Trump y Zhirinovsky |
WALTER LAQUEUR
La mayor parte de Washington, gran parte de EE.UU. (no sólo los estudiantes profesionales de la política estadounidense) está preocupada con Donald Trump. ¿Quién es esta persona? ¿Cuáles son sus opiniones? ¿Habla en serio o es un payaso dotado que logró engañar a una ciudadanía como el famoso flautista de Hamelín? Esta es la historia de la ciudad alemana medieval infestada por alimañas. El flautista logró sacar las ratas, pero cuando la ciudad se negó a pagar por sus servicios se vengó llevándose a todos los niños de la villa.
Hay una nueva biografía de Hitler (1.000 páginas, y sólo es el primer volumen). Lo que escribió sobre las masas en 1920 es interesante: su receptividad es limitada. Su capacidad para entender las cosas nuevas es grande, pero se olvidan rápidamente. Otros apuntan a Mussolini en 1922, siempre un bocazas, siempre exagerando. Pero ni Hitler ni Mussolini ayudan a explicar a Trump. Y hoy en día EE.UU. es, por supuesto, muy diferente de Alemania e Italia en la década de 1920.
Ha habido otras comparaciones, por ejemplo con Berlusconi, que fue primer ministro de Italia durante nueve años. Causó mucha sorpresa que una persona con su expediente pudiera ser primer ministro en cualquier país de Europa, uno de los períodos más largos de la historia italiana. Berlusconi fue encontrado culpable de fraude fiscal, pero al tener más de 70 años no fue a la cárcel. Fue líder de Forza Italia, uno de los partidos más grandes, probablemente el hombre más rico de Italia y dominó los medios de comunicación. Pero una vez más las diferencias con Trump son obvias: debe su éxito político a su dinero, no a que fuera un orador diabólicamente astuto y convincente.
En mi opinión hay un paralelismo mucho más interesante y apropiado en la Europa contemporánea: el líder político ruso Vladímir Zhirinovski, que tiene casi la misma edad que Trump, se llevan una diferencia de pocos meses. Entró en política hace unos 25 años como líder de un partido liberal-democrático que no es ni liberal ni democrático, pero de acuerdo con los medios de comunicación rusos es una creación del KGB. El partido ha conseguido entre 6 y 10 millones de votos, lo que lo convierte en el tercero más fuerte en el país. Ha apoyado constantemente a Putin. La creación de tal partido por la policía secreta va mucho más atrás en la historia de Rusia. Zhirinovski debe su éxito fenomenal a sus discursos, sin los cuales no existiría su partido. Su clientela es la clase baja rusa, los desfavorecidos y sin educación que se sienten ofendidos y explotados de forma permanente por el establishment. Usa un lenguaje vulgar agresivo que ninguna persona educada rusa usaría, participa permanentemente en enfrentamientos (a veces físicos) con otros miembros del Parlamento ruso, acciones judiciales, etcétera. Ha apoyado la reintroducción de la pena capital, dejar caer bombas nucleares en Estambul y otras causas populistas. Su línea política ha sido extremadamente nacionalista, incluidos los ciudadanos no rusos de Rusia. En una ocasión reciente, Putin le echó en cara su lenguaje excesivo a este respecto. Sabe exactamente dónde están sus seguidores y lo que se espera de él, y ha intentado con éxito hacerles felices. Sorprendentemente, las muchas similitudes con Trump no se han notado en Occidente. Por supuesto, hay diferencias: no hay razón para suponer que los republicanos tienen en modo alguno el apoyo de la CIA, que por el contrario parece estar horrorizada por las ideas y simpatías en política exterior de Trump.
Como en Rusia, Trump está apoyado por la clase baja y los que carecen de conocimiento político y experiencia. El fenómeno Trump es fascinante, pero las razones de su popularidad son probablemente aún más interesantes. Varias explicaciones se han publicado hasta el momento, pero ninguna del todo convincente. Se menciona la creciente polarización salarial, pero esto podría explicar el apoyo al izquierdista Sanders, no al multimillonario Trump. El apoyo ruso a Trump se puede explicar. Comparten valores conservadores y también su aversión contra lo que consideran un exceso de democracia. Pero EE.UU. ha estado justamente orgulloso en el pasado de su profundo apego a la democracia, en contraste con Rusia, Alemania o Italia, que no han sufrido en el pasado de un exceso de democracia. ¿Ha cambiado esta situación?
Sería un hecho muy grave, quizá una tragedia. No lo creo, las naciones tienden a pasar por momentos difíciles, se entregan a aberraciones temporales. La historia de los niños de Hamelín parece estar basada en hechos que en realidad ocurrieron, aunque no del todo en la forma en que los historiadores creen ahora. Parece que hubo un éxodo de la generación más joven de esa parte del centro de Alemania. Algunos historiadores creen que fueron a Rusia. Sin embargo, se menciona también una cruzada abortiva. ¿Y qué le pasó al final al flautista mágico? No lo sabemos. Un historiador contemporáneo dice que probablemente era un pedófilo. Seguramente no es cierto y en todo caso a nadie le importa ya el flautista.
Fuente: La Vanguardia
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