Antigua sede del No-Do okupada por Hogar Social Madrid/ Foto: Facebook |
Hace años que el edificio del antiguo NO-DO ya
no huele al vinagre del celuloide viejo. Los archivos del noticiario
franquista han ido desapareciendo hasta convertir este mastodonte de
ladrillo en un colador de goteras y humedades. Ahora son 550 metros
cuadrados de olvido histórico y la sede del grupo neonazi que convocó la manifestación racista del pasado sábado en Madrid.
Podría parecer que la elección de este antiguo baluarte falangista
obedece a preferencias ideológicas, pero las razones de esta okupación son mucho más prácticas.
"El castillo", como lo llaman sus inquilinos, ha ido variando de
ubicación tras un largo historial de desalojos de sus anteriores
centros. Esta última parada, sin embargo, parece ser la más estable de
todas. El Hogar Social Madrid hizo ondear su bandera desde las ventanas
de Joaquín Costa 43 en octubre del año pasado. Desde entonces, no han
recibido más críticas que las de Ahora Madrid y las comunidades de
vecinos que abuchean sus proclamas xenófobas y fascistas.
Estas paredes, que una vez fueron propiedad de RTVE,
pertenecen al departamento de Patrimonio de Estado del Ministerio de
Administraciones Públicas. La institución trasladó todo el ajuar
propagandístico del régimen de Franco a un nuevo centro en la Ciudad de
la Imagen hace casi una década. Lo que es lo mismo, ahora
tienen la coartada perfecta para no mover ficha ante una ocupación que
no amenaza el material público del NO-DO. El Ministerio dice que,
además, estas gestiones urbanísticas competerían al Instituto de
Contabilidad, al que está adscrito el edificio. "Aunque sea patrimonio
del Estado, todas las obras de protección y actuaciones judiciales
dependen de Economía", aseguran fuentes de Administraciones Públicas.
Una patata caliente que favorece a quienes pasaron de repartir comida de forma arbitraria,
a convertirse en el escuadrón más reconocido de la ultraderecha
nacional. La plataforma ya es capaz de convocar a más de un millar de
personas –como demostraron el sábado– y reunirlas bajo la figura
de Ramiro Ledesma y lemas como "Ayudas sociales para los nacionales" o
"Españoles sí, refugiados no".
Uno de los emblemas más populares
entre sus adeptos es el rechazo a la derecha económica y la ayuda al
desfavorecido. Pero toda esa estrategia se vino abajo cuando comenzaron a
reivindicar actos violentos como el ataque a la mezquita de la M-30, entre otros.
"El MSR, que ni padece complejos ni se siente atado a la cháchara
humanitaria y la caridad de las sotanas religiosas o laicas, tiene muy
claro que aquí no caben todos", reza el programa de Movimiento Social Republicano, un partido muy presente en el Hogar Social.
Esta formación se define como revolucionaria, anticapitalista,
antiglobalización, ecologista; una definición que aturde a cualquiera
que conozca sus propuestas sobre inmigración. Ocurre lo mismo con la
okupación , una tradición relacionada con la
izquierda y que los vecinos consideran de una naturaleza abierta y
tolerante. ¿Qué les lleva entonces a derribar la puerta de edificios
estatales y establecer allí sus talleres "solidarios"?
Influencias del fascismo italiano
HSM no son unos pioneros en ocupar centros enarbolando una ideología
nacional socialista. Su modelo de actuación se encuentra a unos cuantos
kilómetros, donde CasaPound Italia inspira su
programa en el típico fascismo de Mussolini y aloja a familias azotadas
por la crisis en viviendas deshabitadas. También se relacionan con
partidos neonazis como ELAM, de Chipre, o Amanecer Dorado, en Grecia. "Nosotros
solo ocupamos inmuebles que pertenecen al Estado o los que forman parte
de casos de corrupción", cuenta Melissa, la portavoz del Hogar Social Madrid, a eldiario.es.
