José María Izquierdo, al Comité Federal y que cante la gallina de una vez por todas. Así nos ahorramos tanta farfolla e impostura.
PD: Por cierto, puestos a ser críticos y en aras de darle continuidad y más empaque al brote de libertad de expresión surgido a propósito de Fernández Vara, no estaría mal que en el PSOE andaluz se abriera un debate serio sobre cuáles son las causas que están llevando a la actual dirección del socialismo andaluz a estar haciendo todo lo posible para perder las próximas elecciones autonómicas y abrirles las puertas de la Junta al PP y Ciudadanos. Una idea: de entrada, es necesario dejarse de bulgaridades (de Bulgaria) como las del último Comité Director, y hacer uso de esa libertad de expresión que tanto gusta para Extremadura, ¿no?
Jorge Bezares
Fuente: Público.es
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