domingo, 13 de marzo de 2016

Sánchez apremia al líder de Podemos: “Estamos condenados a entendernos”

Sánchez apremia al líder de Podemos: “Estamos condenados a entendernos”
”Pablo Iglesias y Pedro Sánchez en los primeros compases de la negociación de la investidura (Emilia Gutiérrez - LV)


El PSOE espera que Iglesias “recapacite” por la presión de sus bases y los sondeos

JUAN CARLOS MERINO, Madrid

“Estamos condenados a entendernos; tendremos que hacerlo antes o después... tú verás”, le advirtió Pedro Sánchez a Pablo Iglesias en la última ocasión en que se vieron las caras. El líder de Podemos votó después dos veces no a la investidura del líder del PSOE como presidente del Gobierno, los pasados 2 y 4 de marzo. Pero Sánchez se mantiene a la expectativa: “Yo estoy esperando al señor Iglesias”, dice ahora.

Sigue esperando que “recapacite” hasta la fecha límite del 2 de mayo, en la que si Iglesias no da su brazo a torcer, y si ningún otro aspirante logra su investidura, las Cortes se disolverán y se convocarán las elecciones para el 26 de junio. En la dirección del PSOE lamentan que, de ser así, se habrán perdido cuatro meses y tampoco servirá para desencallar la endemoniada situación actual, pues creen que unos nuevos comicios arrojarán un escenario muy similar al que dibujó el 20-D, escaño arriba o abajo.

Consideran por tanto que Sánchez e Iglesias volverían a estar condenados a entenderse para intentar formar un gobierno alternativo al del PP. Porque si no, lo más probable es que hubiera que volver a repetir las elecciones generales ¡por tercera vez! en apenas un año.

En la dirección del PSOE confían en última instancia en que durante estos dos meses la presión acabe por hacerle cambiar de actitud a Pablo Iglesias y aceptar, o facilitar al menos, un gobierno de Pedro Sánchez que también necesita del concurso del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para que luego la legislatura no fuera fallida y contara con una mayoría sólida para afrontar las grandes reformas previstas.

¿Pero qué presión? Dirigentes socialistas aluden a la presión de las bases y votantes de Podemos, que para empezar tienen que encajar que Mariano Rajoy sigue en la Moncloa. También, la presión de “figuras de referencia” para el partido de los círculos, como Manuela Carmena o Carlos Jiménez Villarejo, que aprietan a Iglesias para que llegue a un acuerdo con Sánchez. Y los problemas orgánicos que están emergiendo en la formación morada en distintos territorios –“son sólo la punta del iceberg”–, pueden desestabilizar a su cúpula. Por último, en el PSOE acarician lo que podría ser una presión definitiva, la del “vértigo” que le podría entrar a Pablo Iglesias ante una repetición electoral en la que los resultados no se le presentaran muy favorables.

“Hay un Podemos antes del 20-D y otro después –analiza un alto dirigente del PSOE–. El primero era una representación de la indignación popular, condensado en esa expresión de asaltar los cielos. Pero el segundo lo cambió por un simple asalto al poder. Y, como no son tontos, reclamaron los grandes resortes del poder, del CNI al CIS o RTVE. Pero muchos votantes de Podemos, muchos de los cuales son exvotantes socialistas, están perplejos por este cambio, que ven
personificado en Pablo Iglesias”.

El líder de Podemos, además, tocó la fibra sensible a los socialistas, con su apelación al “pasado manchado de cal viva” de Felipe González. “Estoy dispuesto a pasar página, no voy a entrar en ningún tipo de provocación ni de insulto”, dice ahora Sánchez. “Está claro que Iglesias quiso volar todos los puentes –apunta un exministro del PSOE–, aunque no todos en Podemos sean de la misma opinión. La diferencia entre los niños y los adultos es que los primeros sólo actúan en función de la recompensa. Iglesias quiere una gran coalición entre PP, PSOE y C’s, para liderar él la izquierda en el hemiciclo, o que se repitan las elecciones. ¿Pero para qué, si aunque saque dos diputados más la ecuación volverá a ser la misma y encima ha dificultado enormemente el acuerdo tras atacar en lo más profundo al PSOE?”.

En la dirección del PSOE aseguran ver ya grandes diferencias en la dirección de Podemos . Con Errejón, aseguran, el diálogo y la interlocución es mucho más fluido, y no sólo porque sea el portavoz parlamentario. Su posición, piensan, es “más flexible” y tendente al acuerdo. Y luego está Carolina Bescansa, a la que en el PSOE atribuyen “el manejo” de los sondeos de Podemos. “Es posible que en el último momento les entre el vértigo ante la repetición electoral, si los sondeos no les pintan bien, y decidan mover ficha”, apunta otro dirigente del PSOE. “Es lo que le ocurrió a Artur Mas –añade–, que a la vista de una última encuesta que le vaticinaba una hecatombe, optó por dar un paso al lado”.

Iglesias, de momento, se mantiene inamovible en su no a Sánchez. ¿Pero podrá mantener ese rechazo en estos dos meses? “Torres más altas han caído”, confían en el PSOE.

Juan Carlos Merino | Juan Carlos Merino Bravo

JUAN CARLOS MERINOMadrid

Fuente: La Vanguardia

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