La coordinadora asegura que los archivos del edificio de RTVE estaban a
salvo cuando entraron y que solo se encontraron "unas latas vacías con
la etiqueta del NO-DO y algún guión". La plataforma presume de haber
acondicionado este enorme espacio con sus propias manos y de haber
puesto a punto la instalación eléctrica y la bomba de agua. "Antes de
que nos instalásemos, habían entrado a robar cobre, la barandilla y
otros objetos de valor". Entre estas piezas destaca un mural
vanguardista pintado por José Caballero y José Romero
Escassi, cuyas condiciones son deplorables.
"Nos
pusimos en contacto con la Fundación Caballero- Thomas de Carranza, que
pertenece a los descendientes de los artistas, y vimos que denunciaron
hace 20 años el mal estado en el que se encontraba el mural", relata
Melissa. Es una de las excusas que utilizan para defender su
permanencia en un edificio histórico que, según ellos, podría haberse
destrozado. En cambio, se han servido de sus cuatro plantas para
construir un local dividido en todo tipo de estancias.
"Hemos distribuido la entrada con la sala de reparto y el ropero. En la
segunda planta tenemos habitaciones. En la tercera está el espacio de
conferencias, bibliotecas, el salón y una cocina. Y en la cuarta más
habitaciones". Han dispuesto incluso un gimnasio donde se entrenan e
imparten clases de defensa personal. "El boxeo es un deporte que tiene
mucha tradición entre nosotros, además tienes que estar preparado cuando
vas por la calle", admitió uno de los miembros a VICE.
Tres desahucios, ¿camino del cuarto?
Este proceso de reconstrucción ha tenido lugar en cuatro ocasiones y
cuatro instalaciones bien diferentes. Primero ocuparon un edificio
copropiedad del empresario chino Gao Ping, condenado por
blanqueo de capital en la operación Emperador. El inmueble se
encontraba en el madrileño barrio de Tetuán, una zona famosa por su
multiculturalidad y el alto porcentaje de población inmigrante. En este
caso, la Delegación de Gobierno instó a su desalojo por la vía de
urgencia después de varios incidentes, agresiones y ataques con cócteles
molotov.
"Luego fuimos al
antiguo Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en Bretón de los
Herreros, que salió a subasta pública y lo adquirió una gestora que,
casualmente, se está quedando con todos los solares públicos",
enumera la portavoz. Tras su breve paso por Chamberí, acudieron a la
sede de Fórum Filatélico porque "los administradores concursales lo
habían vendido a un fondo de inversiones extranjero". Este desalojo
culminó con dos policías heridos y un detenido de la plataforma
ultraderechista.
Fue
entonces cuando comenzó un fuego cruzado entre los miembros del HSM y
otros colectivos como el Patio Maravillas. Los representantes del
primero sacaron sobre la mesa el tema de la cesión de espacios públicos
por parte del Ayuntamiento de Manuela Carmena y propagaron un discurso
de persecuciones y trato desigual desde el consistorio. "No llevamos a
cabo actividades ilegales y realizamos una tremenda labor social que da
de comer a casi 250 familias", defienden en Hogar Social. Sin embargo,
su vinculación con ciertos hooligans neonazis les hacen incompatibles con la medida que propusieron desde Ahora Madrid.
Esta formación, por otra parte, se ha convertido en el adalid de la
causa tolerante y plural contra HSM. Han llevado mociones a las juntas
municipales de todos los distritos para instar a la Comunidad de Madrid
al cese de sus actividades y al desalojo. Según Melissa, esto se trata
de "una campaña de acoso y derribo", pero está tranquila porque el
antiguo NO-DO "no es competencia del ámbito municipal ni autonómico".
Ahora Madrid denuncia su propaganda con lemas como "Terroristas
Welcome", que criminaliza a toda la comunidad musulmana, y los repartos
de alimentos discriminatorios, "que utilizan como tapadera de su perfil
más violento". Hace unos días, incluso llevaron al Pleno de Chamberí una propuesta de desalojo para la sede de RTVE.
Pero dicha acción no llegará, de momento, y Hogar Social Madrid seguirá
ocupando el archivo del NO-DO como en una alegoría burlesca.
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