La CUP ha pagado un precio alto por la cabeza
de Artur Mas. Dos diputados dimitirán, y otros dos (que aún está por ver
si serán los que entrarán o del actual grupo parlamentario) pasarán a
formar parte de facto de Junts pel Sí. Los cupaires investirán mañana a
Carles Puigdemont en primera votación.
La CUP también
ha aceptado no votar “en ningún caso” en el mismo sentido que los
grupos parlamentarios contrarios al proceso o al derecho a decidir
cuando esté en juego la estabilidad parlamentaria. Fuentes de la CUP
circunscriben este punto del acuerdo a garantizar el avance del proceso
soberanista, en ningún caso, por ejemplo, a avalar de forma automática
una ley de presupuestos. La CUP ha presentado de hecho la participación
de dos de sus diputados en los "espacios de deliberación" de Junts pel
Sí como la manera de fiscalizar y garantizar el cumplimiento de los
acuerdos y de la moción soberanista.
¿Cuál será el paso siguiente de la investidura? Fuentes
de la CUP aseguran que “desde el primer minuto” trabajarán para
implementar “hasta el final” la declaración de soberanía aprobada el
pasado 9 de noviembre con los votos de Junts pel Sí.
Dicha declaración, anulada por el Constitucional en diciembre, incluía
declarar la desobediencia a las instituciones españolas, empezando por
el alto tribunal, e instaba a la Generalitat a cumplir sólo las leyes
aprobadas por el Parlament. En este sentido, si se sigue lo que dice la
declaración, en un mes se empezarán a tramitar la ley de proceso
constituyente, la de Seguridad Social y de Hacienda pública.
El documento firmado este sábado, sin embargo, parece más el de un
castigo que el de un acuerdo. Así, la CUP “reconoce errores en la
beligerancia expresada hacia Junts pel Sí”, en especial en lo relativo
“a la voluntad inequívoca de avanzar en el proceso de independencia”. La
diputada Eulàlia Reguant ha pedido perdón por la “excesiva demora” y la
“lentitud de los pasos” hacia el acuerdo.
Formalmente, el Secretariado Nacional de la formación y el grupo
parlamentario han sido los que han aceptado el acuerdo, “cumpliendo el
mandato”, añaden fuentes de la CUP, del 'no' a Artur Mas expresado en la
reunión del Consejo Político y del Grupo de Acción Parlamentaria del 3
de enero.
“La CUP no renuncia a su identidad política
ni a su lucha contra los recortes, la corrupción y la Catalunya
autonómica”, ha añadido Reguant. Los diputados que dimitirán, los que
entrarán y los que pasarán a formar parte de facto del grupo de Junts
pel Sí todavía están por conocerse. Sin embargo, la CUP ha asegurado que
los dimisionarios “seguirán trabajando con las mismas responsabilidades
políticas y organizativas” dentro del grupo parlamentario y la
organización.
Horas
después de que se difundiera el acuerdo y de la dura rueda de prensa de
Artur Mas, la CUP ha difundido un tuit explicando su posición sobre el
pacto. La formación asegura que "no renuncia a la lucha", que cumple sus
compromisos electorales y que el acuerdo tiene una fecha de caducidad:
"18 meses para fundar una república, un proceso constituyente y un plan
de choque".
Fuente:El Diario.es
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