Mariano Rajoy presidió ayer la reunión del comité de dirección del PP, que analizó la situación política (Tarek/pp / EFE) |
El líder del PP reclamará a Sánchez una abstención en el primer encuentro tras el 26-J
Carmen del Riego, Madrid
“Nosotros no nos rendimos, porque no existe alternativa”. Ese es el planteamiento con el que el PP inicia esta mañana la ronda decisiva de contactos de Mariano Rajoy con las fuerzas políticas para intentar sumar apoyos a su investidura. La jornada arranca con Albert Rivera, para seguir luego con Pablo Iglesias, Francesc Homs y Pedro Sánchez, el miércoles. Los populares no pierden la esperanza de una abstención socialista “a pesar de lo que sucedió el sábado” en el comité federal del PSOE y que lo que de allí salió fue “decepcionante”, en palabras del vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo. Tampoco mejoran las expectativas con Ciudadanos, que ha vuelto a reiterar su no a Rajoy y sólo quiere hablar de una negociación a tres para un gobierno en minoría.
A estas alturas, en el PP dan por enterrada la gran coalición y se asume que la única salida es lograr un ejecutivo en minoría. No obstante, se sigue trabajando para sumar escaños y llegar a esos 170 que daría un acuerdo con Coalición Canaria y con Ciudadanos. Con el PNV sabe que ya que es imposible antes de las elecciones vascas de octubre. Aunque el cómputo de apoyos sea escaso y sólo mejoran las expectativas en el terreno de la abstención, el PP quiere tener garantías de que el Gobierno resultante cuente con margen para aprobar el techo de gasto, la senda de déficit y el presupuesto para el 2017. De lo contrario, según los populares, se habría podido lograr la investidura pero no garantizar que se pueda gobernar.
Por eso Rajoy va a la reunión de hoy con Ciudadanos –Con Pablo Iglesias sabe que es imposible cualquier entendimiento– abierto a cualquiera de las fórmulas que permitan avanzar: gobierno en coalición, acuerdo de legislatura sin entrar en el Gobierno, y hasta una abstención de los diputados del parti-do naranja. De todas formas, en la reunión de hoy –la primera que celebrarán Rajoy y Rivera después de la que mantuvieron en enero y de que Ciudadanos cerraran un acuerdo con el PSOE– los populares se darían por satisfechos si se acepta la posibilidad de abrir una negociación. Es decir, si Rivera está dispuesto a que grupos de trabajo de los dos partidos empiecen a hablar de contenidos, sea para un voto afirmativo o una abstención. En el PP reconocen que estas rondas de toma de contacto eran necesarias, y el de hoy lo es mucho más. “Hay que restablecer relaciones”, que quedaron muy tocadas con las negociaciones de diciembre.
De ahí que el llamamiento que el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, hico ayer a Ciudadanos es que en la reunión “mantenga la misma actitud y capacidad de diálogo que tuvo en diciembre con Sánchez”. Será Rivera el que ponga los límites, porque el PP no se cierra a nada. “Estamos abiertos a explorar todas las opciones” y, en ese intento de sumar, Ciudadanos es decisivo, aunque después también requiera al menos una abstención del PSOE. Es más, si el presidente de Ciudadanos quiere allanar obstáculos para que los socialistas puedan dar un giro hacia la abstención, el PP no les va a negar esta capacidad.
Los populares estarían dispuestos a aceptar una reunión a tres, a la que todavía ayer se refirió el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, como única fórmula posible para que haya un gobierno en minoría. El PP asume que la gran coalición congrega el veto de PSOE y Ciudadanos, pero advierte que, “para que se sienten tres a dialogar, los tres tienen que querer sentarse”.
No obstante, el PP prefiere las reuniones bilaterales y los grupos de trabajo que pretende abrir ya con contenidos sobre la mesa una vez que Rajoy acabe el miércoles con Pedro Sánchez su primera ronda de contactos.
El PP esperaba del PSOE se esperaban lo que salió de su comité federal. El “no” a Rajoy e incluso la negativa a abstenerse, aunque quieren mantener las esperanzas. No hay una resolución, como en diciembre, que impide la negociación con el PP, ni ese “no” está por escrito, con lo que puede ser modificado, aunque sea a esa abstención con la que ya se conformarían.
Sin embargo, Martínez Maíllo no dejó pasar la ocasión de los reproches a los socialistas, o más bien a Sánchez, porque –asegura– son conscientes de que la tesis de que el PP pacte con sus afines es imposible. Más aún después del giro independentista que ha adoptado la antigua CDC al convertirse en el Partit Demòcrata Català. El pacto con los independentistas “no es viable”. De hecho, la cita con Homs no se dará a conocer hasta que no se haya celebrado, por petición del dirigente independentista.
El relato de los populares pasa por insistir que el “no a Rajoy” y “no a unas terceras elecciones” que plantean los socialistas es imposible de mantener. Para el PP, las elecciones son la única alternativa a que no gobierne Rajoy. “De uno de los dos ‘noes’ tendrá que desdecirse Sánchez”, aseguró Maíllo.
De ahí que el PP dé a la reunión con Ciudadanos la importancia que no le dio en diciembre, porque aunque no sumara la mayoría absoluta, resta escaños para que cualquier otra fórmula sea posible, y puede llevar al PSOE por lo menos a abstenerse. Y eso es lo que parece buscar también Ciudadanos, dispuesto a entrar en un gobierno de coalición “si Rajoy se va”. Descartada esa posibilidad, Ciudadanos emplazará al PP a negociar con el PSOE un posible Gobierno en minoría, para desbloquear la investidura. No obstante, se insiste en que la posición oficial del partido es “no facilitar la investidura de Rajoy ni por activa ni por pasiva”.
Carmen del Riego | Mari Carmen Del Riego De Lucas
Madrid
Fuente: La Vanguardia
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