Qué sorpresa: el mismo político al que invitaban de vacaciones los empresarios y viajaba gratis en jet privado también escondía su fortuna en paraísos fiscales. Quién lo podía imaginar
Ignacio Escolar
José Manuel Soria llegó a la política con mentiras y le echan de la política con más mentiras aún. El hombre que entró en la alcaldía de Las Palmas mientras escondía su patrimonio en una cueva de ladrones offshore cae hoy del Gobierno con más mentiras. Miente hasta en su comunicado de dimisión.
Es falso que "tales hechos ocurrieron hace más de veinte años". Ya está acreditado con documentos del registro que Soria mantuvo empresas en paraísos fiscales al menos hasta el año 2002.
Es falso que haya mentido "por errores debidos a falta de información"; no se pueden tener al menos tres empresas en paraísos fiscales durante al menos diez años por error. No es tampoco creíble que un economista como Soria, técnico de comercio del Estado, firme un papel tras otro sin saber por qué.
Es falso también que Soria trasladase a Rajoy su "decisión irrevocable" de renunciar. Soria se va a su pesar. Intentó resistirse hasta el último minuto, probablemente porque aún tiene más cosas que ocultar, pero no lo consiguió. Ni siquiera el partido que aún mantiene a Rita Barberá en el Senado podía aguantar este escándalo mucho tiempo más.
Soria miente en cada línea del comunicado y su mayor mentira está en el párrafo final. "La política es una actividad que debe ser en todo momento ejemplar, también en la pedagogía y en las explicaciones. Cuando así no ocurre, deben asumirse las responsabilidades correspondientes". Es mentira, por dos razones. Porque Soria ha fallado en cosas mucho más graves que "la pedagogía". Y porque Soria nunca ha sido un político ejemplar.
Que alguien con la trayectoria de Soria llegase a ministro dice mucho y muy malo de este Gobierno y de este país. También de su prensa, o de gran parte de ella, que durante años compró otra enorme mentira que Mariano Rajoy repetía por doquier y que casi nadie desmintió.
Según Rajoy, Soria había sido víctima de una persecución política y después la justicia demostró su inocencia. Para el presidente, el exministro era la prueba de que en ocasiones la prensa se precipita en sus conclusiones, que a veces pasan justos por pecadores y que muchas imputaciones son injustas. Esta es una de las últimas ocasiones en las que Rajoy repitió esta mentira. Hay muchísimas más en las hemerotecas:
"A mí se me pidió la dimisión del señor Soria, se me pidió en Canarias, hubo editoriales, hubo comentarios en los periódicos… A mí me parecía que era profundamente injusto y lo fue (...) el señor Soria fue desimputado y el señor Soria es ministro y desempeña su función con absoluta normalidad"
Mariano Rajoy, marzo de 2016.
¿La verdad? Que Soria nunca ha sido un ministro "absolutamente normal", salvo que sea normal que los políticos escondan su patrimonio en paraísos fiscales. Lo realmente injusto es que las muchas tropelías de Soria le hayan salido gratis en los tribunales. También aquel proceso penal por el que finalmente fue desimputado: el caso Salmón.
Soria y su familia viajaron gratis de vacaciones en un jet privado que pagaba un empresario turístico con negocios en las islas, en la época en la que Soria era el presidente del Cabildo de Gran Canaria. Se libró de las acusaciones de cohecho no porque la justicia no demostrase que le habían invitado y había mentido –también entonces negó todo con la misma contundencia que esta semana–, sino porque el delito había prescrito, tal y como entendió la Fiscalía al aplicar (de manera un poco cuestionable) la doctrina Albertos.
