Lupara de la película "El Padrino". Mejor en manos de un actor que en las de "Los Santos" |
En ocasiones el trabajo de periodista es muy ingrato. Me imagino la cara de aquel colega británico que tuvo la mala suerte de ir a casa de George Bernard Shaw para recoger las impresiones de sus allegados tras el reciente fallecimiento del gran dramaturgo. Le abrió la puerta el propio Shaw, ya muy anciano, y el reportero, ante tamaño desmentido vital, tuvo los cojones de plantarle en la jeta al presunto cadáver la primera plana del periódico de la mañana con la noticia de su propio fallecimiento en primer plano. “¿Qué me puede decir sobre esto?” preguntó, porque los periodistas no retrocedemos ante nada, mucho menos ante la realidad. Shaw, todavía vivo, leyó el titular y dijo: “Me parece una noticia prematura y exagerada”.
La otra noche dos presentadores de Antena 3 tuvieron que aguantar a pie firme la exclusiva de un viaje secreto a Venezuela que reunió a representantes de Podemos, la CUP y el suegro del ex número uno de ETA en un vuelo pagado por el gobierno venezolano. Ni la exclusiva era exclusiva, porque venía con un año de retraso, ni el viaje era secreto, pues fue anunciado, radiado y telegrafiado por diversos medios en su día, pero allá que lo soltaron a los cuatro vientos mientras los dos presentadores se agarraban a la mesa como los soldados aliados en las lanchas mientras avanzaban hacia las playas de Normandía. “Nos van a dar pero bien” dijo Sandra Golpe, preparándose ya desde el apellido.
Siempre en sintonía con las más altas instancias, Fernández Díaz ha advertido que este asunto merece una investigación a fondo, puesto que hay relaciones oscuras entre el proceso de autodeterminación catalán, la financiación ilegal de Podemos, el régimen chavista, el asesinato de Kennedy y la muerte de Manolete. Tras año y pico de reposo, la visión de lince del ministro recuerda la Cantata del Adelantado Rodrigo Díaz de Carreras, que fue a fundar Caracas en pleno centro de Caracas, “que ya estaba fundada y él no lo vio”. Si además tenemos en cuenta los millones de euros que el gobierno del PP ha sacado vendiéndole armas, material antidisturbios e incluso tecnología nuclear al gobierno de Maduro, Fernández Díaz puede acabar como el inspector Closeau, poniéndose las esposas a sí mismo.
Este brusco retorno a la conexión venezolana viene forzado porque la hoguera iraní, a la que tanta leña le han echado en los informativos durante los últimos días, se ha apagado de golpe con el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán y las negociaciones con los ayatolás para instalar en nuestro país una nueva refinería. También es mala pata. Ante este panorama, a los periodistas serios de Libertad Digital no les queda más remedio que entrevistar a la peluquera de Puigdemont mientras otros más serios aun, como Federico Jiménez Losantos, dan gracias de no llevar una lupara para no dispararles a bocajarro a Errejón, Bescansa y a Rita Maestre por la calle. Si le abre la puerta George Bernard Shaw, no quiero ni pensarlo.
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