jueves, 12 de mayo de 2016

Manuela Carmena entierra el ladrillo en Chamartín

Recreación del proyecto Madrid Puerta Norte (Ayuntamiento de Madrid).
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha enterrado definitivamente este martes la Operación Chamartín, el polémico plan de desarrollo urbanístico del norte de Madrid que lleva 19 años en el horno. Le sustituye un nuevo proyecto, denominado Madrid Puerta Norte, que reduce de 17.000 a 4.600 el número de viviendas previstas y a 1,7 millones los metros cuadrados edificables.


El Consistorio hizo pública su propuesta sin consensuarla con el Gobierno central-que todavía debe dar luz verde a la clave del proyecto, la reforma de la estación ferroviaria de Chamartín-, ni con el Ejecutivo regional, ni con las empresas implicadas en la anterior operación.
La modificación planteada por Carmena cambia por completo la fisionomía imaginada para el norte de Madrid, con una menor presencia del ladrillo. De las 4.600 viviendas, 1.000 serán protegidas, y se reservan 255.000 metros cuadrados para dotaciones y equipamientos y 280.000 metros cuadrados para zonas verdes.
La propia alcaldesa reconoció que la propuesta estrella de su mandato «no está acabada» y que, a pesar de las dimensiones del proyecto, la intención municipal es la de seguir escuchando «sugerencias». De hecho, no se concretaron ni la inversión prevista, ni cómo se articulará la participación empresarial en el proyecto.
El Ayuntamiento todavía debe sentarse con el Ministerio y con Adif para consensuar la reforma de la estación de Chamartín, unas obras que podrían comenzar a finales de 2017 o principios de 2018, «si hay voluntad política», explicó el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo.
Ni el BBVA ni la constructora San José, promotores de la extinta operación Chamartín -cuya inversión prevista era de 6.000 millones de euros- acudieron ayer al auditorio del Palacio de Cibeles. Una ausencia significativa. De hecho, los portavoces municipales omitieron referencia alguna a sendas empresas.
La cacofonía que rodea al proyecto se extendió al ámbito institucional. La Comunidad de Madrid (CAM), por boca de su portavoz Ángel Garrido, se quejó de no haber sido «convenientemente» informada sobre esta reforma del plan Chamartín. El Gobierno regional teme que, al plantearse una menor edificabilidad, sea mayor el gasto público, informa Europa Press. Se rompe así el consenso logrado hace un año entre Fomento, la CAM y el Ayuntamiento.
El proyecto Madrid Puerta Norte quiere ser el símbolo de la gestión urbanísticaque proponen Podemos y coaliciones afines como Ahora Madrid. Además de convertirse en la trinchera política de la política municipal en los próximos meses. El Partido Socialista aplaudió que la reforma reste 12.400 pisos y oficinas nuevos y la consideró «un avance». La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Begoña Villacís, afirmó sin embargo que el proyecto no es viable y criticó la unilateralidad del equipo de Carmena y la falta de participación de otros actores implicados.
El Ayuntamiento pretende comenzar con la mejora del nudo norte en 2017, reformar la estación de Chamartín en 2018 -para lo que necesita el acuerdo previo del Ministerio de Fomento- y también pretende construir una nueva estación de metro en el distrito de Fuencarral, así como nuevas líneas de autobuses para conectar los barrios del norte de la capital. Según la versión municipal, se mantiene la «edificabilidad» respecto a la operación anterior.
En total, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena prevé que se creen 128.000 empleos, de ellos 56.000 en el sector comercial, 17.000 en el industrial, y 55.000 en la «actividad económica residencial», informa EFE.
El Ayuntamiento diferencia la actuación en dos zonas: sur y norte de la M-30. La sur, en cuyo ámbito se sitúa la estación de Chamartín, será pública, con 1.000 viviendas protegidas y una gran área de Actividad y Negocios (que requeriría un consorcio urbanístico con el Gobierno central que está en el aire) ligada a las actuales Cuatro Torres donde se incluyan 408.000 metros cuadrados de oficinas.
La norte, mayoritariamente privada, contempla el desarrollo de unas 3.600 viviendas (en edificios por lo general de 5 a 7 plantas) y 720.000 metros cuadrados para actividades terciarias.


 Fuente: El Mundo

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