Aquí está completo el informe que hizo la Fiscalía sobre el caso Salmón. No solo sobre los viajes con el empresario en jet privado, también sobre las vacaciones que Soria y su familia disfrutaban en los hoteles de ese mismo empresario que les pagaba el avión. El fiscal detalla también cómo el Cabildo de Gran Canaria, que presidía Soria, aprobó uno de los proyectos de su empresario benefactor "a pesar de constar numerosas irregularidades y deficiencias". El fiscal no pudo probar que Soria interviniese directamente en esos permisos que dio el Cabildo y la juez tampoco consideró probado que las vacaciones las pagase el empresario; según Soria, lo pagó todo en efectivo. Pero el caso Salmón dejó claro que Soria era (en el mejor de los casos) un político capaz de viajar gratis en el avión privado de un empresario con intereses en su gobierno. Y que también era un mentiroso, como esta semana ha descubierto toda España, hasta Mariano Rajoy.
El caso Salmón no es siquiera la única ocasión en la que a Soria le pillaron con el carrito del helado. Lo ha documentado durante años nuestro compañero Carlos Sosa, un periodista al que hoy hay que felicitar porque lleva años destapando todas estas trapacerías y que ha sufrido por ello una terrible persecución. Sosa denunció el caso Salmón y también publicó que José Manuel Soria vivió durante varios años en un chalé que era propiedad de otro empresario que estaba pendiente de que le aprobasen los permisos para un parque eólico.
La familia Soria vivía en el lujoso chalé, pero el supuesto pago del alquiler no figuraba en la contabilidad de la empresa que lo alquilaba. Carlos Sosa lo contó en Canarias Ahora y se ganó una demanda de José Manuel Soria. Soria perdió el juicio donde recurrió a todo tipo de trampas y mentiras – hoy Sosa recuerda algunas en otro artículo que hay que leer–, como presentar unos supuestos "recibís" que el juez del caso rechazó. La versión que dio Soria y el empresario es que pagaban el alquiler en efecto: 1.600 euros todos los meses en supuestos billetes que no figuraban en ninguna contabilidad. Igual que sus vacaciones con el otro empresario que le pagaba el avión.
Soria mintió sobre el caso Salmón. Mintió sobre el alquiler de su chalé y mintió después cuando desde eldiario.es y Canarias Ahora le volvimos a pillar. Fue este verano, cuando fue invitado por otro empresario canario con intereses en las islas, el dueño del Grupo Martinón, a pasar unos días en un hotel de super lujo en Punta Cana, República Dominicana. Martinón tiene también otro hotel ilegal en Lanzarote que está pendiente de un sentencia de derribo y donde Soria también suele veranear. Ha pasado los últimos cuatro veranos por allí.
Como hemos demostrado, Soria se alojó durante cuatro días en la suite presidencial del hotel de Punta Cana, una habitación por la que cualquier otra persona que no sea él suele pagar 1.300 euros por noche. Soria dice que no fue invitado, y como prueba solo aporta el resguardo de un pago con tarjeta, no la factura, y de una fecha que no coincide con su salida del hotel. Según su increíble versión, cada noche en la suite presidencial todo incluído –con mayordomo y dos jacuzzi– le costó 70 euros por noche. Ofertón.
Que alguien con la trayectoria de José Manuel Soria llegase a ministro dice mucho de qué entiende por honestidad Mariano Rajoy, un presidente que hoy nos debe algo más que una explicación (me temo que ni siquiera eso nos dará). El propio Rajoy así lo prometió ante Jordi Évole hace muy pocos días: "Asumiría la responsabilidad cuando alguien elegido por mí cometiese un acto de corrupción". Y sí, tener varias empresas en paraísos fiscales es un acto de corrupción, más aún en un político que, como Soria, gestiona los impuestos de los demás; los mismos impuestos que sus compañías en paraísos fiscales pudieron esquivar. Hacienda debe investigar si Soria declaraba esas empresas, algo dudoso cuando negaba siquiera que fuesen suyas. Y también si la compañía que cerró en 2002 fue la última que Soria tuvo en un paraíso fiscal.
Soria se ha ido y Rajoy se tendría que ir con él porque fue él quien confió en un político así, a pesar de todos los indicios que había en su contra, a pesar de que era un político manchado por una trayectoria nada ejemplar.
Qué sorpresa: el mismo político al que invitaban de vacaciones los empresarios y viajaba gratis en jet privado también escondía su fortuna en paraísos fiscales. Quién lo podía imaginar.
Fuente: eldiario.es
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