El llamado Reino Unido al parecer desde 1707 con la reina Ana,
anda que si se desune o no. En España y en otros países a ese Estado, tal vez sin mucha
exactitud, se le denomina INGLATERRA, porque pese a la Historia, es la parte más
poderosa de las islas marinas y la titular de la lengua, esa “lingua franca”,
en la que se expresa el imperio formando la incontestable ANGLOSFERA, el viejo
latín de la edad media cuando Roma hacía muchos siglos que se había extinguido.
Al otro lado del mar Estados Unidos viene a jugar el papel de Bizancio, pero
con la misma lengua que su madre insular.
Como algunas especies animales, esta etnia se fragmenta para
aumentar su poder, en ese poder de LOS CINCO OJOS, llamado también red ECHELON que
espía sin poder ser espiada. Todo este entramado, parece que ha conmovido, su
férrea armonía, con el extraño referendo sobre eso de estar o no estar en la
UE.
Tras las dos guerras mundiales, alguien a lo mejor con buenas
intenciones, inventó aquello de la EUROPA UNIDA, la utopía del final de las
guerras. Aquello fue por 1957, era algo para los belicosos continentales que se
metían en líos idealistas, para ahogar a la Alemania tenida por culpable y detener a RUSIA, que era el gran peligro para el liberalismo que hoy gobierna
desde la OTAN y desde el castillo de Bildenberg.
Pese a los discursos de CHURCHILL que patrocinaba lo de la unidad
europea, la isla de Albión no se unió a aquel aparato de filiación demócrata
cristiana. Eso era para el otro lado del canal donde estaba la niebla. El
valiente general DEGAULLE lanzó el último grito de independencia francesa y
vetó la entrada de los ingleses. Pero murió y sus sucesores no pudieron
resistir las presiones y hubo que admitir en el club de los ricos a la Isla
Grande. No había mucha ilusión, pero los ingleses dicen que por su famoso
pragmatismo dijeron que si y en 1973 se pusieron a las órdenes de Bruselas.
Han pasado 43 años, ya ni existe la URSS y el llamado
Occidente es el amo del mundo, aunque esté cada vez más cuestionado. Inglaterra
recuerda su no tan lejano pasado imperial y la fuerza de lo inglés en el mundo,
¿para qué queremos una UE dominada por Alemania, con una Francia desobediente y,
un sur arruinado?. Los ingleses desean su mundo oceánico su relación especial
con Estados Unidos y el renacer de esa unidad cultural y doctrinal que es la comunidad
británica de naciones, encabezada por la Reina.
El
partido por la independencia UKIP, es muy poderoso en votos, aunque no en escaños
y los conservadores lo han sabido y se han arriesgado, el llamado pragmatismo
parece que de momento ha perdido, y ha ganado el nacionalismo inglés, que luchó
contra la Armada Invencible hasta las Guerras Napoleónicas. El gran acorazado
ingles se dispone a navegar en solitario por los siete mares sin limitaciones
impuestas por los sórdidos oficinistas corruptos de BRUSELAS. El inglés es el
idioma de la UE pero los ingleses no aprenden ni francés ni alemán.
Los ingleses temen las avalanchas de inmigrantes, pero
observan que el nuevo alcalde de Londres es de raza pakistaní, ¡QUE LÍO! ¿Dónde
está la raza inglesa? La que sometió al mundo y aún lo sujeta con mano de
hierro.
El BRESXIT es la expresión de la etnicidad de la isla frente
a la homogeneización, la expresión de que eso de ser británico es una
presunción, los escoceses quieren marchar hacia Bruselas y en Belfast se
acuerdan de la larga guerra.
¿Durará la unión del Reino Unido? es difícil predecir el
futuro, la historia es demasiada pesada, ¿Inglaterra en solitario?, ¿el Estado
51 de USA?
Los cambios serán muy lentos, Inglaterra será cada vez más
americana australiana o canadiense y se irá olvidando del otro lado de canal, los trenes del túnel son una broma ferroviaria. Inglaterra es de barcos y de
aviones, el Reino Unido seguirá unido, aunque con cierta rabia de sus pequeñas
nacionalidades célticas. Los anglo-normandos y los sajones seguirán dominando el cuadro,
habrá otra vez pasaportes y una aduana para ingleses y otra para el mezquino
resto del mundo. Pese a todo lo que se diga Nueva York estará cada vez más
cerca y París cada vez más lejos, no digamos donde quedarán Madrid, Viena o
Moscú, desde España se podrá decir adiós Inglaterra, adiós, aunque ese mando,
se note como un mando a distancia.
Los ingleses tendrán derechos y no cumplirán obligaciones su
ley será la famosa del embudo.
MADRID 18 DE JULIO DE 2016
José Ramón Montes GATONEGRO
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